lhee (Tres)

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Rubí y esmeralda chocaron, los ojos de Izuku brillaban mirando a su mejor amigo. Lo había extrañado mucho, pero no iba a decirlo. Katsuki estaba en trance mirando al peliverde. Era más alto y más corpulento que la última vez que lo había visto. Aunque era entendible ya que la última vez que lo miro Izuku tenía 16 años. Katsuki recorrió todo su cuerpo. Pantalones anchos, camisa negra holgada. Sus pecas en sus mejillas y parte de su cuello.

“Olvidaba lo adorable que era el maldito nerd de mierda...”

Una tos fingida los hizo salir de su trance, haciendo que Izuku y Katsuki se voltearan hacia Mitsuki que abrazo al peliverde estrujandolo con fuerza

— ¡Izuku! Por dios, que enorme estás. La vez que nos fuimos eras un niño. Estás tan grande — Mitsuki apretaba las mejillas de Izuku con fuerza, mientras Katsuki soltaba gruñidos bajos.

— Deja a Deku en paz, vieja bruja. Vas a dejarlo sin pecas si sigues haciendo esa mierda. — Bakugo gruño. Haciendo que él y Mitsuki empezarán a discutir otra vez.

— ¿Que tal has estado, Izuku? — Pregunto suavemente Masaru. Le daba un aire de confianza al peliverde

— He estado bien, Bakugo-san. Estudiando y esas cosas.

— Me alegro mucho de eso. Katsuki te extraño mucho estos años, era como si faltará una parte de él. Aunque no lo creas tiene mucho cariño hacia ti muchacho. — Masaru sonrió acomodando sus lentes. El corazón de Izuku revoloteo al escuchar que Katsuki lo había recordado en estos cinco años lejos. Se sentía feliz al saber que su amigo no se había olvidado de él. La velada paso calmadamente entre una charla amena entre los adultos y el peliverde, Katsuki solo se mantuvo al margen escuchando.

Izuku se levantó con el estomago lleno, su madre y Mitsuki se encargaron de que todos comieran

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Izuku se levantó con el estomago lleno, su madre y Mitsuki se encargaron de que todos comieran. Tal vez demasiado.

Él abrió la boca para despedirse pero la rubia mayor hablo.

— Masaru y yo nos quedaremos en la habitación de invitados. Inko dormirá en su habitación y Izuku y Katsuki se quedarán juntos. Tienen mucho que hablar. ¿Verdad Katsuki? — El rubio solo chasqueo la lengua murmurando algo. Izuku abrió la boca para replicar pero fue cortado por su madre — ¡Me parece una buena idea! Se quedarán en la habitación de Izuku.

Izuku no pudo negarse así que sonrió y asintió ante la petición. Unos minutos después él estaba sentado en su cama en un silencio incómodo con el rubio sentado en un futón en el suelo. Él soltaba gruñidos y hacia ademanes de empezar a hablar pero luego se quedaba en silencio mirando hacia un juguete de All Migth pegado en la pared. Todo el cuarto de Izuku estaba repleto de cosas del famoso héroe. Era muy....muy Izuku.

— Y...¿Que tal te fue en México? Fue por tu cáncer, ¿No? — Izuku empezó a hablar. El cuerpo de Katsuki se tensó y su rostro palideció.

— ¿Cómo...? — Las palabras murieron en su garganta.  No había manera de que él lo supiera. ¿Había Sido su madre? ¿Que pensaría Izuku? Seguro lo vería como un enfermo de mierda.

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