𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐃𝐎𝐒 𝐑𝐀𝐙𝐀𝐒 ┆Hyunlix

CAP 9

"Se nota que los querías"

Minho suspiro. Parece ser que tendrá que entrar a la fuerza aunque no quisiera. Hizo un hechizo sobre la puerta la cual desbloqueo.

Entró a la casa y observó el panorama. Vió a Felix en su cocina con el colmillo.

-Felix, damelo.

El pecoso se giro a ver al peliañil y apretó su agarre.

-¿Como entraste? -gruñió.

-Oh... Es verdad. Soy un brujo, vampiro.

El pecoso fruncio el ceño, y suspiro cuando le llamó "vampiro".

-Si sabes que soy uno dejame quedarme con este colmillo. -lo miro de forma desafiante.

-No. Ni aunque te arrancaras un colmillo tú y me lo intercambiaras por ese te dejaría. -Minho se cruzó de brazos. -Tampoco entiendo el porque tan empeñado en ese colmi-

-¡Por favor! Te lo pido...

El peliañil no habló por un momento. Escuchó como la voz del contrario se notaba levemente desesperada. Y sinceramente no se esperaba un "por favor" de un vampiro.

Felix miró hacia abajo, como si estuviera triste, apretando aún más su agarre.

-Sé que lo quieres, pero no puedo.

Minho le dió pena Felix pero en eso el azabache le muestra el colmillo.

-¿Lo ves, no? -el peliañil se extraño pero sólo asintió. El pecoso tragó duro antes de volver a hablar. -A la vampiresa que le pertenecía este colmillo... -paró con dudas de seguir hablando. -era mi madre. -soltó en un débil murmuro.

El de parecido a un gato se quedó procesando esa información.

-Me estas dicien-

-¿¡Lixxie es el hijo ese que dijiste!?

Minho y Felix de giraron a ver dónde provenía la voz y vieron al rubio que recién llegaba.

El azabache sintió un escalofrío por su columna vertebral. Le daba igual si Minho lo sabía, pero Hyunjin... Hyunjin era un humano, no debería de haberse enterado.

-N-no, y-yo... -el pecoso solo pudo pronunciar dos palabras entre una tartamudez.

-Espera... Si eres el hijo de la historia, también eres un vampiro, ¿verdad? -el más alto miró a Minho en busca de si él tenía la misma teoría que él. El peliañil solo le devolvió una mirada incómoda.

Nadie contesto a su pregunta, y Hyunjin se tomó como un "sí", ese silencio. Ahora entendía el porque Felix nunca salía, porque estaba tan pálido. Tenía sentido. Tenía sentido aquella insinuación que le hizo Minho minutos atrás.

-¿Tu ya lo sabías...?

El de parecido a un gato no habló al instante. Hasta que se decidió a hablar.

-Sí. Desde que entró a mi tienda...

En eso, Jisung entra a la casa confundido por la situación y jadeando de intentar seguir el ritmo del rubio.

-¿Que pasó? -los 3 miraron a Jisung y el castaño sintió como si estuviera interrumpiendo algo importante.

[...]

-Teneis que prometernos no decirle a nadie.

Jisung y Hyunjin se miraron entre si y asistieron.

-Pero espera, ¿me estás contando que tu eres un brujo y él es un vampiro? -el de mejillas regordetas no se lo creía.

-Es lo que acabo de decir, cariño.

Hyunjin solo estaba mirando el como el azabache llevaba sin levantar la vista desde un buen rato hasta que habló.

-¿Si me vas a dejar el colmillo?

El peliañil suspiro, quería quedarselo él pero Felix tenía más derecho a tenerlo. En eso el pecoso se levantó de su asiento y agarró aquel cuadro que Hyunjin reconoció rápidamente. Aquel cuadro que no le dejó tocar.

Felix lo tiró a la mesa del comedor donde estaban sentados los 4 alrededor. La foto que contenía ese marco era muy linda.

Se podía apreciar a un pequeño Felix, feliz mientras estaba con sus padres en un parque. El la foto todo parecía de color rosa, sin ninguna preocupación.

-Es una da las pocas cosas que me quedan de ellos. -al lado del marco colocó el colmillo de su madre. -Ví como los mataban y yo no pude hacer nada. -en su voz se notaba el enojo consigo mismo pero también la tristeza, algo que intentaba ocultar en su expresión indiferente. -Yo... Quiero estar solo unos momentos. -agarró el marco y el colmillo para irse por la puerta trasera de su casa.

-Debió ser duro... -susurro el castaño.

Minho y Jisung vieron como Hyunjin se levantaba tras el pecoso.

-Hey, ¿a donde vas?

El rubio no contestó al peliañil y salió por la puerta trasera de la casa al igual que el azabache.

[...]

Hyunjin se sentó al lado de Felix. En el suelo apoyando su espalda a la pared de la casa. Viendo el frondoso bosque al frente suya.

-Dije que quería estar solo. -dijo el pecoso mientras veía la foto de él y sus padres.

-Lo sé, pero casi siempre estas solo. -Hyunjin posó su vista en Felix. -Y creo que te vendría bien desahogarte.

-¿Por qué no te alejas de mí? Soy un monstruo para los de tu especie.

-Igualmente eres un ser con sentimientos y... Para lo que me cortaron de los vampiros tu pareces muy diferente. Más humano.

-Supongo será porque me crié entre humanos. -Felix no miraba a Hyunjin, solo miraba aquella foto.

-Se nota que los querías.

-Los niños humanos me llamaban raro, los únicos que me entendían eran ellos. Hicieron todo por mi para que pudiera vivir una vida tranquila entre vosotros pese ser un vampiro. -Apretó un poco el agarré al cuadro. -Sin embargo, yo no pude hacer nada para evitar su muerte. -su voz se empezaba a notar quebrada y sus ojos empezaban a verse llorosos. -Yo realmente los quería... Desde que ellos murieron me sentí apagado. Solo me encerré en mi mismo y en esta casa donde vivíamos juntos. -empezó a sollozar. -Pero viniste tú... Y... Luego trajiste a tu amigo y... -se le estaba dificultando el habla cada vez más por el inevitable llanto que cada vez era más fuerte.

Hyunjin notó como se le revolvió el estómago de verlo así. No era bueno consolando gente pero sentía la necesidad de hacer sentir bien a Felix.

Sin pensarlo mucho, se acercó más a él y lo abrazó. Notó como Felix no reaccionó al principio pero luego hundió su cabeza en el pecho del contrario mientras lloraba sin parar.