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La noche era tranquila.
Hasta que los murciélagos despertaron.
Damián se levantó a las 2 de la mañana a despertar al restó de sus hermanos. El día siguiente sería 16 de agosto, cumpleaños de Jason. Todos se levantaron para arreglar los últimos detalles, mañana Jason se levantaría temprano por lo que está noche no se despertaría fácilmente. Era un buen plan.
Los chicos estaban envolviendo los regalos. Damián había "comprado" unas armas para su hermano, Tim le regalará una moto nueva y mejorada, pero en la caja de regalo solo puso las llaves y Dick un set de libros que su hermano no ha leído, Alfred preparará los platillos favoritos de Jason y finalmente Bruce todavía no tenia un regalo para su hijo.
El pensó en muchas cosas, pero su hijo era... especial en gustos.
No le gustaban las cosas simples. Le gustaban las armas, los libros, los carros y motos, arreglar su moto era probablemente su actitud favorita.
Pero eran cosas simples, cosas que ya tenía o que ya le iban a regalar sus hermanos. Había muchas armas que Jason todavía no tenia, pero eso no quitaba el hecho de que no le regalaría un arma a su hijo.
-Oye B, ¿sabes que no se acabará el mundo por un regalo? -Dick se acercó a darle una palmada en el hombro a su padre-. Cualquier cosa bastará para hacerlo felíz.
-Ya le he faltado bastante. No puedo fallar otra vez.
-El será feliz con cualquier cosa que le des, porque tú no regalas nada a quien no lo merece. El lo sabe.
Dick no dijo más y se fue a su cuarto, el resto de sus hijos terminaron de envolver los regalos y se fueron a dormir. O bueno. Damián se fue a dormir y Tim fue arrastrado por Alfred de regreso a la cama y fue obligado a dormir. Bruce ya no durmió, solo espero a que Jason despertara.
Finalmente Jason se levantó a las nueve de la mañana. Bruce se quiso reír.
Jason iba con playera holgada -casi como un vestido-, su pans rojo era igual de holgado que su playera, parecía que podía nadar en su ropa. Arrastraba los pies como si fuera un zombie. Sus cabellos desordenados se unían con su mechón blanco... su mechón.
La felicidad de ver a su hijo como un niño recién levantado para ir a la escuela se desvaneció. Solo apareció la imagen de un niño que sufrió y murió por sus errores.
Todos los hijos de Bruce pagaron el precio de sus errores, pero Jason pago el peor de todos.
Por otra parte a Jason no le gustaba la mirada de Bruce. Cómo si Jason fuera de un delgado vidrio a punto de romperse.
¿Cómo se atreve?
Jason no es frágil, no está roto y no necesita compasión. Bruce lo ve como alguien débil, el no es débil.
