El deseo más profundo

3

Cuando Draco retorno al hogar de los Potter, a la tarde del día siguiente, las aguas se habían calmado y Harry se veía más tranquilo mientras despedía cariñosamente a su esposa, quien trabajaba por las tardes generalmente.

Malfoy observo atentamente como la abrazaba unos segundos más de los necesarios y cuando esta hubiera salido por la puerta, noto una chispa de tristeza en sus ojos. Rápida, dado que Potter la oculto rápidamente detrás de una sonrisa, pero él la había visto.

— ¿Problemas en el paraíso, Potter? —Pregunto cómo quien no quiere la cosa, fingiendo encontrar muy interesante el diseño floral de su taza de té. Sin embargo, Harry parecía estar deseando sincerarse, dado que se dejó caer en la silla de enfrente y lanzo un larguísimo suspiro, de esos que lanzan los enamorados o la gente con problemas.
Draco apostaba  más por la segunda opción—La última vez, parecías optimista—Continuo, observándolo con leve curiosidad—. Ahora, luces como si Ginny hubiera decidido dejarte.

—Discutimos—Confeso, su voz volviéndose un murmullo triste—. Ayer por la noche, nos dijimos cosas horribles. Ni siquiera llegue a mostrarle lo que había investigado, porque salió con que en realidad no quería niños y se sentía presionada por todo eso de que yo nunca tuve una familia… como si sintiera lastima por mí.

—Eso es bajo de su parte—Draco se encogió de hombros cuando Harry lo fulmino con la mirada—. ¿Qué? Es como restregarte en la cara que ella tuvo una familia y tú no.

—Resumiendo; mi vida apesta—Harry suspiro nuevamente y clavo su mirada en el—. En fin, dime algo sobre ti, te lo suplico. ¿Qué tal todo con Michael? ¿Alguna novedad en el trabajo? Distráeme, te lo suplico.

Draco soltó una leve carcajada seca.

—Si te interesa, Potter, creo que trabajar fue una sabia decisión. Ya sabía yo que no podía confiar en mi padre… pretende quitarme el derecho a mi herencia, al menos del lado Malfoy. Tengo la Black, claro, pero pretende quitarme lo que por derecho es mío…

— ¿Lucius? ¿Por qué haría algo así?

—Ya sabes, sigue resentido porque prefiera a los magos antes que a las brujas y si le sumamos que me negué a someterme al tratamiento para tener un heredero… creo que soy lo más decepcionante que puede imaginar.

— ¿Qué tratamiento? ¿Estas enfermo?

— ¿Si recuerdas que yo mismo sugerí usar la inseminación artificial como medio para que tuvieras un hijo? ¿Recuerdas que dije que era posible que yo mismo llevara a mi hijo?

Ese día, Harry había estado demasiado ocupado pensando en Ginny y en las posibilidades para que tuvieran un hijo y se le había olvidado completamente esa parte de la conversación hasta ese momento. Entonces recordó repentinamente que Draco le había hablado del embarazo masculino, de que él podía tener un bebe con los tratamientos adecuados.

Su mirada se desvió involuntariamente hacia el vientre plano de Malfoy, preguntándose cómo se vería hinchado. Era una imagen extraña que no terminaba de forjarse en su mente. Sin embargo, en su vida había presenciado cosas que cuando era niño creía sueños imposibles. Algo así no lo sorprendía demasiado.

—Lo había olvidado—Respondió con sinceridad—. Entonces, ¿Lucius pretende desheredarte porque no estas a sus órdenes?

—Básicamente. Pretende  decidir sobre mi vida, como siempre lo hizo y ahora pretende decidir también sobre mi cuerpo. Pero prefiero ser pobre antes que dejarme mandar por él.

—Y… ¿alguna vez lo has considerado? ¿Tener un bebe, quiero decir, tu?

—Algunas veces—Draco asintió ausentemente—. No me atrae tanto la idea de tener hijos, pero lo he pensado. No lo descarto. Quizás, algún día… pero porque yo quiera. No porque mi padre me obliga. Además, aún no he encontrado a un compañero adecuado.