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(Oh Dios)
Ayúdame, ayúdame
Como si fuera a dejar de respirar
(Como si fuera a parar)
Me siento
Liberame, liberame
Como si me fuera a derretir 
(A derretir)
Tan enferma


...

Era un día apacible, de esos que parecen extraídos de un sueño donde el tiempo se detiene para permitir que los sentidos se embriaguen en la serenidad del momento. Los rayos dorados del sol acariciaban la piel, mientras una brisa suave, casi etérea, danzaba entre las hojas de los árboles, susurrando secretos ancestrales en su cadencia. Los pájaros cantaban melodías olvidadas, y el murmullo del viento se convertía en una canción antigua que hablaba de paz y armonía. Sin embargo, esa calma idílica fue rasgada por una noticia que llegaba como un eco distante: un erizo raro, nunca antes visto, sembraba el caos en la ciudad.

Para algunos, aquella era una señal de los antepasados, un recordatorio de que los días tranquilos no eran sino preludio de pruebas inminentes. G.U.N. no tardó en clamar por la ayuda de Sonic y sus compañeros, confiando en que ellos serían la respuesta a esta amenaza desconocida. Pero mientras el azul del cielo se mantenía impasible, un mal presagio comenzó a crecer en el corazón de Knuckles. El viento, que hasta entonces había susurrado dulces armonías, se detuvo abruptamente, y las hojas, que habían danzado libremente, quedaron suspendidas en un inmóvil y pesado silencio. Sólo el equidna, con su conexión profunda con la tierra, pareció percibir el cambio en el aire, un cambio que traía consigo la promesa de infortunio.

"Compañero Sonic, no creo que sea buena idea que participemos en esta batalla", comentó Knuckles, su voz grave cargada de una cautela nacida de instintos antiguos. Aquella invitación, disfrazada de solicitud de ayuda, escondía algo más, algo que hacía que cada fibra de su ser gritara en protesta. Un escalofrío recorrió su columna, desde la punta de su cola hasta las raíces de sus rastas, como si la advertencia de sus antepasados tomara forma tangible en su cuerpo.

Pero Sonic, con su espíritu indomable y su constante despreocupación, no prestó atención a las advertencias de su amigo. "Relájate, Knux. Será un tipo malo cualquiera. Llegamos, le pateamos el trasero y regresamos como héroes, como siempre", dijo el erizo, esbozando una sonrisa confiada que, lejos de tranquilizar a Knuckles, aumentó su inquietud. Sonic rara vez se tomaba las cosas en serio, y esta no parecía ser la excepción.

Knuckles sabía que sus instintos rara vez le fallaban, y en ese momento, esos instintos le decían que la batalla que se avecinaba no traería más que desgracia. Alzó la vista al cielo en busca de una señal que le indicara que sus temores eran infundados, pero las nubes que comenzaban a agruparse en el horizonte sólo confirmaban lo que ya sospechaba: una tormenta se cernía sobre ellos, no solo en el cielo, sino también en sus destinos.

"Como habitantes de esta tierra, es nuestro deber ayudar y proteger", intervino Tails con voz calma pero determinada, sus palabras resonando como un eco de responsabilidad que no podía ser ignorado. A pesar de sus reservas, Knuckles comprendió que no podía dejar a sus amigos solos en esta empresa. A regañadientes, y con el peso de sus temores oprimiendo su pecho, aceptó acompañarlos en silencio.

...

La ciudad, que antes brillaba bajo la luz del día, se había convertido en un escenario de pesadilla. La oscuridad de la noche envolvía las calles, donde el miedo se deslizaba como una sombra implacable. Al llegar, los héroes se encontraron con un panorama desolador: la destrucción se extendía ante ellos como un océano infernal, y las explosiones que teñían el cielo de rojo eran testimonio del poder letal de su enemigo. Knuckles sintió un sudor frío recorrer su espalda, mientras un nerviosismo desconocido se apoderaba de él, más fuerte y más insidioso que cualquier temor que hubiera sentido antes. En silencio, oraba a todos los dioses y guardianes, suplicando la fuerza para sobrevivir a lo que estaba por venir. Sus puños se cerraron con una determinación nacida del miedo, pero también de la necesidad de proteger a los suyos.

Oh My God || Knuxadow || Sonic: La peliculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora