🦴 ୧ : ♡ ド リ ー
gojo comıenza a desear
estar entre las pıernas
de la madre de ıtadorı,
¿realmente serıa capaz
de poner en pelıgro su
amıstad por un deseo
carnal?
sαto top : gumı bottom
stαtus : en edıcıón
boɥ pussɥ α...
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El viaje fue largo, demasiado a decir verdad, y es por eso que Gojo no se tomó la molestia de esperar a Yuuji al bajar del auto cuando llegaron a su destino, ¿porqué?
Por que había algo o más bien alguien, en quien Satoru había puesto el maldito dedo en el renglón y no estaba dispuesto a quitarlo, aún sabiendo que esto terminaría con la amistad que tenía con su amigo, pero, ¡oh, vamos! la carne es débil y sobretodo si tiene curvas esbeltas, caderas anchas, cintura pequeña, enorme trasero, un rostro bellísimo, unos enormes pechos y sobre todo, siendo la madre de tu mejor amigo, y es que se sentía tan jodidamente dichoso de estar en ese lugar con esa belleza, era una lástima que el señor Ryomen no supiera aprovechar lo que tenía enfrente.
Mucho menos fue consciente cuando la mirada depravada del amigo de su propio hijo parecía querer comerse a su bonita esposa.
Yuuji lo notó, claro que lo hizo pero también prefirió confiar en su amigo, Satoru sería incapaz de hacerle algo así, ¿cierto? pero es que entre más lo pensaba, una serie de inquietud se formaba en su pecho, algo iba a suceder.
― Por fin aquí... ― Yuuji ató su cabello rosa en una coleta.
Satoru le sonrió antes de girarse hacia la madre de su amigo.
― Señorita Fushiguro, ¿podemos ir a la playa?
Megumi le miró durante escasos segundos antes de sonreír.
― Si, pero ya es tarde, mi esposo puede acom-
― Papá está cansado, se fue a dormir, ma.
Megumi asintio está vez asintiendo hacia su hijo, y Satoru festejó internamente.
― Esta bien, los acompañaré yo misma.
Oh, hoy iba a comenzar su cometido. Su plan inicial, ya se las arreglaría para que ni Yuuji y ni el idiota del señor Ryomen notarán algo.
