ᴘʀᴏ́ʟᴏɢᴏ

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Sollozó a la vez que se arrastraba en el suelo buscando alejarse.

El pecho le dolía, sentía sus pulmones cerrarse a causa del miedo dificultando su respiración.

La lluvia le dificulto ver quienes eran esos alfas que se acercaron a él.

Ni siquiera estaba seguro si eran alfas.

El pánico le invadió todo el cuerpo, no podía percibir a qué casta pertenecen esos sujetos.

Debió de haberse quedado en casa.

¿En qué estaba pensando cuando quiso hacerse el digno y tomar su pequeña maleta con ropa?

Fue un error, a pesar de lo que vio pudo haberse quedado.

Eran casi las once de la noche.

No había transporte público a esa hora, se expuso demasiado a qué algo pudiera pasarle.

—Oye bonito, ¿necesitas ayuda con eso?—

Su garganta se le cerró.

No estaba seguro si su piel perlada se debía a la lluvia o al sudor de su cuerpo.

Cerró los ojos cuando sintió una punzada en su cadera.

—Déjenme en paz—

Debió de haber rodeado a esos tipos del lado de la calle y no por el lado de los establecimientos, el callejón a su espalda podría ser un escenario perfecto para que le hicieran daño.

Puso su maleta por delante a la vez que avanzaba, sin embargo, uno de ellos le puso enfrente.

Apretó con fuerza su maleta.

El dolor en su marca era suficiente para hacerlo querer tirarse al suelo y gritar.

—¿Seguro que estás bien? Podemos ayudarte—

No podía verle el rostro, las luces de la calle estando a sus espaldas hacía sombra en la cara del tipo.

Aún así, le gruñó mostrando sus colmillos, esperando que ese pequeño intento de defenderse fuera suficiente para alejarlos.

—Pero si eres un cachorro—

La risa de esos tres tipos fue como un pinchazo en su pecho.

—Déjenme ir—

Retrocedió un paso cuando vio que intentaba tocarle el rostro.

Se sintió tan mal el hacer crecer sus garras, pero necesitaba alejarlos, antes de que las feromonas de su celo ocasionarán algo peor.

Aún cuando se alejó, aquel tipo le tomó de la nuca, casi jalando su cabello, solo para acercar sus rostros.

Alzó su mano, amenazando al sujeto con sus garras.

—Ya suéltame—

Mordió su lengua cuando sintió un líquido caliente escurrir de su entrada.

La lluvia socultaba las lágrimas que derramaba.

Estaba siendo un pésimo día, estaba seguro que no lo dejarían ir, tal vez eran tres alfas, o hasta betas, ya no estaba seguro.

Creyó por un momento que su sentido del olfato no estaba funcionando, hasta que pudo percibir un aroma conocido.

Miró detrás del tipo, buscando al dueño de ese aroma a cedro y menta.

Sollozó cuando pudo distinguir a esa persona.

—Deberían de soltarlo— sintió alivió cuando escuchó su voz. —Por su propio bien—

Tal vez, solo tal vez, la diosa Luna no se había olvidado de Jungkook.

Tal vez, solo tal vez, la diosa Luna no se había olvidado de Jungkook

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•Omegaverse.
•Taehyung Alfa/ Jungkook Omega.
•Historia completamente de mi autoría.
•Prohibido adaptaciones, traducciones, o publicaciones en otra plataforma sin mi autorización.
•Posible mención de otros shipp's.
•Historia corta.

—VenaiJK

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