OO5

359 76 15
                                    

Siete de la mañana y la familia Ryomen se encontraba en el aeropuerto, Yuuji estaba ansioso a que su amigo llegará, y no tardó en estarlo aún más, cuando un coche negro se estacionó justo donde ellos se encontraban esperando a Satoru

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Siete de la mañana y la familia Ryomen se encontraba en el aeropuerto, Yuuji estaba ansioso a que su amigo llegará, y no tardó en estarlo aún más, cuando un coche negro se estacionó justo donde ellos se encontraban esperando a Satoru.

De éste salió el antes mencionado acompañado de un robusto hombre un poco más alto y con mirada penetrante. Era apuesto.

Se trataba del señor Gojo.

Sukuna como todo un buen hombre no tardó en acercarse a saludar seguido también de su esposa y por supuesto Yuuji.

― ¡Gojo, creí que no vendrías, idiota! ― se acercó abrazando a su amigo.

Satoru le sonrió de lado, dando un último vistazo a la madre de su amigo, no estaba nada mal. Para nada.

Mientras los adultos se encontraron conversando a gusto, ambos adolescentes no paraban de planear lo que harían apenas llegarán a Canadá.

― Va a ser muy divertido. Papá tiene una casa en la playa, es propiedad privada, ya que no le gusta que nadie mire a mamá, es muy celoso.

Satoru asintió, totalmente de acuerdo.

― Si yo fuera tu papá, también me pondría celoso.

Yuuji frunció sus cejas.

― Si pero no lo eres, animal.

― ¿Y no te gustaría? ― Satoru movió sus cejas de arriba hacia bajo.

Yuuji le dio un puñetazo en el hombro.

― No digas eso, suena raro. Además de que es mayor que tú.

― Ah, sí. Es broma ― sonrió de lado.

Yuuji le regresó el gesto, ambos estaban felices de pasar las vacaciones juntos.

Si, por que lo que había dicho Satoru era broma...

¿Cierto?

ɥou mom?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora