VALERIA FORT | MADRID
Con respecto a lo de ayer, no tenía claro qué era lo que me había pasado. Hacía mucho tiempo que no tenía un ataque así, porque según yo, esa situación ya estaba superada. Pero estaba mintiendo, algo en lo que siempre fui buena, porque aprendí del mejor, mi ex.
No voy a mentir, me da pánico pensar en él, en sus tratos, en sus mentiras y en muchas cosas más. ¿Las mentiras repetidas se hacen realidad? Siempre tendré esa pregunta en mente, aunque no lo quiera admitir, aunque me dé miedo.
-Buenos días -dijo Marta mientras me ofrecía un té.
-Buenos días, sabías que no hacía falta -respondí con una leve risa mientras me sentaba en la cama para tomar el té.
-Lo que te pasó ayer no fue normal -me miró y se sentó en la cama-. No es normal en ti.
-Nada es normal, yo no soy normal -la miré y le di un sorbo al té-. Marta, tienes que entender que en mi vida todo es... ¿cómo decirlo? ¿Agridulce?
-Solo estás exagerando, tu vida puede ser completamente dulce si buscas ayuda profesional -dijo ella mirándome con preocupación.
-No todo es como crees. Desde que estoy aquí en Madrid, todo es mil veces mejor -la miré-, y no, no pienso buscar ayuda profesional.
-Yo no te pienso obligar -ella solo se encogió de hombros.
-Te quiero, nana -le sonreí y le di un beso en la frente-. Gracias por estar aquí.
-No hay nada que agradecer, lo hago porque te amo -dijo ella con una sonrisa.
La mañana pasó con normalidad, nada fuera de lo común, nada que no pudiera manejar, lo cual me relajaba. Me gusta saber que nada impredecible puede pasar.
NIL OJEDA | MADRID
Eran las 01:30 y yo recién me estaba levantando. Los editores ya habían hecho todo el trabajo, solo quedaba subir el vídeo.
Desde mi habitación, podía escuchar a Misho y Guanyar hablando, lo cual no me sorprendía. Solo sabían hacer eso, todo el tiempo hablando sobre fiestas y mil cosas más.
-Buenos días, princesa -dijo Misho con tono burlón.
Le respondí con una sonrisa sarcástica mientras me preparaba unas tostadas con huevo.
-Qué día de mierda -se quejó Guanyar-. ¿Pinta fiesta?
-Sí, sí, hay que invitar a los mismos de siempre -respondió Misho mientras cogía su móvil para enviar mensajes.
-Vas tú a invitar a las vecinas, ¿no? -dijo Misho.
-Vale -respondí mientras me comía mis tostadas.
Estos dos estaban locos. En menos de dos semanas ya habían organizado dos fiestas. No les podía decir nada, ya que todo esto lo pagábamos entre los tres, y realmente a mí me tocaba la menor parte, ya que solo tenía que invitar a las vecinas y a los de la Epic.
Lo único bueno de estas fiestas es que veo a Sara, la cual, desde que su relación con Plex parece ir mal, no ha parado de ignorarme. Se me hace gracioso, ya que yo nunca lo he hecho con ella, y nos conocemos desde que éramos unos críos, bueno, desde que yo era piscinero y me creía el más guay de todos.
Después de desayunar, los preparativos para la fiesta empezaron a tope. Misho y Guanyar estaban revolviendo el salón, moviendo los muebles para hacer espacio. Mientras tanto, yo me encargaba de buscar la música y mandar algunos mensajes para confirmar quiénes vendrían.
-¡Tío, esto va a ser un puto fiestón! -gritó Guanyar desde el salón, casi tirando una lámpara mientras movía un sofá-. Solo espero que las vecinas no nos denuncien, aunque pensándolo bien, podríamos invitar a algunas para que se callen la boca.
-O para que nos hagan ruido en otro sentido, ¿no? -añadió Misho con una sonrisa maliciosa mientras sacaba unas cervezas de la nevera.
-Eres un cerdo, tío -le respondí con una risa-, pero no voy a mentir, buena idea. Aunque mejor invito a Valeria antes de que se moleste por el escándalo.
-Claro, claro, invita a tu vecinita que seguro que está deseando venir -dijo Misho, dándome un codazo-. Y si se queda hasta tarde, pues mejor para ti, ¿no?
-Eres gilipollas, Misho -le respondí, levantándome del sofá-. Voy a invitarla, pero si se queda es porque quiere, no porque tú te estés imaginando cosas.
Me levanté y salí del departamento, cruzando el pasillo hasta la puerta de Valeria. Respiré hondo y toqué el timbre. Sabía que Valeria y yo habíamos estado más cercanos últimamente, pero no quería que pensara que solo la invitaba por la fiesta o por hacer ruido. A los pocos segundos, escuché pasos del otro lado y la puerta se abrió, revelando a Valeria.
-¡Ey, Valeria! -le dije con una sonrisa-. ¿Qué tal? Mira, estamos organizando una fiesta en mi piso esta noche, y bueno, queríamos invitarte. No es nada muy loco, pero habrá buen ambiente, música y, obviamente, las mejores compañías.
Valeria me miró con una expresión que mezclaba sorpresa y diversión.
-¿Una fiesta? -preguntó, arqueando una ceja-. ¿Y me invitas ahora? ¿Pensabas que me iba a quejar del ruido o qué?
-¡Para nada! -le respondí rápidamente-. Es que pensé que te gustaría venir, pasar un buen rato y, ya sabes, desconectar un poco. Además, preferiría que estuvieras dentro pasándotelo bien que escuchando música desde tu cama.
Ella se quedó un momento en silencio, como si estuviera pensando si decir que sí o no. Luego sonrió ligeramente.
-Vale, está bien. Me pasaré un rato, pero no me quedo hasta muy tarde -respondió-. Tengo cosas que hacer mañana, así que tampoco quiero acabar hecha polvo.
-Perfecto, nada de presión. Ven cuando quieras -le dije, sonriendo-. Te aseguro que no vas a arrepentirte. Va a ser divertido, lo prometo.
Ella asintió y yo le hice un gesto con la mano antes de volver a mi departamento. Apenas crucé la puerta, Misho y Guanyar me miraron expectantes.
-¿Y qué? -preguntó Guanyar con una sonrisa traviesa-. ¿Viene o no viene?
-Sí, viene un rato, pero nada de pasarse -respondí, dejándome caer en el sofá-. Y no seáis unos capullos, ¿vale? Tratadla bien.
-Claro, claro -dijo Misho, alzando las manos en señal de inocencia-. Nosotros solo queremos que se lo pase bien... y, bueno, tú también, ya sabes a qué me refiero.
-Venga, dejad de joderme -les dije, aunque no pude evitar reírme-. Vamos a centrarnos en que todo esté listo antes de que lleguen todos.
Con eso, seguimos preparando la fiesta, asegurándonos de que la música estuviera lista, las bebidas frías y el ambiente perfecto para una noche de risas y buena compañía. Aunque la broma y los comentarios de mis amigos me hacían reír, tenía en mente asegurarme de que Valeria lo pasara bien y se sintiera cómoda. A fin de cuentas, más allá de las bromas, quería que todo saliera de puta madre.
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Los próximos 2/3 capitulos son edición especial, más de 1500 palabras, pero todo esto es por la fiesta me pareceas como hacerlo hacerlo así, pero si quieren que vaya subiendo episodios cortos pero muchos díganme
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bittersweet love- nil Ojeda
Fanfictionsi eres misho, nil, gorgo, Carlitos, guan, werly , clavero o cualquier amigo cercano de Nil no leas esto.