Picnic 🧺

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El sábado llegó con el cielo despejado y una brisa suave que prometía ser un día perfecto para el picnic. Sasuke se había levantado temprano, como de costumbre, y después de su rutina matutina, se encontró con un mensaje en su teléfono que no esperaba, uno que lo hizo detenerse en seco.

Era de Hinata.

Hinata: Buenos días, Sasuke-kun. Sé que es un poco de último momento, pero como vivimos cerca, ¿podrías ayudarme a llevar la comida al picnic? Hice bastante y no creo que pueda cargar todo sola.

Sasuke leyó el mensaje una vez, luego otra, sintiendo cómo una ligera sonrisa se dibujaba en su rostro. No había esperado que Hinata tomara la iniciativa de contactarlo, y mucho menos para pedirle ayuda. Sin perder tiempo, le respondió.

Sasuke: Claro, no hay problema. Dame la numeración de tu departamento, estaré ahí en unos minutos.

Una vez que le envió la numeración, se preparó rápidamente. Aunque normalmente se hubiera sentido indiferente ante la perspectiva de ayudar a alguien, la idea de pasar más tiempo con ella lo llenaba de una emoción tranquila pero intensa.

Subió hasta el piso indicado y tocó la puerta, su corazón latiendo un poco más rápido de lo normal.

La puerta se abrió, y Sasuke se encontró frente a Hinata, que lucía completamente diferente a como estaba acostumbrado a verla en la oficina. Llevaba un short de mezclilla que resaltaba sus esbeltas piernas, y una blusa negra con transparencias que dejaba entrever la camiseta sin mangas debajo. Su cabello estaba recogido en una coleta alta, lo que le daba un aire juvenil y encantador. Al verla así, Sasuke sintió un leve calor subir por su cuello.

—¡Sasuke-kun! Gracias por venir tan rápido— dijo Hinata con una sonrisa suave, haciendo a un lado para dejarlo entrar. —Adelante, pasa.

Sasuke asintió y entró en el apartamento, pero pronto se dio cuenta de que el lugar era mucho más espacioso de lo que había imaginado. El departamento de Hinata era un dúplex, con techos altos y un diseño interior acogedor. La sala de estar se abría hacia un espacio en doble altura, con una escalera que llevaba al segundo piso, donde probablemente se encontraban las habitaciones.

El lugar tenía varias plantas distribuidas por la sala, fotos enmarcadas que colgaban de las paredes, y una colección de vinilos junto a un tocadiscos en un rincón. El ambiente estaba impregnado de una suave fragancia floral, y la luz natural que entraba por las grandes ventanas le daba una sensación de calidez y tranquilidad. Desde el segundo piso, se veía un pequeño espacio de trabajo, con una estantería llena de libros y discos.

Mientras Sasuke inspeccionaba el lugar, una gata gris apareció de repente, caminando con elegancia hacia él. La gata se detuvo a sus pies, mirándolo con curiosidad antes de maullar suavemente.

—Oh, esa es Miss Vainjie— dijo Hinata, inclinándose para acariciar a la gata. —Es un poco tímida al principio, pero cuando te conoce, es muy cariñosa.

Sasuke observó a Miss Vainjie por un momento antes de inclinarse ligeramente para darle una caricia rápida en la cabeza. La gata cerró los ojos y ronroneó en respuesta, aprobando su gesto.

Sasuke la siguió hacia la cocina, donde encontró la mesa cubierta con varios tupperwares llenos de comida. Había onigiris, sándwiches, y varios bentos cuidadosamente preparados, todos listos para ser empacados. Era evidente que Hinata había puesto mucho esfuerzo en la preparación.

—Hice un poco de todo, no estaba segura de qué preferirían— dijo Hinata, mirando la comida con una mezcla de satisfacción y ligera preocupación. —Espero que sea suficiente.

Mi pequeña senpaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora