Delicioso

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Narra David

Desde que la señorita Sanders pasó por aquella puerta, no he dejado de pensar en como seria poder tener una gran noche con ella. A kilómetros se notaba que era buena y yo tenia que saber si en verdad lo era.

Ahora está esperando en recepción esperando a mi padre.

-Que hay hermano?-

-Ryan, que estás haciendo por aquí?- Ryan es mi mejor amigo y mi mano derecha en la empresa, si crees que yo soy uno de los peores tipos existentes en la tierra, por jugar con el sexo opuesto, están totalmente equivocadas... él es doblemente peor.

-Necesito que firmes estos papeles- dijo entregándome un montón de papeles.

-Claro- el comenzó a caminar por toda mi oficina, hasta que enfrente de la ventana que da a recepción se detuvo. Yo ya sabía porque lo hacía.

-Pero que cosa más linda- me dijo Ryan al ver a la señorita Sanders esperar a mi padre en recepción.

-Lo sé, es en verdad linda- punto para mí, sabía que era lo él veía desde la ventana.

-Y ardiente-

-También-

-Vamos amigo, yo sé que te encanto. Y por que esta aquí?-

-Quería la bacante de contadora-

-Amigo aunque sea una tonta sin cerebro, por favor dime que se lo has dado- dijo en modo de súplica, vamos tanto así que ya casi lo tenía de rodillas delante de mí.

-No, pero creo que trabajara con el viejo- ya me estaba cansando con tantas preguntas sobre Kenya. Ella seria mía no dé el, y con tanta información que me estaba pidiendo, sé que el la quiere.

-Wow, amigo creo que me iré a trabajar con tu padre desde ya-

-ESTAS LOCO!- calma viejo en serio no sé por qué le he contestado así.

-Hey, sé que me quieres a tu lado- dijo mientras comenzaba a hacer un corazón con sus manos sobre su pecho, si me preguntan se veía demasiado gay.-Brothers Forever, pero vamos esa señorita podía distanciarnos un poco no crees?, ya es tiempo-

-No es eso, solo que no lo sé-

-Oh amigo la quieres para ti, por qué no lo dijiste antes?-

-QUE?!? Claro que no...- Ryan se me quedo viendo, sabía que no había creído ni una palabra. –Ok, solo quiero acostarme con ella y es todo- No sé qué tenía en su mirada, nunca me dejaba mentirle y daba miedo. Era una de las pocas personas que lo lograba, excepto por mi madre y hermana; ellas sí que dan miedo.

-Bien... entonces toda tuya-

-Gracias?- daba más miedo que cediera a una chica. Más que mi madre y hermana juntas obligándote a tener buenos modales en la mesa.

Pasaron algunos minutos de silencio, cuando el abrió la boca para decir algo pero inmediatamente la cerro. Hasta que al fin hablo.

-Mil dólares a que ella no cae a tus pies- me dice decidido.

-En verdad lo crees amigo? Ante mi todas caen-

-Te lo aseguro. Tienes un mes galán-

-Trato- dije mientras estrechábamos nuestras manos para cerrar la apuesta.

-Estas seguro? Sabes en que te estas metiendo?- inquirió Ryan, pienso que tratando de que yo tuviera una negativa a su "apuesta".

-Claro que lo sé y estoy totalmente seguro- no se la dejaría, ni a él ni a nadie.

Después de que mi padre la contratara para su empresa, ella se fue contoneando aquellas caderas. Sé que ella no lo hacía apropósito, pero ¡vaya manera de caminar!

Unas horas después me había llamado Jessica quería salir a comer, una más de mi amantes. Y no me veas así, mi novia Jade ciertamente sabe que no soy únicamente de ella. Y lo acepta. Alomejor por eso está loca porque nos casemos, y no pongo en duda que lo está, porque yo nunca me casare.

Jess y yo venimos a un pequeño restaurante italiano, en verdad muy bueno. Yo llegue antes que ella. Al sentarme vi que justo en frente de mi mesa se encontraba la señorita Sanders, con una pareja.

No pude evitar quedarme mirándola, en verdad era linda. No solo por su cuerpo, su cara era como la de un pequeño ángel. Con aquellos ojos cafés dándole una mirada dulce para todos, esa boca tan apetecible y ese cabello castaño oscuro cayendo por su espalda. En este momento ella me daba la espalda y aun así te podías dar una idea de lo bella que es.

Al parecer se dio cuenta de que la miraba, pues capto rápidamente mi mirada. Yo no la retiraría por nada del mundo, solo le sonreí.

-Vamos ya pide lo que sea- mi rubia acompañante no se decidía por que ensalada tenía menos calorías. Si ella se tardaba en pedir, mi pedido se tardaría en llegar.

-Osito, no puedo escoger cualquier cosa. Acaso me quieres gorda?- Por el santo amor de dios, quien le dio derecho a ponerme un apodo tan cursi y mierda?.

-No me llames así Jessica-

-Aish- por fin después de largos minutos pudo elegir la mujer.

Ella se levantó de su mesa, y en verdad Jessica ya me había aburrido de su conversación. Esta era mi oportunidad de comenzar con el plan.

Esos mil dólares serán míos.

-Voy al sanitario, ahora vengo- le dije a la rubia, mientras ella se observaba en... una cuchara?... en serio?. Para la próxima escogeré alguien que tenga por lo menos un cerebro del tamaño de un maní.

En cuanto ella iba a entrar al sanitario, la tome de su brazo. No la dejaría escapar por nada del mundo.

-Señorita Sanders un gusto verla de nuevo- y vaya gusto llevaba un vestido que la favorecía de todo a todo –se ve increíblemente bien-

-Muchas gracias David- se ruborizo y así se veía aún más linda. Mi nombre se escuchaba extremadamente bien en sus labios. Me encantaría escucharlo en gritos de placer.

-No hay de que- dije mientras le guiñaba un ojo y caminaba hacia mi mesa. Al pasar junto ella, pude aspirar un poco de su olor. Delicioso.

**********

Un capítulo más linduras, y de los más largos podría decir. Sé que les prometí nuevos capítulos, pero ciertamente no he estado bien (emocionalmente :/) aparte quiero que suban un poco más las leídas :3 jaja

Muchas gracias por leer, sin ustedes verdaderamente no habría historia.

Puchenle en la estrellita y recomienden. porfaaa!

Las dejo y espero ya no abandonarlas tanto!

-Corpus 

Please don't hurt meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora