La noticia de las citas entre Hyunjin y Seungmin se propagó como un incendio en un bosque seco. Chan, el ex esposo de Seungmin, no pudo evitar sentir una mezcla de celos y molestia al enterarse. Su corazón se apretó con fuerza, y su mente se llenó de preguntas sin respuesta.
Había sido Chan quien había perdido a Seungmin, quien había dejado escapar al hombre que una vez fue su todo. Pero ver a Seungmin acercándose a otro, especialmente a alguien tan arrogante como Hyunjin, era como un puñal en su pecho.
Las noches eran las peores. Chan se revolvía en su cama, imaginando los besos robados, las risas y los secretos compartidos entre Seungmin y Hyunjin. ¿Qué tenía el heredero que él no tenía? ¿Por qué Seungmin parecía estar dispuesto a arriesgarlo todo por él? que acaso no le importaba la imagen que está situación podría darle, era claro que esto podría mancharlo de or vida.
La respuesta era simple y dolorosa: Hyunjin era un enigma, un desafío que Seungmin no podía resistir. Y Chan, atrapado en su propio orgullo y errores pasados, no sabía cómo competir con eso. Había cometido el peor error y no, no era haberle sido infiel a Seungmin, sino más bien haber sido descubierto. Se había confiado demasiado, pensando que su ex esposo no era consciente de lo que pasaba a su alrededor, estando en su propia burbuja de fantasías e ilusiones.
Pero los celos no eran su única emoción. También estaba la molestia, una furia que ardía en su interior. ¿Cómo podía Seungmin seguir adelante tan rápido?
Chan sabía que Seungmin lo amaba al extremo de dejarse humillar por él, estaba seguro de que podía hacer y deshacer al chico como él quisiera, Seungmin lo necesitaba y le rogaba al menos un toque de su parte, por ello hervía de rabia al ver que su trofeo ya había pasado de página y estaba dispuesto a estar con su peor enemigo.
¿Hasta cuándo estarás sumido en miseria como un perdedor? Ese no es el Chan que conozco, al fin podemos estar juntos y tú decides arruinar tu vida – Jeongin miraba con molestia al hombre que en algún momento le robó el aliento, era la tercera vez que lo visitaba después de enterarse de las citas entre Hyunjin y Seungmin
Aquella noticia había dado en el ego de Chan quien se creía indispensable para Seungmin, a partir de ese día el pelinegro solo se sumergía en el sabor amargo del alcohol y evitaba salir de su departamento, aún no entendía por completo que era lo que más le molestaba y dolía de aquella noticia
No te he pedido que vengas a verme, puedes irte si tanto te molesta mi estado – mencionó desinteresado mientras tomaba de la botella que estaba a su lado, Jeongin sin dudarlo le arrebató la botella y la tiró causando un gran impacto que no causo ninguna emoción en el pelinegro quien no se atrevía a mirarlo
No entiendo que te pasa, tú no lo amas, me amas a mí. Siempre me preferiste a mí y por eso decidiste engañarlo conmigo, ¿por qué ahora te afecta que salga con Hwang? – el menor se acercó y tomó el mentón de Chan para lograr mirarlo a los ojos
Porque Seungmin me pertenece, ese chiquillo es mío, lo tenía en la palma de mi mano y no puedo aceptar que fácilmente esté con el idiota de Hwang, ese imbécil cree que puede tener todo lo que quiere – habló con amargura sin importarle la reacción de Jeongin quien lo veía ofendido
Eres un idiota, ¿cómo puedes decirme esto?, pasé la peor vergüenza por tu culpa, acepté ser tu maldito amante y te atreves a decirme que aún deseas poseer a Seungmin, ¿a qué mierda estas jugando? – gritó Jeongin a punto de derramar lágrimas. Jamás había pensado en llegar a esta situación y sentirse tan humillado.
Yo no te obligué a que fueras mi amante, te amaba, de verdad te amaba. Cada noche quería hacerte mío y te deseaba, pero Seungmin era mi esposo, por algo él tenía el maldito anillo en su dedo, era satisfactorio ver como ese lindo muñequito hacía todo para complacerme, esa sensación de poder sólo la sentí con él – murmuró Chan atreviéndose a ver a Jeongin a los ojos, viendo la amargura en el rostro de su ex amante
Eres un maldito enfermo, eso es lo que eres. Yo soy una mala persona por salir con un hombre casado, pero tú eres malvado, Seungmin no es un muñeco, es una persona – gritó Jeongin intentando golpear a Chan, quien tomó el brazo del menor con fuerza
Jeongin, solo recuerda que ya no te amo por lo que no me importaría hacerte daño si sigues siendo una molestia para mi – Jeongin intentaba salir del agarre de quien antes fue su único amor, no podía creer en lo que se había convertido, todas aquellas noches donde se entregó a él ya no significaban nada para Bang.
Ahora quiero que te largues, tengo que buscar la forma de recuperar lo que es mío, Seungmin es mi hermoso trofeo y sólo yo puedo reclamarlo – Jeongin salió del departamento sintiéndose la peor mierda, mientras que Chan se quedó en su habitación apretando con fuerza el periódico donde aparecía la pareja más popular del momento: Seungmin y Hyunjin.

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Trofeo
FanficDonde Seungmin está harto de ser visto como un trofeo por su esposo Bang Chan y Hyunjin está dispuesto a todo para tener a Seungmin