Después de unos toques en la puerta pudo ver a Zeha asomar ligeramente la cabeza.
—Ya llegó la persona para la entrevista—
Dejó los papeles que sostenía sobre el escritorio.
—Que pase por favor—
A los pocos segundos pudo ver a un joven entrar por la puerta, a juzgar por su apariencia, eran de la misma edad, la única diferencia era que aquel sujeto es un omega.
—Buenas tardes—
El aroma a cereza del omega llego a él cuando se acercaron para saludar, dando apenas un apretón de manos.
—Buenas tardes, Hoseok ¿cierto?— se sentó al mismo tiempo que él otro, recibiendo una confirmación de su parte.
—Traje mi currículum, está en la escuela de repostería a la cual asistí y los lugares donde he trabajado—
Recibió por cortesía aquellos papeles.
—Estudiaste en una buena escuela, escuchó maravillas de las personas que salen de ahí— asintió conforme leía el currículum, el chico tenía un buen perfil para el puesto.
Miró también los datos del chico, Jung Hoseok, de veintitrés años, omega ya marcado, con sus estudios completos y poco más en la repostería.
Taehyung pudo darse cuenta que Hoseok era un joven que contaba o contó con el apoyo de sus padres o personas externas, ya que a su edad había culminado todos sus estudios y dedicarse a un hobbie sin dificultades.
Hoy en día una persona no podía darse el lujo de dedicarse completamente a aprender un oficio sin contar con la ayuda de alguien externo a sí mismo.
—Para ser honesto, en este lugar no nos basamos en cuántos trabajos has tenidos, o en donde has trabajado, si no en tu trabajo, ¿tienes tiempo para hornear algo?—
Pudo ver qué su sugerencia tomó desprevenido a Hoseok, ya que este quedó en silencio por unos segundos, estático en su lugar, hasta que esté pareció armarse de valor.
—¿Qué le gustaría probar?—
Sonrió por la seguridad y decisión del omega.
—Sorpréndeme—
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Carrousel | Taekook
FanficTaehyung había visto aquel omega un sin fin de veces a través de las vitrinas. Pese a su deseo de querer hablarle, verlo todas las noches irse en compañía del mismo alfa de siempre le impedía siquiera mirarlo directo a los ojos. Incluso si la vida l...