Tatoo - Capítulo 1

177 9 64
                                    

Regina había crecido en una familia colmada de maestros, ellos le inculcaron el amor por la pedagogía, sin embargo, al optar por una carrera universitaria, se decidió por la psicología y al graduarse, prefirió quedarse allí, a impartir los conocimientos adquiridos, cumpliendo así, con la tradición familiar, ella, una mujer de poco más de veinte años, de mediana estatura, ojos café y cabellos tan negros como el azabache, poseía la belleza de una ninfa recién llegada del Olimpo, todo aquel que se cruzaba en su camino, quedaba totalmente embrujado por sus atributos femeninos, muchos la envidiaban, precisamente por ser hermosa, solo que no le importaba la opinión de los demás, vivía su vida con tranquilidad y orgullo, porque además de todo, la habían dotado de un carácter extremadamente fuerte, no se medía para expresar lo que sentía y cuando algo no le gustaba, se imponía autoritariamente, eso también era motivo de envidia y desagrado entre los que la conocían, y no eran muchos, porque en Storybrooke, ese pequeño y pintoresco pueblito de la ciudad de Maine, todos, se conocían.

“Regina, tu amiga, ha llegado”, la voz de su padre, la sacó de sus pensamientos, esos, que, en cuanto tenían una oportunidad, la sorprendían con su triste realidad amorosa, sí, porque la muy terca, no aceptaba los galanteos de ningún hombre, tal vez se guardaba para el indicado, eso no es así, ahí hay una historia más larga.

“dile a Mary que me espere”, prefirió no abrir la caja fuerte de sus sentimientos, era día de felicidad.

“te manda a decir que no tardes”, su padre, era una de las personas más especiales en la vida de Regina, él, al igual que su madre, eran los cómplices número uno, de sus locuras y la apoyaban en cada plan que pretendía emprender.

“ya me estoy vistiendo”, ante la premura de su amiga, ni pudo terminar de lavar su larga cabellera como tanto le gustaba.

“¿la entretengo mientras sales?”, escuchó la pregunta en forma de susurro, sonrió porque él siempre la salvaba de cada situación complicada en la que se encontraba.

“por favor”, con un tonito suplicante le respondió.

“manos a la obra entonces”, con su actitud amorosa, anunció su apoyo incondicional y salió de la habitación de su hija para cumplir con su misión a carta cabal.

“¿ya viene?”, algo inquieta, Mary cuestionó al verlo aparecerse en la sala.

“¿te apetece un coctel de frutas?”, ofreció sin dejarse arrastrar por su desesperación.

“usted sabe dónde disparar para matarme, ¿verdad?”, en tono burlesco, aceptó su proposición, “claro que acepto”, el señor cocinaba como los dioses, no podía ser de otra manera, si era maestro de cocina.

“acompáñame”, guió el camino y ambos caminaron uno detrás del otro, “toma asiento”, ofreció, en la barra podía encontrar su propio sitio, la cocina era amplia y espaciosa, además, ella la conocía de memoria.

“¿y la tía?”, cuestionó mientras el señor frente a ella, preparaba las condiciones para servir el coctel.

“en el salón de belleza”, su esposa era muy presumida, Regina era digna hija de su madre, “hoy es sábado, debe lucir hermosa el lunes cuando comience a trabajar”, justificó, era un esposo demasiado amoroso.

“estoy lista para partir”, de la nada, apareció Regina perfectamente vestida y peinada, luciendo un vestido de hilo color marrón, un par de balerinas a juego, no sabía cómo se las arreglaba para lucir siempre tan hermosa.

“¿irás a conquistar algún galán”, elogió su padre al verla aparecer, ella y su amiga se miraron en completa complicidad, su corazón era un libro abierto para Mary.

TatooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora