Capítulo 38: Frío Silencio

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En las instalaciones del director, me encontraba en un estado de calma tensa, acompañado por Kanao, quien mostraba una preocupación evidente por la situación. El silencio en la habitación solo aumentaba la sensación de inquietud que me invadía, y no podía evitar sentir una creciente ansiedad ante lo que estaba por ocurrir.

Prácticamente había desobedecido las órdenes del director al escapar, y sabía que no sería fácil explicar mis acciones. También estaba el hecho de que tendría que enfrentar a mi madre y a mis amigos, quienes estuvieron buscándome desesperadamente durante los días en que desaparecí.

Le prometí a Kanao que le daría explicaciones sobre lo que ocurrió, sobre las razones que me llevaron a actuar de esa manera. Pero por ahora, solo podíamos esperar a que el director llegara a esta habitación para enfrentar lo que vendría después. Mi mente repasaba los eventos que habían llevado a este momento, tratando de ordenar mis pensamientos y preparar mis palabras, pero la tarea se sentía cada vez más abrumadora.

Solo quedaba esperar y enfrentar las consecuencias de mis decisiones.

"¡!"

En ese momento la puerta de la habitación se deslizó suavemente, rompiendo el silencio.

Al levantar la vista, vi al director Kagaya entrar con su característico paso tranquilo, acompañado por la serena presencia que siempre lo rodeaba, acompañado también de su esposa, la sub directora Amane.

Su rostro, aunque marcado por la enfermedad, mantenía la calma y el entendimiento que siempre me habían dado fuerzas.

Kanao y yo nos inclinamos respetuosamente, pero antes de que pudiera decir algo, Kagaya levantó una mano para detenernos.

"Joven Kamado, joven Tsuyuri" - Dijo, su voz suave pero firme - "Ya he sido informado de lo que ha ocurrido, es bueno verlos a salvo"

Kagaya tomó asiento frente a nosotros, su mirada fija en mí.

Sentí un nudo en la garganta, pero debía enfrentar esto.

"Director... lo siento" - Empecé, mi voz temblando ligeramente - "Yo... no debí haber escapado sin decir nada... yo... tuve mucho miedo en ese momento... fue"

Kagaya asintió, sin mostrar signos de enojo.

"Entiendo, Joven Kamado. El miedo puede ser un poderoso impulsor, y a veces nos lleva a tomar decisiones que no habríamos considerado en circunstancias normales. Lo importante es que ahora estamos aquí, y podemos abordar la situación con calma y claridad"

La subdirectora Amane, se acercó un paso, su expresión reflejando una mezcla de comprensión y seriedad.

"No obstante, joven Kamado, tu intento de querer alejarte, casi te cuesta muy caro la vida y tu anonimato. Necesitamos tu compromiso en que no vuelva a ocurrir por segunda vez"

Kagaya se inclinó hacia adelante, sus ojos fijos en mí con una intensidad tranquila.

Sus palabras resonaron en la habitación, y el peso de su advertencia me hizo sentir aún más el impacto de mis acciones.

El director asintió en acuerdo, su mirada manteniendo su serenidad habitual, pero con un destello de preocupación en sus ojos.

"Es cierto, joven. El riesgo que corriste al actuar por tu cuenta fue significativo. La situación en la que te encontraste no es algo que pueda tomarse a la ligera. Sin embargo, como ya mencioné, es importante que ahora nos enfoquemos en lo que podemos hacer para resolver esta situación cuanto antes"

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