La comida preparada por dioses sabe a gloria, aunque solo sea cereal con leche.
Dokja había extrañado dormir en una cama decente los últimos días, la primera noche había dormido en un hotel cápsula, pero fue tan incómodo que fue a un motel a la segunda noche, lamentablemente las paredes eran tan delgadas que se escuchaba todo lo que hacían las parejas vecinas y a la tercera noche estaba tan cansado y con unas ojeras horribles que se arrastró al sofá de Heewon sin decir palabra y durmió como un tronco sobre el pero Heewon no dejaba de interrogarlo sobre por qué no iba a dormir a casa. Culpo a las paredes delgadas y a una vigorosa pareja de su desveló (lo que en parte era cierto) pero Heewon se dio cuenta que mentía cínicamente así que salió de su bar a primera hora de la mañana antes de que lo amenazara con armas punzocortantes para sacarle la verdad.
Era la primera noche que dormía tan bien esta semana.
Aunque todavía estaba asimilando esta nueva habitación y todo lo que conlleva vivir aquí no le desagrada.
Bostezó y levantó un poco su camisa para rascarse el estómago mientras abría la puerta del dormitorio. Congelándose un segundo antes de poner un pie fuera, recordando abruptamente que frente a él estaba el hombre más guapo que sus ojos han presenciado. No podía mostrarse tan desalineado, no cuando la primera impresión fue un desastre colosal.
Corrió al baño para una ducha rápida y salió corriendo mientras mojaba todo el piso frustrándose horriblemente al revisar su maleta. No tenía ropa decente con la que presentarse, su ropa hogareña que trajo solo era ropa gastada para dormir, en pocas palabras, demasiado mundana. Así que optó por ponerse su traje de oficina para bajar a desayunar, rezando por lo bajo que el atractivo dios se dignara a hacer acto de presencia.
Cuando bajó las escaleras vio al dios tomando jugo.
Bajo en silencio bajo la intensa mirada del dios.
-Buenos días… ¿Qué hay de desayunar? Si son las sobras de ayer las aceptaré con gus…
Antes de que terminara de formular la pregunta ya le habían plantado frente a él una caja de cereal y un cartón de leche. Se quedó viendo al dios unos minutos, pero el dios le sostuvo la mirada como retándole a llevarle la contraria. Dokja que no deseaba enojar a su nuevo roomie así que con una sonrisa de negocios (que era su mejor sonrisa falsa) se acercó a la alacena y sacó un tazón para su cereal. En realidad, iba a quejarse de que cuando el dios dijo que se encargaría de las comidas no esperaba solo cereal con leche, pero se arrepintió un poco ‘Es mejor que mis antiguos desayunos que consisten en un termo de café de camino a la estación’.
Ahora que vive más cerca de su trabajo podía desayunar con calma (aunque solo fuera cereal con leche), el dios también colocó una taza de café frente a él, como si supiera que Dokja no funcionaba sin café corriendo en su organismo, con los ojos brillando con gratitud tomó un sorbo que hizo volar sus papilas gustativas, avergonzado por sus reacciones exageradas le dio las gracias quedamente, que fueron aceptadas con un leve asentimiento y por una mirada de orgullo que Dokja no pudo observar ya que estaba en frente a la estufa sirviendo café. Miro curioso su espalda, el dios que estaba muy platicador ayer no había emitido media palabra hoy. Comieron bajo un cómodo silencio que Dokja no se atrevió a romper y cuando el dios terminó su tazón, puso sus platos en el lavabo y se retiró.Dokja que todavía no acababa su leche se levantó a trompicones persiguiéndolo.
Dokja lo tomó del brazo, deteniéndolo antes de salir por la puerta.
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Los 30 están respirando en mi nuca, Heewon.
Fiksi PenggemarLos jóvenes y estupidos Dokja y Sooyoung prometen casarse a los 30 si ambos siguen solteros... No contaban con que una tiene un carácter horrible y el otro es asexual. Las posibilidades de casarse son altas a menos que la directora del ultimo arco f...