||• 𝑩𝑻𝑺

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Namjoon me pidió pasar el fin de semana en su hogar, pues necesitaba estar en su estudio para poder trabajar en su música. No pude negarme, no cuando me había hecho aceptar de una sensual y peculiar manera.

Como dato curioso, Namjoon era un experto con su lengua.

El viaje hacia la casa de él transcurrió en un silencio tenso, interrumpido solo por el sonido del motor y la respiración controlada de ambos.

Aún no podía quitarme la sensación de que lo que había sucedido en la suite había creado una grieta entre nosotros, una que intentábamos ignorar.

Pero a pesar de eso, había una calma inesperada en la forma en que Namjoon tomó mi mano mientras conducía, sus dedos entrelazados con los míos, como si tratara de reafirmar una conexión que ni él mismo podía definir del todo.

Mi mente estaba en otro lugar, repasando lo que estaba a punto de suceder. No podía evitar sentirme nerviosa ante la idea de conocer a los demás miembros de BTS.

Claro, había soñado con esto, pero en un contexto totalmente diferente. Ser presentada a ellos como "la chica que Namjoon trajo a casa" era tan surrealista como vergonzoso que apenas podía procesarlo.

Finalmente, el auto se detuvo frente a una casa moderna, discreta pero elegante, justo como había imaginado que sería el lugar donde vivirían. Namjoon apagó el motor y me miró con una sonrisa tranquilizadora, aunque podía ver la tensión en sus ojos.

—No tienes que estar nerviosa —me dijo suavemente, como si leyera mis pensamientos—. Ellos son... algo renuentes al contacto o a conocer a alguien nuevo. Yo estaré contigo, no te preocupes.

Asentí, aunque no estaba tan segura de mis propias emociones. Salimos del auto, y Namjoon me guió hacia la puerta principal, su mano en mi espalda una fuente de seguridad.

Cuando la puerta se abrió, nos recibió una cálida luz que contrastaba con la oscuridad de la noche exterior. Al entrar, pude escuchar risas y conversaciones provenientes de la sala de estar.

Sin embargo, al vernos, todos se quedaron en silencio, sus miradas fijas en mí.

Mis ojos se encontraron con los de Jungkook, y sentí que el rubor subía por mis mejillas al recordar nuestro encuentro anterior. Él me sonrió tímidamente, pero no pude evitar sentirme un poco incómoda al pensar en cómo nos habíamos conocido.

—Chicos, esta es Crystal —dijo el líder, su voz firme mientras me presentaba al grupo—. Crystal, ellos son Seokjin, Yoongi, Hoseok, Jimin, Taehyung… y bueno, ya conoces a Jungkook.

Ellos me saludaron amablemente, pero podía sentir que estaban evaluando la situación, tratando de entender quién era yo para Namjoon y por qué estaba allí.

—¿Ya hiciste el contrato de confidencialidad? —fue lo primero que Jin soltó, mirándome con una ceja levantada.

—Hyung, no llevamos… —Namjoon comenzó a responder, pero se interrumpió con un suspiro, claramente anticipando una conversación que preferiría evitar.

Sentí cómo la tensión se acumulaba en el ambiente. El aire en la habitación se volvió denso, y por un momento, me sentí como una intrusa que había irrumpido en un espacio sagrado.

—¿Esto es en serio? —intervino Yoongi, su tono seco y desconfiado, mientras su mirada se clavaba en Namjoon—. ¿La trajiste aquí sin…?

—No voy a traer a alguien que no sea de confianza, hyung —respondió Namjoon con un tono firme, casi autoritario, que hizo que todos se callaran de inmediato.

𝐄𝐧𝐜𝐡𝐚𝐧𝐭𝐞𝐝 𝐛𝐲 𝐒𝐞𝐯𝐞𝐧 {𝐁𝐓𝐒} \°+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora