Mis ojos se fijan en los de Edward, estaba molesto igual seguía sin entender porque estaba ahí ¿Era por mí? Imposible nadie sabía que estaba en ese lugar, ni siquiera Carlos aunque la última vez también apareció de repente pero en esa ocasión Heil se lo había informado pero ese no era el caso— ¿Qué haces aquí? —su mirada se fija en Heil que sostenía mi mano, no me dejo intimidar y sigo su mirada para ver que ahora veía nuestras manos, Ed a diferencia de mi estaba seco, llevaba un paraguas y aun llovía fuertemente
—Lo mismo puedo preguntar, ambos solos ¿No? —Frunzo el ceño por sus palabras, Heil y yo no estábamos haciendo nada malo—Ven aquí
—En realidad vine sola—me sentía con la valentía suficiente para enfrentarlo, encima no podía ir estando Heil tan vulnerable—Y tú también—veo que frunce el ceño se acerca para tomar mi mano y alejarme de Heil— ¿Qué crees que haces?
—Alejándote de él, mi paciencia tiene un límite Esmeralda—lo veo a los ojos, estaba molesto ¿Eran celos? Aunque era ridículo porque no había nada de que tenerlos, encima Heil me acaba de decir que no le gustaban las mujeres aunque Edward no sabía eso tampoco podía decírselo cuando había prometido no divulgar la información
—Esmeralda creo que debes irte, yo también lo hare—siento como Heil coloca su chaqueta sobre mis hombros cubriéndome del frio—Nos veremos en la universidad el lunes ¿De acuerdo?
—No—lo veo—Te llevaremos, me estabas acompañando solo eso—veo a Edward que solo se acerca a mí para quitar la chaqueta sobre mis hombros y lanzársela a Heil para luego poner el paraguas entre mis manos y quitarse su chaqueta para ponérmela, nunca lo había visto así
—Está bien, vamos—siento como me toma de los hombros y veo de reojo como Heil nos sigue hasta el auto, subo en la parte de atrás para disgusto de Edward, estaba siendo grosero y eso me molestaba— ¿La misma dirección?
—Si—escucho el susurro de Heil y lo veo parecía centrando en sus pensamientos, seguro hablar conmigo lo llevo a abrir varias heridas igual que a mí, no quería que las cosas fueran a si, le gustaba más el Heil bromista
—Heil sabes que puedes confiar en mi ¿Verdad? —le susurro para que Ed no fuera capaz de escucharnos, Heil me observa y sonríe—No te preocupes
—No estoy preocupado por mi Esmeralda—noto ve de reojo a Ed que parecía tenso—Aun así se ve bien—frunzo el ceño y él se ríe—Estaré bien
—Eso espero—me saca un pulgar de forma que está bien y yo ruedo los ojos, el auto se queda en un silencio absoluto y veo de reojo a Edward que parecía molesto todavía ¿Por qué se había molestado tanto? Esperaba que no la pagara con Heil— ¿Qué hacías en el cementerio Edward? —Heil me golpea yo lo observo y me hace seña de que haga silencio
—No lo sé ¿Qué hacías tú en el cementerio? —nos ve por el retrovisor—ambos, porque si es por tu padres podrías haberme pedido a mí que fuera contigo
—Claro como contestas mis mensajes a cada segundo—veo a mi amigo juntar las manos en modo de suplicar, no quería verse envuelto en nuestra pelea
—Tanto como me escuchaste sobre beber—frunzo el ceño, había notado que habíamos bebido ¿Cómo? Veo de reojo con Heil me muestra la botella que llevaba, me cubro el rostro al ser descubierta—Sabes que no puedes beber
—Y sabes que soy lo suficiente mayor para cuidarme sola
—Claro estando con un hombre solo en un cementerio a esta hora
—Nunca le haría nada malo a Esmeralda si me lo preguntas
—Qué bueno que no te lo pregunte—bien algo estaba mal en Edward ese día
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Un nuevo mundo
RomansaTERCER LIBRO DE LA SAGA DEL GORRION Nunca me di cuenta de que todos tenemos nuestro mundo, tenemos diferentes perspectivas de el, no era conciente de ello hasta hace poco pero están esos momentos donde termina entrelazados tu mundo con otros, es ah...