19. Sexo encantador

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He regresado de la tumbaaaaaaaaaaaaaaa (sonidos de ventanas temblando y el suelo quebrándose)

-Estoy viva no preocupéis

-Nadie estaba procupado –dice una multitud enfurecida mientras le lanzan kiwis.

-LOS KIWIS NOOOOOOOOO

Bueno ya mucho XD, pido disculpas formalmente, sé que soy la peor persona del mundo, prometí muchos capítulos y no lo cumplí, tengo cargo de conciencia, pero tengo una buena excusa que no les contare, es algo personal, pero vengo con baterías recargadas y pues... ¡QUE COMIENCE EL JODIDO CAPITULO!

Pov's Law

Sentía como mi pecho subía y bajaba descontroladamente, decir magnifico era poco, se había sentido tan jodidamente bien, ahora se sentía tan completo, orgulloso y engreído, pero es que ¡Joder! ¡Se había acostado con Mugiwara! Sentía un remolino de emociones, estaba feliz, tan feliz que parecía casi imposible que estuviera pasando, miro a Mugiwara-ya que estaba a mi lado, estaba boca abajo mostrando su redondo trasero, escurría el semen que había dejado adentro, me sonroje de inmediato, eso debía ser incomodo, aunque quisiera hacérselo una y otra vez, era imposible, debía asearlo, consentirlo, mimarlo, debía sentirme tan cerca de él, mis manos viajaron a su morena espalda, era tan jodidamente hermoso, ¿cómo podía ser tan perfecto? Debía ser un crimen, comenzó a acariciarlo suavemente, el respondió con un suave ronroneo, acercándose más tratando de acercarse más hacia él, su mirada se ilumino, Mugiwara-ya era tan... No pude evitarlo atraerlo más hacia él, le quería tan cerca de mí, aspirar su embriagante esencia, hacérselo una y otra vez hasta que su pequeño trasero estuviera tan inundado de su esencia que tardaría días en sacárselo, mis manos traviesas se acercaron a su trasero, soltó un gemido complacido y levanto más su trasero, le bese la frente la nariz, comencé a llenarle el rostro con pequeños besitos, suaves, gentiles, quería hacerle notar lo importante que era el para mí.

Baje mi otra mano y acaricie sus nalgas, estrujándolas, apretándolas halándolas, separándolas, Mugiwara-ya solo se acercaba más a mí, comenzando a abrazarme, daba sonoros y algo tímidos gemidos, se acercó a mi cuello y le dio un beso, suspire complacido, estire mi cuello incitándole a que continuara, el sonrió pícaro y comenzó a darme más besitos pausados, llenos de inocencia y cariño, sentía que podía llorar, Mugiwara-ya dio un pequeño mordisco, haciéndome estremecer, jadeo, me mordió de nuevo en el mismo lugar y luego lamio, como si quisiera compensar el mordisco, me miro a los ojos, como si pidiera permiso para continuar.

-Hazlo, Márcame como tuyo –gruñí excitado.

Mugiwara-ya se lanzó a mi cuello y comenzó a succionar con desespero, encima de mi yugular, sentía la picazón que genraba y lo hacia con tanto esmero que ese chupon, le duraría unas semanas y lo había hecho en un lugar ten visible, ahora toda la tripulación sabia que estaba con Luffy, que habían hecho algo mucho mas atrevido que miraditas y besos, después de que Mugiwara-ya dejara de succionar miro complacido la marca rojiza y los vasos que comenzaban a ponerse morados.

-Ahora sabrán que no pueden acercarse a ti Torao –dijo victorioso –Ahora me perteneces.

Sintió sus ojos humedecerse, su corazón a punto de estallar, lo miro con tanto cariño, le dio un tierno beso a los labios de su amado Sombrero de Paja, le abrace aún más fuerte, quería tenerlo entre mis brazos, se sentía tan bien tenerlo allí, era su mundo, en este instante solo existía él y yo, nadie más existía nadie más le importa, todo podría irse a la mierda hasta Doflamingo podía irse a la cañería en ese instante, nada más importaba tan solo Mugiwara-ya, él era su mundo su universo, era su vida, su futuro, su todo.

¿Estar contigo, esta bien?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora