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En la mansión Wayne se respiraba un aire de orgullo.
Los chicos habían terminado de corregir el plan de la liga que Bruce les dió. Todos habían cooperado de buena manera y eso ameritaba un premio. Alfred había decidido hacer galletas y llevar helado (y café para Tim). Finalmente era viernes, los chicos se merecían un descanso después de una semana tan ajetreada. Los chicos ya estaban en el comedor Dick y Damián de un lado de la mesa y Jason y Tim del otro lado. Había un asiento especial para Bruce el cual todavía no llegaba de su reunión con la Liga de la Justicia.
Dick era el único que sabía de los planes de su padre de presentarlos formalmente a los demás héroes. Y solo se apiadaba del pobre de sus hermanos al que le toque primero, ya que sería al que más bombardearan de preguntas. Si de por si sus hermanos no se soportaban entre ellos, menos soportarían a unos extraños.
—Drake, puedes dejar de hacer ese maldito ruido.
—Yo no he hecho ningún ruido, demonio.
Damián arrugó la nariz con disgusto y miro directamente a Tim.
—Claro que haces ruido —apuntó la taza de café de su hermano—, cuando sorbes tu maldito café.
—¡Ja! El pequeño Timothy no sabe beber sin hacer ruido —Jason estiró su mano a la cabeza de Tim para así poder alborotar su cabello en forma de burla.
—¡Maldita sea, déjame Jason!
—Tu no eres mejor Todd, comes como muerto de hambre.
—¿Qué dijiste, demonio?
Dick solo se encogió en su lugar sin decir nada, con que no se matarán entre ellos no habría problema.
—Tim, ¿cuántos cafés has tomado el día de hoy? —preguntó el mayor de los hermanos.
—1, 2, 3... 7.
—Tim, eso no es sano.
—No importa si es sano o no, la verdad es que me mantiene despierto —respondió Tim para posteriormente tomar lo último de su café.
—Tim, voy a tirar todo el café de la casa, primer aviso —Dick apunto a su hermano con el dedo para mostrar seriedad en su amenaza, lastima que Tim Drake no le tiene miedo a nada.
—Gotham tampoco es una ciudad desierta, cerebrito. Puedo comprar café en cualquier tienda de la ciudad.
—El pequeño Timbo se está revelando —Jason sujeto su peche de forma dramática—, la adolescencia ya le está afectando.
—Ya está por salir de la adolescencia —Damian lanzó una mirada de descontento a su hermano—, y ¿tú apenas crees que va a entrar a ella? Que patético Todd.
