Taehyung había visto aquel omega un sin fin de veces a través de las vitrinas.
Pese a su deseo de querer hablarle, verlo todas las noches irse en compañía del mismo alfa de siempre le impedía siquiera mirarlo directo a los ojos.
Incluso si la vida l...
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—Me gustaría hacer una entrevista presencial, ¿Este Lunes está bien?—
Bajo las escaleras al mismo tiempo que sostenía el celular contra su oído.
—Por supuesto, el Lunes a primera hora—
—Perfecto, hasta entonces, que tenga buen fin de semana—
Colgó la llamada después de eso.
En esos días había entrevistado a un par de personas para el puesto de repostería, sin embargo, ninguno llenaba por completo los estándares que su antiguo repostero dejo.
Si bien, todos los aspirantes eran buenos, Taehyung sabía perfectamente que ser bueno no es suficiente.
Necesitaba una persona que logrará igualar o superar a su antiguo repostero.
—Será un asco si este chico no es tan bueno como dice—
Bajo a la zona de estacionamiento, llendo directo a su moto.
—Luces cansado, ¿todo bien?—
Sonrió apenas al ver al omega recargado en la moto, con el casco en las manos.
—¿No podías esperar afuera?—
Se acercó, abrazando con fuerza al omega, sintió su corazón relajarse cuando el aroma del contrario le envolvió.
Sin embargo, se alejó lo antes posible.
—Te extrañe mucho Seokjin—
El omega le sonrió, igual de bonito que siempre.
—Yo igual te extrañe—
Sacó las llaves de su chaqueta, encendiendo la moto después.
—¿Cómo está tu esposo?—
—Esta como loco, no para de buscar pediatras y psicólogos para infantes, desde que le conté del embarazo a tenido los nervios al tope—
Movió apenas su moto, apuntando está a la salida, subiéndose primero para balancear está.
—Entiendelo, es un alfa el cual va a tener su primer cachorro, te ama demasiado y se preocupa por ti— le hizo una señal a Seokjin para que esté se subiera. —Corrección, se preocupa por ambos—
—Por eso quise venir a verlos, mi alfa está demasiado sensible, parece que los efectos del embarazo los está sufriendo él—
Vio por el espejo como Seokjin se colocaba el casco.
—Dejas a tu alfa en otro país abandonado mientras tu disfrutas de la vida, que malo eres—
Sintió cómo el otro se subía sin problemas en la moto.
—Tenía que venir a ver a mis tíos y primo favoritos, una vez que crezca este frijol ya no podré viajar como quisiera, y los veré después del parto—
