(Él);
11:11 p.m. Y aún recordaba con exactitud la conversación que había tenido con la profesora de música.—Tienes talento Ryan pero...—dejó su libreta sobre el piano y una ligera mirada de lo que parecía decepción le invadió el rostro—...Te limitas.
—No es limitar, es pausar.
—No lo entiendo, con tu talento podrías lograr grandes cosas ¿Por qué no dejarle ver al mundo lo brillante que eres?.
—Pausar es mi forma de brillar.
—Has pensado en, ¿qué harás una vez que termines el bachillerato? ¿Qué carrera o en que Universidad?.
—No lo he pensado, quizá lo que ellos esperan que haga.
—Y ¿es lo que tú esperas?
—Quizá..
—Y ese quizá ¿te hará feliz?....
El tintineo de la campanilla sobre la mesa me devolvió a la realidad, con el uniforme puesto sobre mí, pantalones negros y una camisa roja.
—Último pedido chicos—anunció el encargado para después sacar una nota y dejarla sobre la mesa— Dos entregas Pizza pepperoni.
Jim frotó su nuca con hastío, pero claro, no era el trabajo ideal para él y para mí era sólo un respiro, un aire a libertad.
—Si tu padre nos descubre en esto—señaló el uniforme—...Te mata.
Hay cosas peores que la muerte.
—Lo único que agradezco de todo esto es que a papá no le gustan las pizzas.
—Vaya suerte la tuya.
Tomé la nota sobre la mesa..
—Calle Virginia,..—pausé al leer.
Jim volteó, eso igual que a mí nos había pillado por sorpresa.
—Residencia..
—No lo digas que me baja la presión arterial.
—4
No.
—1
Imposible.
—0.
Mierda.
—Retracto lo de la suerte, es tu calle...
—¿Y..
—Es tu puta calle....
—Puedes cerrar el pico..
—No, joder es dos residencias antes de la tuya. Y para nada haré lo del repartidor, ese es tu rollo.
—Nadie había pedido en residencias, se habrán equivocado.
Mencionó otro de los trabajadores.
—Voy a checar.
La idea de que tendría que ir por ese lugar, me ponía los pelos de punta.
—Es correcto, Calle Virginia Residencia 410...
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11:45 p.m. Estaba justo frente a la puerta de aquella residencia, había recorrido mil veces estas calles y simplemente nunca me había fijado en esta, parecía siempre deshabitada. Aveces había un auto y días después nada.