Please don't hurt me

Conociendo a "la rubia"

"Hoy es mi primer día de trabajo y no estoy para nada nerviosa", es más o menos el mantra que me he dicho a mí misma dentro de mi cabeza. Vamos es el primer trabajo totalmente formal que tengo en un gran empresa.

-Que hay Kenya? Nerviosa linda?-

-No hasta que hablaste Presley- en cuanto termine de decir la oración se escucha por toda la casa la estruendosa risa de Presley.

-Claro... entonces que trates de comer cereal con gaseosa, es bastante normal- dijo Robert entrando a la cocina y saludándonos a Pres y a mí con un beso en nuestra frente.

-Por qué nadie me lo dijo? Con razón esto sabia horrible-

-Pensé que tal vez así te gustaba-

-Como sea, ya me tengo que ir o se hará realmente tarde.- tomo mis llaves junto mi bolso y me despido de los chicos.

-Comes algo peque- se escucha la voz de mi hermano en cuanto cierro la puerta de la casa. Y vaya que tendría que comer algo, ya que mi súper cereal lo deje casi completo.

Tome el autobús y partí hacia mi destino. Después de unos quince minutos al fin llego, a otro imponente edificio; vamos de alguien tenía que aprender el hijo de cómo hacer que alguien desde que ve la arquitectura de tu empresa comience a temblar. Otro lujoso lugar en el que pondría un pie, y en este trabajaría. Pisos de cerámica blanca, recepción de cerámica negra, muebles negros y blancos; paredes totalmente de vidrio. Podrías pensar que el tema de la empresa es "blanco y negro".

Trataba de caminar segura con mis zapatos altos, y aquella rubia sentada detrás de aquel gran escritorio me recibe con una amable sonrisa.

-Buenas tardes, soy Kenya Sanders-

-Claro, la nueva contadora. El señor Luhrman la espera en el piso 40-

-Gracias- en verdad deseaba que todos con los que trabajaría fueran igual a ella, que con una sonrisa puedan tranquilizarte.

Subí al elevador y pulse el número 40, al parecer era el último piso del edificio. Al abrirse las puertas me encontré con una réplica de la empresa de Luhrman hijo, una recepción igual que la primera pero de un tamaño más pequeño.

-Hola querida, toma asiento en unos minutos te atiende- me recibió una señora de unos 50 años, realmente simpática.

-Gracias-

-No hay de que linda, no tardara está atendiendo unos asuntos algo personales- hizo una mueca de desagrado.

-Está bien, no hay problema en realidad- después de unos minutos se abre la puerta de la oficina y sale una rubia despampanante realmente furiosa.

-Me importa muy poco Michael- sale el señor Luhrman detrás de ella.

-A mi menos me importa querida- acaso será una amante? No lo creo el señor Michael no se ve que sea de esos. Pero nada se sabe. –Señor Luhrman para ti- al parecer no, no lo era.

-Bien señor Luhrman, necesito que hagas lo imposible para que David me pida matrimonio- Con que ya sabemos quién es esta descerebrada, la rubia de David Luhrman.

-Yo no haré nada, si él no te lo pide será por algo. Y un favor no vuelvas a mi trabajo si es para tus pequeños berrinches, que te los soporte mi hijo-

-Como sea Luhrman-

-Pasa por favor Kenya- se dirige a mí el señor Michael.

-Claro señor Luhrman- me levanto de mi asiento tomo mis cosas y camino hacia su oficina.

-Oh por favor linda dime Michael y en verdad siento este circo que armo mi nuera- la cara de la rubia era totalmente para reírse, roja totalmente y con el ceño fruncido.

-No te preocupes Michael- dije de una manera divertida. "La rubia" como hasta ahora la conozco, hace un poco más de sus rabietas y entra al elevador.

-Toma asiento por favor Kenya- dice Michael al entrar a su oficina. Tomo asiento y espero a que él sea el primero en hablar. –Bienvenida a la empresa, tú serás la encargada del departamento de contabilidad. Por así decirlo mi empresa está en tus manos-

En serio no esperaba que tendría a mi cargo un departamento completo, realmente estaba asustada. Todo iría bien si no trabajaba con su hijo David, en verdad era guapo y me gustaba; pero con alguien como él no podría.

-Muchísimas gracias Michael no se arrepentirá de nada-

-Sé que no lo hare, eres lo que busco- dijo de una manera totalmente llena de orgullo. En ese instante tocan la puerta y entra quien menos me esperaba... David.

-Vaya padre no sabía que estabas ocupado- dice asombrado al verme sentada allí.

-Pasa hijo tengo que hablar contigo- David entra totalmente en la oficina y me saluda con un beso en la mejilla.

-Hola linda-

-Ho..hola- el en verdad me ponía demasiado nerviosa. Con su olor y su forma tan característica de hablar, con decisión.

-Tu mujercita vino a reclamar el por qué aún no están casados. Deberías de conseguir algo mejor, Kenya me agrada más que ella-

-A mi igual- dijo Luhrman hijo en un susurro que yo solo pude escuchar.

-Como dijiste hijo?-

-Nada padre, no sucederá de nuevo-

-Eso espero, que en verdad ya me canso-.

Es en serio lo que escuche? Dios este hombre ya me tenía totalmente loca por él. Y sé que este es solo el comienzo.

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Tarde pero sin sueño ;)

Gracias por leerme :*

-Corpus<3