CAP 3

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"Ver para creer."

Aburrido, le había tocado la puerta por un montón de tiempo y no abría. Puede ser que al fin y al cabo nunca podrá saber quién es el que vive en la casa.

Hyunjin suspiro, tenía esperanzas de que abriera la puerta, total, normalmente abren la puerta. Normalmente.

Siguió sentado, hundido en sus pensamientos sin mirar a ningún punto fijo. Poco después se dió cuenta que empezaba a anochecer y recordó lo que le dijo su madre. "Vale, hijo, pero recuerda volver antes de que anochezca" la voz de su madre pasó por su mente.

Se levantó con fastidio, su curiosidad estaba furiosa, pero no es como si pudiera irrumpir en la casa.

Sin embargo, escuchó una puerta abrirse. Se giró y, Dios, sus ojos no creían lo que veían. Ese chico tenía una apariencia hermosa, tan irreal. Unos ojos grises que con tan solo verlos podrías caer hechizado o hechizada. Un pelo azabache precioso, Hyunjin se preguntaba cómo sería acariciarlo. Labios carnosos, rosaditos, además de esas pecas esparcidas por todo su rostro que solo le hacían ver más parecido a un muñeco. Fácilmente podría ser el chico más hermoso que ha visto.

¿Es un ángel caído del cielo?

Una pregunta que retumbaba en su cabeza a tal hermoso ser. Pero había algo que contradecía todo, su piel: era bastante pálida para un humano.

[...]

-Y pues, ahí ya me fuí porque estaba anocheciendo y no quería preocupar a mi madre o a mi padre, ya sabes como se ponen. -dijo el rubio cansado de repetir la historia ya varias veces porque su amigo seguía sin creerle.

-A ver. -el chico de mejillas regordetas respiró hondo. -recapitulando: fuiste a la casa, le tocaste la puerta, parecía que no te iba a abrir y cuando ya te ibas a ir abrió la puerta y viste al: -empezó a imitar la voz de Hyunjin. -"chico más precioso de la puta vida. Dios lo hizo su favorito, amén. Ojalá haberme quedado más tiempo para poder apreciarlo porque, joder, se veía como un maldito muñeco." -paró de imitar la voz de Hyunjin. -como dices tu.

Hyunjin rodó los ojos por esa imitación,
pero estaba seguro que si Jisung lo hubiera visto estaría igual.

-Exacto.

-No te creo, ver para creer. -dijo Jisung sin querer aceptar la realidad -seguro vistes mal o algo. De tanto esperar tu mente empezó a delirar, seguro.

-¡Vamos, Jisung! -el rubio estaba ya un poco harto, le había contado la historia como 10 veces y Jisung seguía sin creerlo. -Yo nunca te mentiría, lo sabes, sabes que nunca lo hice. ¿Por qué lo haría en eso?

-Es que... Me cuesta creer que sea alguien tan bello como dices, todos los que lo han visto dicen que lo es pero... -penso un poco antes de hablar -Es tan raro. No sé, nunca sale y su casa esta tan descuidada.

-Lo sé, pero... -paró su habla. -Tampoco entiendo porque no sale. Pero detrás de todo siempre tiene que haber una razón, ¿no?

El silencio volvió de nuevo, lo único que es escuchaba eran las ramas de los árboles afuera. Siendo movidas por la ligera brisa que empezaba a ser presente.

El castaño y el rubio pensando sobre lo que acababan de hablar. Jisung no podía creer a su mejor amigo, además de el miedo que tiene por esa casa. Jisung siempre trata de evitar por cualquier concepto pasar por ahí. Mientras, Hyunjin pensaba en cierto chico de cabellera azabache, y más dudas empezaron a hacerse presentes en su cabeza.

-Tenemos que preguntarle porque nunca sale. -Hyunjin se veía decidido.

-Como que "tenemos". -no pensaba ni acercarse 10 metros a esa casa.

-Claro, vamos a ir los dos. -su tono de voz indicaba que no era una pregunta, era un hecho.

Jisung se estremeció ligeramente, algo que Hyunjin no tardó en notar.

-No pasa nada, Hannie. Sé que eres un miedi-

-¡No soy un miedica!

-Entoces puedes venir conmigo, ¿verdad? -dijo imitando un tono inocente e intentando ser tierno para convencer a Jisung.

-Mira, esta vez no me vas a arrastrar contigo a tus locu-

[...]

Jisung y Hyunjin se encontraban en frente de aquella casa. Jisung intentaba que su miedo no se notará tanto pero era evidente.

-Para que hablé. -el parecido a una ardilla se notaba totalmente arrepentido.

Hyunjin siempre lograba que Jisung hiciera las cosas que él quería. No sabía cómo demonios le hacía y cuando le preguntaba solo respondía: "es el encanto de ser Hyunjin." ¿Como que el encanto de ser Hyunjin? A veces su mejor amigo le dejaba sin habla de lo idiota que puede lograr parecer.

Hyunjin se acercó a la puerta y tocó. El castaño solo se quedó detrás suya mordiéndose las uñas para intentar calmarse.

No hubo respuesta alguna, y el rubio tocó de nuevo. De vuelta tocó, nada.

-Estas seguro de qué te abrió la puer-

Una voz interrumpió lo que Jisung iba a decir. -marchate, ayer ya te di lo que querías. -esa voz retumbó en los oídos de Jisung, tan grave y tan terrorífica para él. Solo hizo que se escondiera más en Hyunjin mientras temblaba levemente.

-Sabes que soy demasiado insistente, y ayer no me dió tiempo ni a tener una pequeña charla contigo.

Nada se escuchó de vuelta, Hyunjin iba a conseguir hablar con ese chico cueste lo que cueste. Mínimo una charla de 5 minutos le bastaba. Aunque luego querría hablar más con él si ese pecoso seguía siendo tan tentador para su curiosidad.

Jisung no podía más con su miedo, se preguntaba que hizo con su vida mientras rezaba el padre nuestro mentalmente. No vaya a ser que acabe muerto después de esto, tampoco quiere ir al infierno.

-Te juro que si no lo haces voy a seguir aquí insistiendo y esperando hasta que me salgan canas si es necesario. -el rubio conseguiría la cosa por la que ha venido.

No pasó mucho tiempo hasta que la puerta se abrió ligeramente. Parece que el pecoso no aguantaría otra vez al alto como el día anterior. Jisung solo pudo rezar más fuerte.

𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐃𝐎𝐒 𝐑𝐀𝐙𝐀𝐒 ┆HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora