bittersweet love- nil Ojeda

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VALERIA FORT | MADRID

7:30 AM

Con ganas de matarme a full, si soy honesta, pero bueno, la vida es dura. Una de mis mil alarmas me despertó para poder ir a mi querido trabajo.

Hoy era uno de esos días en que no tenía ganas de nada, pero había dormido genial, aunque, siendo honesta, no dormí más de 5 horas.

—¿Ya estás aquí? —miré a Marta con su maleta color rosa—. Yo ya me voy.

—Claro, mi amor. Nos vemos para comer, ¿no? —dijo ella con esa energía de siempre.

—Lo intento, pero creo que hay reunión de tutores —la miré mientras cogía mi mochila.

Al salir de casa, vi a Mihail y a Diego saliendo a trotar, aunque hice la típica de "si no me saludas, no saludo".

—Buenos días —dijo Mihail, en forma de saludo.

—Buenos días, ¿van a correr, no? —tenían ropa de deporte.

—Sí, estamos en un cambio físico —dijo Diego, que estaba bastante entusiasmado—. ¿Tú? ¿A dónde vas?

—Voy a trabajar, soy profe de inglés —dije mientras sonreía—. Sí, ya sé, no parezco.

—Ya ves, pensé que eras influencer o algo así —dijo Mihail.

—Nada que ver, aunque no sería mala idea. Creo que podría, por lo menos, descansar más.

—Seguramente sí —dijo Diego—. No me imagino haciendo otra cosa.

Cuando el ascensor llegó al primer piso, ellos bajaron y yo me fui hasta el parking. Ahí es donde caí en cuenta de que estos chicos eran creadores de contenido, pero realmente yo no los conozco.

No quería pensar mucho en eso, aunque el gesto de Nil seguía en mi cabeza. Sé que lo hizo por amabilidad, pero realmente hubiera disfrutado esas cervezas en su compañía.

Al llegar a clase, con mi tutoría, me tocaba dar notas. Estaba súper nerviosa, ya que, en su momento, fui estudiante y odié con mi vida estas mierdas: tomar clases, las recuperaciones... y, aparte, fui una mala estudiante. Hasta mis padres se preguntan cómo llegué hasta aquí.

—Lucas —llamé a uno de los estudiantes que más me recordaban a mí.

Él se levantó y fuimos al pasillo.

—Sí, profe? —estaba muy nervioso.

—Has aprobado —le dije y sonreí—. La verdad es que te tendría que suspender, pero por muy pocas décimas lo has hecho muy bien este curso —suspiré—. No quiero verte nunca más agobiándote con esta materia, sabes que siempre vas a tener un aprobado de mi parte.

—Sí, profe, pero quiero ser el mejor —me miró con desesperación—. Solo...

—Tienes un sobresaliente, una de las mejores notas, eehh —le di el examen—. No se lo enseñes a nadie.

                                    NIL OJEDA | MADRID

Me desperté con cero ganas. Ni Misho ni Diego estaban en casa, supuse que salieron a correr. Hoy haríamos una fiesta en la zona de eventos del condominio. Vendrían casi todos nuestros amigos y más invitados. Estarían Sara y Daniel, bueno, Plex. Sara es mi mejor amiga.

Diego y Misho me dejarían en ridículo por la cantidad de invitados que vendrían de su parte, así que opté por invitar a toda la Epic House y extras de mi parte.

Así que solo tendría que esperar a la noche. Tengo que grabar un par de cosas, nada del otro mundo, así que decidí llamar a Sara.

—Hola, hola, ¿qué tal, fea?