Pietà

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 «Las personas se engañan unas a otras del modo más natural y, sorprendentemente, sin resultar lastimados.»

Osamu Dazai

Mientras Lucifer ofrecía su brazo como apoyo para Julia, ella lo mira con cierto recelo.

Lucifer: Por favor ángel, nunca escuche de nadie que muriese por unos huevos revueltos y un poco de jugo de naranja.

Julia aun con cierta incertidumbre toma el brazo de Lucifer y estos salen al patio de la casa, en un hermoso jardín en algún lugar del centro había una mesa ya lista con dos charolas para el desayuno y una única rosa y una vela en medio de todo.

Julia: Así que, así es como vive el dueño de la ciudad de Newheaven.

Lucifer: Te refieres a ¿solitario y en medio de la nada?

Julia: Me refiero a acomodado y lleno de atenciones y gente que lo atienda.

Lucifer se recuesta un poco sobre la silla y sostiene su barbilla mientras piensa.

Lucifer: Supongo que es una manera de verlo ángel, sin embargo, mis padres eran los dueños de la ciudad, yo solo llevo sus nombres, en cuanto a las comodidades, te aseguro que dejaría todo esto por estar en una cabaña tranquilo y una hoguera que me caliente y me alimente, sobre las personas, la única razón por la que no lo dejo todo y me mudo a la cabaña es por ellos, eran trabajadores de mis padres, los atendían a ellos, algunos se encargaban de las tierras, mantenimiento, algunos otros eran mis tutores o profesores desde casa para aprender lo necesario, pero te aseguro que nadie aquí me atiende, he dejado claro que no quiero que nadie me sirva, que pueden quedarse en la casa si así lo desean para continuar sus vidas, mantendré sus sueldos, pero nadie me servirá más que yo mismo.

Julia: ¿En dónde están tus padres? Seria interesante ver quien te crio

Lucifer con una sonrisa burlesca responde

Lucifer: Bueno, lamento decepcionarte ángel, pero mis padres murieron hace cinco años ya cuando tenía veintiuno, aun sin embargo con esa manera de expresarte y hablar con valentía, me hubiera encantado que los conocieras, quizá hasta le hubieras podido decir uno o dos cosas por mí.

Julia: Lamento mucho tu perdida, no sabía...

Lucifer la interrumpe

Lucifer: No lo sientas ángel, la ciudad ya derramo suficientes lagrimas por los duques de Newheaven.

Julia: ¿Y que hay de su hijo?

Lucifer sonríe ingenuamente al ver a Julia

Lucifer: De verdad que eres curiosa ¿no ángel? En cualquier caso, te aseguro que he derramado suficientes lagrimas por mis padres.

Julia ve un par de esculturas alrededor del patio.

Julia: Son muy bonitas.

Lucifer: Muchas gracias ángel, he puesto mucho corazón en ellas.

Julia: ¿Las hiciste tu?

Lucifer: Al igual que los cuadros en el estudio.

Julia: ¿El nacimiento de Venus era tuyo también?

Lucifer: Me alegra ver que lo vieras, empezaba a creer que pasaría por alto el gesto

Julia: ¿El gesto? ¿La pintaste por mí?

Lucifer: Podríamos decir que me sentí inspirado por ti, si, como una musa.

Julia: ¿Otro apodo para tus conquistas?

Lucifer: Te aseguro ángel, que no hay nadie que llame mi atención de la manera en que tú lo haces.

Lucifer toma la rosa y la extiende hacia Julia, como una muestra de su afecto, Julia algo nerviosa toma el encendedor que habían usado para encender la vela y quema la rosa.

FallenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora