Algunas veces el mundo es un lugar ruidoso que llega a ser desesperante; sin embargo hay quienes no pueden entender la molestia, viven atrapados en un constante silencio que llega a ser abrumador.
¿Que pasaría si el ruido y el silencio se conocen...
¿Qué estás dispuesto a hacer por amor?, esa es una pregunta que muchas veces tiene miles y miles de respuestas dependiendo a quien se lo preguntes, algunos están dispuestos a viajar lejos, otros gastarían todo su dinero en regalos y presentes para demostrar ese enorme cariño que sienten por aquella persona, otros arriesgarían su vida por el bienestar de esa persona... otros estaban dispuestos a darla para protegerla.
Después de aquella conversación con el japonés, la joven castaña había recibido un mensaje del mismo, ¿cómo tenía su número de teléfono?, no tenía ni la más mínima idea, pero eso solo incrementó su miedo a lo que podía hacer ese chico, siendo sincera, Leila no sabía en qué momento decidió aceptar el trato con Haku para proteger a Yunho, sabía que el tipo estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para ir tras de Mingi, aún y si eso significaba deshacerse de cualquier persona que fuera un obstáculo en su camino; en todo caso Leila prefería sacrificarse por aquella pareja, no tenía mucho que perder y quería tanto al más alto que estaba dispuesta a hacer una última muestra de cariño.
En aquel mensaje había instrucciones de qué plan tenía el japonés y cada vez era más pesado, había patrones que perfectamente encasillaban al chico como un yandere, una persona que estaba dispuesta a todo desde que se cumpliera un objetivo; en este caso quedarse con Mingi, la castaña estaba pensando que no podría hacerlo sola, necesitaría ayuda si o si además de advertirle a Mingi lo que se venía encima, por más que quisiera dejar fuera a los demás iba a ser imposible.
Número desconocido
Ni se te ocurra decirle a alguien el plan, tu teléfono está siendo monitoreado niña, así que tus mensajes puedo observarlos, te atreves a jugar en mi contra y vas a pagarlo caro.
Nadie se mete conmigo.
-¡Hey!, nos tenías preocupados a todos... estás más pálida de lo que eres, ¿estás bien?- preguntó Hazen una vez vio a su compañera entrar a la habitación compartida mirando su teléfono.
Leila levantó su mirada del teléfono negando mientras que su boca boqueaba como un pez sin saber como empezar a hablar, hasta que finalmente en un suspiro aquellas tres palabras lograron salir.
-Estoy en peligro.
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Yunho apretó sus labios mientras caminaba hacia su aquel dúo ubicado en la entrada del recinto, faltaban Wooyoung y Leila, faltaba la razón por la que iría al acuario. Mingi tenía entrenamiento así que antes de salir le dijo que tome las cosas con calma e intente solucionar las cosas con ella, aunque él deseaba también hablar con la chica su entrenamiento tenía prioridad, ya que su competencia era al día siguiente, después tendría tiempo, pero solamente le quedaba esperar.
Hazen hablaba con Seonghwa y desde la perspectiva del más alto era algo importante, pero al llegar él decidió guardar silencio haciendo algunas señas, ¿qué escondían esos dos ahora?, no lo sabía, pero cuando iba a preguntar alguien se colgó de su espalda pasando sus piernas en su cintura y sus brazos alrededor de su cuello, reconociendo el perfume de Wooyoung casi al instante.
