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Elisa Cucco


Estaba ya en mi departamento, Blas me había acompañado y le agradecí por el gesto lindo que tuvo al llevarme. Cuando llegué, Nicole estaba conversando con mis amigos. No tardaron mucho en verme y me preguntaron cómo me fue.

─ Bien, me cayó bien. ─dije dejando mis cosas en la mesita que tenía en la entrada.

Fue lo único que dije antes de tumbarme en el sofá, era una de las cosas más cómodas del departamento.

Los chicos se rieron de mi, les saqué el dedo corazón y abrí la televisión para poner música. Puse una playlist de Emilia y cerré los ojos cansada.

─ No te me duermas, vamos a salir a dar un paseo y tú eres la única que se sabe este lugar a la perfección de todos nosotros. ─dijo Fernando y abrí los ojos alarmada.

─ Por si no te diste cuenta, me voy a dormir con la diosa de Emi de fondo. Busca a otra persona o algo. ─dije mirándolo mal, el negó pero volví a cerrar los ojos.

Note que hubo un silencio muy largo, no le tomé mucha importancia y me acomode para dormir mejor. Momentos después sentí como un montón de agua caía a mí cara y cuerpo. Me levanté para mirar quien había sido, Fernando, lo iba a matar.

─ Te lo juro que te voy a asesinar Fernando Rodríguez. ─dije enojada, él se rió y yo le di una hostia.

Fui a mi cuarto y me cambié de ropa. Frustrada, fui al salón donde estaban todos y asentí cansada. La única que me vio fue Melisa y me abrazó, era muy cómodo estar abrazada a ella. La amaba literalmente.

─ Menos mal que has cambiado de opinión porque Fernando iba a usar Google Maps y habríamos acabado en Alicante. ─dijo Melisa burlándose de su novio y me reí.

Fernando la miró mal para luego abrazarla por la cintura y darle un pico. Mi hermana y yo nos miramos y suspiramos. Necesitaba pareja y Nicole también.

─ Que envidia os tengo, joder. ─dije mordiéndome el labio y ellos se rieron mientras estaban abrazados.

No me juzguen, no lo decía a malas. Necesitaba a alguien que me quisiera como Fernando a Melisa, eran mi prototipo de pareja. Obviamente de películas tengo un montón, pero no las voy a nombrar porque tardaría dos años y pico.

─ Ya encontrarás a tu ruloso con ojos azules en algún momento linda. ─se burló Fernando de mi y no pude evitar que se me saliera una sonrisa.

Mi amigo y yo nos conocemos desde que tenemos cinco años, él sabe que mi estándar esque sea ruloso, alto, ojos azules y gracioso. Cosa que con mi altura Juani cumplía todo.

─ Deja de soñar tanto hermoso. ─dije con sarcasmo, él negó divertido y Melisa y Nicole se rieron.

─ Sabes que los sueños se suelen cumplir, no? ─dijo divertido y me mordí el labio mientras negaba con una sonrisa en mi rostro.

─ Pero el que te estás imaginando ahora mismo no. ─dije en broma mientras exageraba mis movimientos de cabeza.

─ Nos vamos a ir o seguimos hablando de que Elisa se quiere besar a Juani? ─preguntó Nicole metiéndose en la conversación.

─ Prefiero la primera opción. ─dije decidida, vi como Fernando abría la boca para decir algo y ya me imaginaba que iba a decir.─ No, no me quiero besar tampoco a Juanicar, deja las drogas Fernando.

Salimos de casa mientras Melisa se encargaba de cambiar de tema, acabamos hablando de los ligues del Mercadona. Era increíble, yo no iría aunque me paguen, bueno, si me pagan sí.

─ Te imaginas decirle a tu hijo que todo comenzó en el Mercadona? Me meo. ─dije riéndome y mis amigos soltaron una carcajadas que se oyeron hasta Londres.

─ Callate, que yo a ti te veo capaz. ─bromeó Nicole, la mire indignada en broma y le di un golpe flojo en el hombro.

─ Si estuviera Juani me lo pienso. ─le seguí la broma y ellos me miraron sorprendidos. Al parecer no entendieron la broma.

─ Y si estuviera Dylan O'Brein? ─preguntó Melisa levantando las cejas con una sonrisa pícara.

─ Ni me lo pienso, vamos. Me meto en su carro y todo si hace falta. ─dije sonriendo y ellos se rieron de mi, como siempre.

Seguimos conversando de temas variados, hasta que Fernando sacó el móvil un momento y grito de la emoción mirándome. Confundida, me acerqué a ver qué le había emocionado tanto, al verlo me reí y negué.

─ Fernando, ya te lo he dicho, deja las drogas. Te hacen mal, escúchame que soy tu amiga. ─dije negando y alejándome un poco poniéndome al lado de Melisa.

─ Oh vamos! Vendrá a España, es tu oportunidad. Se supone que os habláis, no? ─dijo guardando su móvil.

Técnicamente tenía razón, pero me daba algo de vergüenza y tampoco quería hacer el ridículo.

─ Le puedo escribir yo por ti, si hace falta. ─interrumpió mis pensamientos Fernando, negué aterrorizada y él se rió.

─ La última que lo hiciste morí de la vergüenza hijo de puta. ─me quejé, Nicole aprovecho y cogió mi móvil.

─ El no podrá, pero yo si. ─dijo Nicki con mi móvil, yo me tiré a por ella para tomar mi celular, pero Melisa y Fernando me detenían como podían.

Rendida, deje de forcejear, me senté en un banco cerca de ahí y ellos se sentaron a mi lado. Nicki me dio mi móvil sonriendo y me apresuré a ver qué escribió.

─ Tranquila fiera, ha dicho que si. Hasta tienes día y hora, que orgullosa me siento de haberte conseguido una cita en tres minutos. ─dijo haciendo como que se secaba unas lágrimas.

Al escuchar el término "cita" no pude evitar ponerme roja y pensarlo. Para él solo será una salida de amigos, que cita si ni siquiera nos hemos visto en persona y está es la primera vez que nos veamos.

─ No es una cita, es una salida de amigos Nicki. Es la primera vez que nos vamos a ver en persona. ─dije algo nerviosa, cosa que para mis amigos no pasó desapercibido.

Me bombardearon a preguntas y burlas, no contesté todas porque algunas eran algo... raras. Melisa era la más tranquila, Fernando? Bueno, el es un caso perdido y Nicki estaba emocionada.

Me levanté del banco estirando mis piernas, cosa que los chicos también hicieron y nos dispusimos a ir a mi casa. Estaba algo cansada y necesitaba dormir un rato, aunque con mi amigo sería imposible. Igual, hablaré con Melisa para que lo calle un rato y poder dormir tranquila.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por Nicki, que me abrazó por los hombros y me sonrió.

─ Le diré a Fer que se ponga a ver una peli, no te preocupes. ─aseguró Nicki y le sonreí agradecida.

Ella sabía que sufría de insomnio, supongo que vio que estaba cansada y me quiere ayudar. Creo que mi hermana podría saber lo que pienso en cualquier momento, aunque llevemos años sin vernos ella siempre sabrá.

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⏰ Última actualización: Sep 09 ⏰

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𝐌𝐀𝐌𝐈𝐂𝐇𝐔𝐋𝐀 ; Juani CarusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora