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Nunca se es demasiado grande para tener un sueño húmedo.


Qipao chino.

Qipao.

Desde que esa tal Anna Croft le metió en la cabeza a un Yoo Joonghyuk con vestido chino su imaginación sobreestimulada no ha dejado de lanzarle diversos Joonghyuks en poses provocativas a lo largo del día, llevando al límite su control ya que tenía al de carne y hueso justo a su lado.

Sabía que hay qipao’s para hombres, pero lo primero que vino a su mente pervertida fue ese magnifico hombre al otro lado del pasillo en un sensual vestido chino en color negro y con una gran abertura a un costado dejando ver su tonificada pierna bronceada envuelta en un delicado ligero.

Piensa en la biblia, Dokja. No quieres que vuelva a evitarte y que esta vez sea por una razón perfectamente válida… como la de ser un pervertido que fantasea con travestismo.

-...ja. ¿Me escuchas?

-¿Eh?

-suspiro-. Te decía que gracias por apoyarme todo el día, debió ser agotador.

-No, no. Al contrario, Hyuk-ah. Gracias por permitirme acompañarte, me hubiera gustado no cometer tantos errores. Quisiera prometerte que aprenderé de ellos y que no se repetirá en el futuro, pero… -‘realmente no se repetirá’. Dokja no se atrevió a decir esas últimas palabras, pero Joonghyuk las entendió a la perfección.

-... Es una pena que no seas mi verdadero manager, estaríamos a casa a la misma hora -le dedicó una media sonrisa digna de un protagonista melancólico para luego darle una palmadita en la pierna y salir del auto mientras pensaba en voz alta sobre qué preparar para cenar.

Dokja se quedó estático en el asiento del conductor apretando el volante entre sus manos hasta que sus nudillos se volvieron blancos y su corazón latiendo hasta en su agonizante cabeza.

Tenía una erección.

¡TENÍA UNA JODIDA ERECCIÓN!

¡Mierda!

Ya no era un crío de 15 años que se excitaba por el más pequeño roce, pero heme aquí. Con una erección porque mi compañero posó su mano en mi muslo unos segundos.

Aaaaaaaaaaaaaaaah no sabía a qué dios, demonio o entidad sobrenatural le debía el que Joonghyuk se bajara del auto sin notarlo, pero ¡gracias Satanás!

Dokja se quedó unos minutos más en el coche pensando en personajes feos y asquerosos para que se le bajara su inoportuna erección sin mucho éxito, hasta que su madre adoptiva le llamó y toda la sangre de su cuerpo se dreno y ahora estaba pálido del susto.

‘Sus madres sí que saben hacerlo sentir incómodo en tantos niveles y Persephone parece su verdadera madre atrapando en cada mal acto o vergonzoso, hasta parece tener ojos en todas partes siguiendo a Dokja (y con el dinero que tiene bien podría hacerlo), por lo que Dokja cuida cada una de sus palabras como si estuviera poniendo a juego su vida con ellas’

-H-hola mamá…

-¿Cómo estás, cariño? ¿Has estado comiendo bien?

-Sip, he estado de maravilla y últimamente como bastante, hasta repito plato -Dokja esta vez no mentía, pero la pausa a través del celular le dio a entender que Persephone dudaba de sus palabras. Eso le dolía, aunque siendo sinceros era entendible, con lo precaria que era su autopreservación era un milagro que siguiera vivo a estas alturas del rodeo.

-Mmm ¿En serio? Porque había escuchado que no habías ido a casa desde hace unos días…

La nuca se le erizo y la piel se puso de gallina, él no había dicho nada a nadie sobre su situación además de Sooyoung, ¿Habrá sido Han Doonghoon quién lo delató? Ese mocoso nunca sale de su casa, pero sabe perfectamente sobre todos los del edificio, Pildu no podría ser, o sea si, con unos cuantos wones él soltaría toda la sopa, pero de haber sido él le habría dicho que hubo un problema con las tuberías. ¿Sooyoung? Odia a Persephone desde que criticó uno de sus libros llamándolo aburrido y que solo vendía por el peso de su nombre no por su talento.

Los 30 están respirando en mi nuca,  Heewon. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora