capitulo 10

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Rapunzel luchó desesperadamente por levantar la cabeza

Estaba aferrada a su sombrero, aferrándose a su querida vida. Pero cuanto más luchaba, más se adentraba en el río.

Jack dio pasos rápidos hacia el muelle.

Su otra predicción resultó ser cierta. Rapunzel Corona se había tirado al agua a pesar de no saber nadar

Jack se detuvo al final del muelle y miró a Rapunzel tambaleándose

"Niña tonta, solo necesitaba comer, ponerse el estúpido sombrero e irse a casa. ¡Qué alboroto causó cuando podría haber hecho esa tarea tan simple"

Jack rodó sus ojos y apretó los labios, luego se zambulló en el río.

Bajo el sol, los paneles de madera del muelle que tocaban su mejilla estaban calientes.

Rapunzel se dio cuenta de que había salido a salvo del agua después de sentir la intensidad del calor. Pero el alivio duró poco cuando el dolor y el miedo ocuparon su lugar.

Rapunzel se estremeció. Un diluvio de tos salió de sus labios. Incluso en su estado actual, todavía, se negaba a soltar el sombrero que sostenía.

Poco después, jack escupió una mezcla de respiraciones superficiales y se rió en voz baja.

Rapunzel lo miró fijamente.

—¿Cómo... pudiste... hacer algo como esto...?—

Preguntó con voz jadeante y le dio a Jack una mirada que parecía decir lo desagradable que era

Su risa incluso se hizo más fuerte cuando Rapunzel finalmente pudo recuperar el aliento.

Tenía los ojos rojos, pero no lloró. En cambio, mantuvo la mirada fija en Jack, el hombre malvado con una sonrisa amistosa.

Después de no pensar en qué decir y se puso de pie.

Las líneas de su cuerpo estaban sorprendentemente expuestas detrás de la ropa delgada y mojada. Jack luego la miró, mientras descansaba en el piso de madera, posando como si estuviera tomando el sol.

Todavía se centró en sus hombros temblorosos cuando Rapunzel agitó su sombrero empapado hacia él.

Las gotas de agua le salpicaron la cara. Era la única manera de vengarse

Después de usar un sombrero que todavía goteaba agua, se echó hacia atrás la falda. Miró a Jack con ojos provocativos.

—¿Es divertido?—

—Estoy empezando a aburrirme un poco—

Jack dijo, mientras se secaba la cara húmeda con la mano. Su risa se desvaneció pronto y volvió a su mirada neutral

—Rapunzel , tu gratitud

Jack subió lentamente las mangas de su camisa mojada.

—Tu gratitud a tu salvador—

Se burló de ella, quien  lo miró con incredulidad.

—No creo que nada de esto hubiera pasado si no hubieras tirado mi sombrero al río—

—No—el peliblanco frunció el ceño. —Esto no habría sucedido si te hubieras comido pacientemente el sándwich y luego te hubieras ido—

"Este tipo está loco"

Rapunzel frunció el ceño

—Y también, si no hubieras tomado la tonta decisión de tirarte al agua aunque no sepas nadar—

Rapunzel apretó los dientes y encorvó la espalda pensando en su tío Aster, todo es por el...solo por el

—Gracias por salvarme, Su Gracia.—

—Otra vez—

Jack se burló

—Una vez más. Como una dama

Ni siquiera esbozó una sonrisa o una carcajada.

—Por favor acepte mis más sinceras disculpas, Su Gracia; No soy como las otras damas aristocráticas. Ni siquiera soy una dama.—

Jack, sin expresión, miró en silencio a la rubia pequeña, quien filtró sus palabras de frustración.

Las gotas de agua en las yemas de sus dedos cayeron sobre su pie.

—No importa quién seas tu, sigo siendo el duque—

Se burló

Rapunzel agarró su falda empapada y su cuerpo se puso rígido y con un suspiro cansado

—Muchas gracias por salvarme la vida, Su Gracia—

Hizo una reverencia cortés, muy parecida a la elegante dama que Jack había querido que fuera.

Asintiendo con la barbilla, jack le dio un pase a su gratitud de dama.

—Entonces, regresaré ahora. Me despido de usted, Su Gracia—

Con firmeza, Rapunzel se dio la vuelta, dejando a Jack inmóvil en el muelle.

Rapunzel corrió más y más rápido, aumentando constantemente su velocidad.

Solo quería alejarse de ese hombre

Un día, ella lo vio por casualidad. Cómo Jack y Moana estaban dando un paseo por el bosque.

El elegante caballero escoltaba a la seductora dama.

Esa escena era como algo salido de un cuento de hadas

El viento voló repentinamente el sombrero de Moana cuando llegaron al final del camino.

Jack se acercó lentamente al sombrero, lo tomó y se lo devolvió.

Su gesto fue tan sereno y elegante.

Pero ahora

Ese elegante caballero la había humillado hoy con el mismo gesto gracioso que había hecho ese día.

Rapunzel dejó de correr al darse cuenta del drástico contraste en su actitud hacia ella y Moana

Su tez se había vuelto de un color blanquecino. Tropezó con la hierba para vomitar la comida que había metido en su estómago.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero se negó a llorar.

No quería llorar por Jack

Una vez que sus náuseas habían remitido

Rapunzel se dirigió al camino que conducía a la cabaña mientras se frotaba los labios nuevamente con el dorso de la mano

Pero algo le faltaba o por lo menos sintió eso

—Mis lentes…—

La cara de Rapunzel se arrugó en un instante.

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