Mi pequeña senpai

Cotorreos y obligaciones

El miércoles llegó con la misma rutina de siempre en la oficina, pero para Sasuke, había un detalle que hacía que este día fuera ligeramente diferente: era el día en que Karin, una chica del equipo de soporte, también venía a la oficina. Desde que Sasuke había comenzado a trabajar allí, Karin había mostrado un interés obsesivo en él, una atención que él encontraba, en el mejor de los casos, incómoda. Pero no podía hacer mucho al respecto más que evitarla y mantener la distancia cuando coincidían en los mismos espacios.

Aquella mañana, después de una intensa reunión de equipo en la que Hinata había guiado a todos, Sasuke decidió tomarse un breve descanso y fue a la cafetería de la oficina. Tenía un par de cosas en mente, principalmente la conversación de la noche anterior con Hinata, que no había podido olvidar desde que se despidieron. No dejaba de pensar en lo bien que se sentía estar cerca de ella, y en la calidez que había sentido al tener su contacto de LINE. Aunque no había tenido el valor de escribirle todavía, saber que podía hacerlo en cualquier momento le daba una extraña paz.

Cuando Sasuke llegó a la cafetería, se dio cuenta de que no estaba tan vacía como esperaba. Mientras se servía una taza de café, sus ojos se dirigieron involuntariamente hacia una mesa cercana, donde reconoció a Hinata sentada con un par de amigas: Ino y Tenten. Había visto a ambas antes, sabía que Ino trabajaba en el lado de experiencia y que Tenten estaba en marketing, pero nunca había intercambiado más que un par de palabras con ellas en alguna ocasión. Las tres estaban inmersas en una conversación que parecía bastante animada.

Sasuke se quedó observando la escena por un momento, inseguro de si debía acercarse o no, cuando de repente sintió una presencia familiar a su lado. Era Karin, que lo miraba con una mezcla de adoración y nerviosismo.

—¡Sasuke-kun!— exclamó, con una sonrisa exageradamente amplia. —¿Qué coincidencia encontrarte aquí? ¿Tienes un minuto para hablar?

Sasuke reprimió un suspiro. La presencia de Karin era lo último que necesitaba en ese momento, especialmente cuando su atención estaba fija en Hinata y sus amigas.

—Estoy un poco ocupado— respondió de manera cortante, esperando que Karin entendiera la indirecta— pero ella no parecía darse por vencida fácilmente.

—No te quitaré mucho tiempo— insistió, acercándose un poco más de lo que él consideraba cómodo. —Solo quería preguntarte si..

Antes de que pudiera escucharla terminar su frase, Sasuke notó que Hinata lo había visto desde su mesa. Sus ojos perlados se encontraron brevemente con los suyos, y luego ella le ofreció una sonrisa cálida, un gesto pequeño pero que hizo que Sasuke sintiera una punzada de alivio y tranquilidad.

—Lo siento, Karin— dijo Sasuke, interrumpiendo lo que fuera que ella estaba a punto de decir. —Tengo que irme.

Con eso, y sin esperar una respuesta, se alejó de Karin y se dirigió hacia la mesa de Hinata, decidido a sentarse cerca de ella. No quería interrumpir su conversación con sus amigas, pero estar cerca le ofrecía una oportunidad de mantener su mente en algo que realmente le importaba.

Se sentó en una mesa cercana, lo suficientemente cerca como para escuchar algo de lo que decían, pero no tanto como para parecer que las estaba espiando deliberadamente. Sin embargo, no pudo evitar prestar atención a su conversación, especialmente cuando se dio cuenta de que el tema había girado hacia las relaciones.

Ino estaba hablando animadamente sobre su novio, Sai, y las cosas que habían hecho el fin de semana pasado. Su voz era entusiasta mientras describía una salida a un parque de esculturas y una cena en un restaurante de sushi.