Volviendo a ti.

Capítulo 10.

CAMILA POV

Era mi primer día aquí y lo mejor era que ya había conocido a alguien, una chica llamada Dinah. Era muy agradable y graciosa, me la topé en el vuelo y fue quien me ayudó a calmarme cuando estaba nerviosa al ser mi primer vuelo. Ella también venía a la capacitación para el mismo trabajo, me contó que estaban buscando varias personas y quienes se desarrollaran mejor en las dos semanas, serían los elegidos. Durante el vuelo conversamos un poco y nos conocimos mejor, me contó acerca de su familia y de su relación con Alex, su novia desde hace dos años.

Al igual que yo, Dinah no tenía empleo, con la diferencia que ella no había tenido la necesidad de trabajar, pero se quería independizar y vivir con su novia y por eso estaba en búsqueda de uno. Ahora compartíamos habitación y eso me tranquilizaba, así no me sentía sola y tengo con quién conversar, además de que me ha enseñado muchísimas cosas que yo desconocía, como por ejemplo a usar el celular nuevo que nos habían dado, era muy moderno a comparación con el que yo tenía, que solo servía para hacer llamadas y enviar mensajes de texto.

Después de la videollamada, dónde pude asegurarme que todo estuviera bien con Sasha y Lauren, bajamos a desayunar y posterior a eso tuvimos capacitaciones, charlas y reuniones con las autoridades del hotel.

-Estoy muerta -dijo Dinah mientras caminábamos fuera del salón donde estuvimos toda la mañana, teníamos dos horas para comer y descansar, y luego tendríamos que volver para seguir con el proceso.

-No hicimos nada más que estar sentadas escuchando todo y tomando notas, no es para tanto. -le respondí sonriendo y siguiendo en dirección al comedor del hotel.

-Eso es suficiente para estar cansada, además, todo es muy aburrido, así que lo más seguro es que termine usando tus notas porque yo no anoté nada. -Ambas nos sonreímos, no me importaba compartirle mis notas, ella era muy inteligente, solo un poco perezosa. -Lo bueno de todo esto, es que tenemos buffet libre, yo amo comer.

-Lo he notado -me reí y cogí un plato para servirme un poco de pasta, en realidad iba siguiendo a Dinah y copiando lo que ella hacía. Y solo podía disfrutar de estos momentos, de no sentir la angustia de no tener qué comer, de saber que mi hija estaba alimentándose bien al igual que yo, que habíamos dormido bajo un buen techo, en una cama en la que no se sintieran los resortes. Todo parecía que iba a mejorar, aún no tenía el puesto asegurado, pero haría todo lo posible por conseguirlo y poder brindarle estabilidad a mi niña. Seguimos comiendo y conversando con Dinah sobre cualquier cosa que se le ocurriera, hasta el momento no le había comentado como en realidad era mi vida, solo sabía que tenía una hija y que no tenía empleo, me gustó que me escuchó atenta, no me juzgó ni preguntó más allá de lo que estuve dispuesta a contarle, no hacía preguntas y eso me dejaba tranquila puesto que yo no iba por la vida contándole a cualquier persona mis desgracias.

-Bueno dime, me contaste que tienes una hija pero no mencionaste un padre, ¿Eres madre soltera? -su tono de voz fue tranquilo y pausado, con curiosidad genuina, más no por querer juzgarme. Ese tipo de actos que tenía ella hacían que le tomara confianza.

-Sí... -dije bajito y suspiré profundamente sintiéndome triste, ella inmediatamente me tomó la mano dando un apretón en señal de apoyo. Yo le sonreí de vuelta. -Desde cuando empezó el embarazo estuve yo sola todo el tiempo.

-Me dijiste que Sasha tiene 6 años - asentí y ella levantó ambas cejas por el asombro. -¡Eres de admirar chica!, no sé cómo será la historia completa, ya me la contarás -dijo riéndose y guiñándome el ojo -pero que durante 6 años te hayas hecho cargo sola de tu hija dice mucho de ti y la excelente madre que eres, a mi al primer año se me hubiera perdido o peor, muerto -soltó una carcajada que me hizo reír mucho a mi también y por ende subir el ánimo. Me sentí mejor y más relajada, pensando que podría contarle a ella mi miserable vida y quizás quitar un poco el peso de tantos años sin hablarlo con nadie.