Me-mento-mori (Gravity Falls)

Capitulo 29

Capítulo 29

Durante aproximadamente una semana, reinó una calma inusual. Bill Cipher, la amenaza cósmica, parecía haberse tomado un descanso de sus incesantes ataques. La ausencia de anomalías proporcionó un breve respiro, una ventana de oportunidad para investigar los extraños sucesos que se habían convertido en parte de mi vida.

Sospeché que estas anomalías eran el resultado de la influencia de Bill Cipher, lo que ofrecía un anticipo retorcido de los horrores que podría desatar cuando finalmente llegara a este mundo. Era crucial comprender su naturaleza, sus ubicaciones y cómo enfrentarlas.

El diario resultó de gran utilidad para arrojar luz sobre estas anomalías, pero destruirlas presentaba sus propios desafíos. Muchas de ellas poseían una velocidad y un sigilo increíbles, lo que las convertía en adversarios escurridizos.

Entre los misterios sin resolver estaba el enigmático pozo sin fondo. Mi curiosidad me pudo y decidí experimentar arrojando una piedra a sus profundidades. Para mi sorpresa, no se oyó ningún sonido al tocar el fondo y permaneció extrañamente silencioso durante un rato. Luego, inexplicablemente, la piedra volvió a salir a la superficie. Incluso me atreví a saltar al interior, armado con una navaja de bolsillo por si acaso. Después de exactamente 25 minutos, fui expulsado del agujero, ileso, pero sin saber nada. El pozo sin fondo seguía siendo un enigma fuera de mi alcance.

Volviendo al presente, me encontré en Mystery Shack en un día normal y corriente. La habitual falta de clientes importantes nos dejó a Wendy y a mí atendiendo el mostrador de la tienda de regalos. Yo estaba leyendo un libro y Wendy, una revista.

'La montaña caminó, o tropezó.'

A pesar de los diálogos ocasionalmente incómodos de Lovecraft, su capacidad para crear narrativas escalofriantes era innegable. Sin embargo, una oscura revelación empañó mi apreciación por su obra. Las mismas historias de terror que él creó podrían convertirse en herramientas que Bill Cipher podría utilizar en mi contra, y la idea de enfrentarme a horrores sobrenaturales me resultaba profundamente inquietante.

Sin embargo, yo tenía una teoría sobre el método de Bill para desarrollar estas historias. Cuanto más aterradora y desafiante era la historia, más tiempo parecía necesitar Bill para prepararla para su uso. En mi opinión, el monstruo del lago y la oscuridad eran los adversarios más formidables. Representaban amenazas psicológicas y físicas, y un solo paso en falso podía llevarnos a la locura o a un tormento insoportable. La oscuridad, en particular, tenía el poder de distorsionar la realidad hasta nuestros miedos y deseos más profundos. El oportuno despertar de Mabel me había salvado de sus garras.

En cambio, los shoggoth de cera y los Echo eran más tangibles, con claras vulnerabilidades al calor y un cierto grado de comprensión de sus formas físicas. Se parecían a los animales en algunos aspectos, lo que los convertía en enemigos relativamente realistas.

La maldición, aunque innegablemente peligrosa, tenía un medio de activación peculiar y raro que la diferenciaba de las demás.

Mi análisis me llevó a una conclusión fundamental: la dificultad y el peligro de la historia parecían estar relacionados con el tiempo que Bill necesitaba para desarrollarla. Parecía que Bill Cipher tenía que pagar un precio o un período de espera para desplegar estos escenarios de pesadilla. Cuanto más difícil era la historia, más tiempo había que esperar.

Sin embargo, Bill se había abstenido de enviarme nada durante los últimos días, casi una semana. Eso me dejó inquieta, preguntándome qué podría haber planeado a continuación.

-¡parpadeo!

El repentino parpadeo de las luces nos hizo saltar a Wendy y a mí, todavía atormentados por el recuerdo de la oscuridad de ese día. Recordé que Soos había reparado las luces no hacía mucho tiempo y que su repentino mal funcionamiento era inquietante.