Fallen

The Nightmare

«Comencé a pensar que no me era posible vivir con otros seres humanos. Las personas no muestran lo terrible que son. Basta que se dé la ocasión para que muestren su horrenda naturaleza [...] este carácter innato es una condición esencial para que el ser humano sobreviva. Al pensarlo, perdía cualquier esperanza sobre la humanidad.»

Osamu Dazai

Julia estaba despertando aun con ciertos bostezos, pero aun recordaba lo que había pasado anoche y solo no podía entender ¿Por qué no le pidió a Lucifer que la besara?

¿Realmente me gusta? ¿Si quiera lo conozco? ¿Sera verdad todo lo que me dice? Son las preguntas que rondaban en la cabeza de Julia desde anoche.

De igual manera no contestaria nada solo pensándolo, seria mejor que hablara con Lucifer.

Pero no lo encontraba por ningún lado, esta vez ella desayuno por si sola.

Al terminar de desayunar Julia se alista para ir a su turno, escucha como Lucifer llega en su Karmann Ghia

Lucifer: ¿Ángel?

Grito Lucifer desde la primera planta, a lo que Julia sale a ver desde el balcón de la entrada principal.

Rápidamente baja las escaleras y ve a Lucifer frente a la puerta abierta del carro, el cual en el asiento del coconductor había un ramo gigantesco de rosas.

Lucifer: ¿Lista para que te lleve a tu turno?

Julia: ¿Y las rosas por qué son?

Preguntaba Julia con una sonrisa en su rostro.

Lucifer: Solo por ser tú, ángel

Julia sonríe de oreja a oreja.

Julia: Escucha Lucifer... Yo.

Lucifer la interrumpe.

Lucifer: Tranquila ángel, estamos bien... No pasa nada.

Julia un poco decepcionada decide dejarlo así de momento, después de que ayudaran a poner en agua las rosas y llevarlas a la alcoba de Julia ambos se dirigen al hospital.

Ambos disfrutan el viaje, pero la tensión es clara, se podría cortar con un cuchillo para mantequilla.

Lucifer decidido poner música para aligerar el viaje.

Ambos no dijeron ni una sola palabra en todo el camino, pero ambos sabían que significaba cada uno de los segundos de silencio del otro.

Al llegar al hospital.

Lucifer: Paso por ti cuando acabe tu turno.

Julia: Claro, gracias.

Lucifer: Cuídate ángel

Y todos miraban como Julia se bajaba del carro del ángel caído de Newheaven, las compañeras de Julia se acercaban a ella para enterarse de todo lo que había pasado, pero Julia simplemente no podía dejar de pensar en todo lo que paso y en cuanto quería llegar ya a casa con Lucifer para poder terminar lo que empezaron la noche anterior.

En otro lado de la ciudad, se encontraba Miguel Sanzio y Lucio Delacroix platicando acerca de que no podrían contener por mucho más tiempo la amenazas y que si se acercaba una guerra, necesitarían a Lucifer.

Miguel: No, no me asociare con Lucifer.

Lucio: Miguel, lo que sea que tengas en contra de Lucifer, debe parar, sabes que esta guerra es una amenaza para todo Newheaven, no solo para nuestro estilo de vida, sino para todo habitante de Newheaven.

Miguel Sanzio el ángel de la justicia en Newheaven y Lucio Delacroix el ángel de la misericordia.

Eran de las pocas personas que sabían lo que se estaba tejiendo entre las sombras de los callejones de Newheaven, había una amenaza muy grande, los simples vándalos que Lucifer torturaba y usaba para sus pinturas serian un chiste en comparación con lo que en ese momento se estaba generando en las entrañas de Newheaven.