Capitulo 12: Prefectos

55 5 2
                                    

Todo estaba oscuro, solo recordaba aquella voz tenue gritando mi nombre.
Cuando abrí los ojos me encontré con el techo de la enfermería, se oían algunas voces de las enfermeras y algunos alumnos que consultaban sus dolores con ellas.
La cabeza me daba tumbos como si miles de tambores me golpearán al mismo tiempo, gire mi cabeza buscando una respuesta ante todo esto, pero allí me encontré a Lucas durmiendo en la silla.
-¿Lucas?-dije con un tono de confusión.
-Mmm-dijo en un desperezo.
-Lucas
-¿Ya puedo ir al baño mami?-dijo Lucas sin poder ni siquiera abrir los ojos.
-¿Que? ¿Lucas puedes decirme ya algo de lo que ha pasado? Porque no entiendo lo que hago aquí.

Lucas abrió los ojos y me miró, mientras se sobaba las manos en los ojos.
-Mmm, si eh un segundo.
Le mire con las cejas levantadas esperando una respuesta.
-Te desmayaste en medio de las escaleras anoche.
-¡No puede ser! ¿Cómo?-dije en un tono de sorpresa, aún sin recordar nada.
-Bebiste demasiado, cuando me fui a bailar con Imelda, después de un rato desapareciste, y luego al buscarte me dijeron que te habian visto en el pasillo.
-Lucas te fuiste más de una hora, no esperarías que me quedase allí sola.-dije enfada.
Lucas me miró con decepción en su rostro y bajo la cabeza.
-Ya, me distraje hablando con Imelda,lo siento Lucy.
Suspiré.
-A mi eso me da igual, pero ¿Es que se te ha olvidado ya Anne o que?
-¡No! Nunca la voy a olvidar, no pasó nada con Imelda.

Lo miré algo extrañada, y con una imagen de mi hermano que no me gustaba nada.
Una voz conocida venía por los pasillos de la enfermería.
-Lucy no me esperaste para bailar-dijo una voz sarcásticamente.
-¡Mario!-dije alegre
Vino hacia la camilla a darme un abrazo.
-Siento haberme ido, no te quería dejar allí sola, pero era un compromiso...-dijo Mario algo serio.
-Black no te preocupes, tampoco te perdiste mucho, además de que el estúpido de Sebastián se empezó a liar con todas las que veía.
Mario se echó a reír.
-No me extraña, por cierto te traje un regalo.-dijo metiendo la mano en su túnica.

Mario sacó de su túnica un pequeño puffskein morado, y lo tendió en mis manos.
-¡Que mono!-dije acariciándolo.
-Se que ya tienes a Milán, pero este pequeño os hará mucha compañía, lo rescate anoche.
Lucas se levantó a mirar.
-¿Que nombre le vas a poner?
-Mmmm... No se me ocurre nada-dije mirándolo.
-¿Que tal Freddy?-propuso Mario.
Sonreí ante el nombre que acababa de decir y puse mi mano en el puffskein.
-Yo te nombró Freddy Black Maison.
Lucas y Mario se empezaron a reír y yo igual, ese momento sentí como me distraía de todo lo demás y me quedaba en una profunda calma.
No duró mucho como siempre.

Se oían los pasos de las enfermeras, y los alumnos heridos quejándose, o hablando con sus amigos, yo seguía con Mario y Lucas hablando, hasta que detrás de la cortina que separaban las camas vi como se acercaba Sebastián.
Deje de hablar en menos de un segundo para quedarme paralizada viendo a Sebastián allí. Lucas y Mario también se giraron.
-¿Que pasa? ¿Acaso tengo una mandrágora en la cara?-dijo Sebastian mirándonos a todos.
Mario se acercó a él.
-Fuera de aquí Sallow, tú no pintas nada.
-Mira Black baja los humos, que al menos vengo a ver cómo está.
-Si ese es el problema, que no te importa
Sebastián relajo la cara y puso unos ojos diabólicos.
-¿Lucas tu no tienes nada que decir?-pregunto Sebastian calmado.
Lucas se veía algo nervioso y me miró.
-Lucy....
Quería escuchar ya lo que me tenía que decir, parecía como si estuvieran compinchados en algo.
-Lucas suéltalo ya-dije esperando la respuesta.
-Sebastian fue el que te trajo a la enfermería.
Me quedé mirando a Mario y a Sebastian al mismo tiempo.

Un dolor en mi ceja hizo que me desconcentrarme, y al intentar tocar donde me dolía note un raja con puntos.
-Te caíste de las escaleras, yo estaba con Vanessa...no podía dejarte allí tirada mientras te salía sangre , te agarre en brazos y te traje aquí.-dijo Sebastian acercándose a la camilla.
Mario no paraba de mirarlo con ganas de asesinarlo, pero se echó a un lado.
Sebastián se sentó en la camilla mientras me miraba con una sonrisa picara y algo malévola.
-Se que he roto la promesa, pero si estás de acuerdo, podemos seguir como si esto no hubiera pasado ¿Que dices?.-pregunto Sebastian con una sonrisa.
Le mire confundida.
-Supongo que aceptaré...
Sebastian me miró y luego aparto la mirada.
-Me alegro de que estés bien, es lo último amable que me vas a oír decir a partir de ahora.
Acepté con la cabeza y Sebastian se fue de allí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 25 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Snake Soul  {Sebastian Sallow}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora