Manobal, The Last Pack [Adaptación Jenlisa]

Capítulo dieciocho

Jennie gime medio ida, y siente un cálido y sofocante cuerpo sobre ella, aplastándola contra algo cómodo. La humana abre los ojos y luego los entrecierra al ver que hay demasiada luz sobre ella, intentando alejarse de la luz de la mañana, pero sin poder moverse ni un solo segundo.

— No se va a mover de encima tuyo, ha estado preocupada por ti los dos días que has estado inconsciente, esa pistola te dio duro — Dice Ji-Cheol, y Jennie gira la cabeza como puede para ver a Ji-Cheol, con horribles heridas en su rostro curándose de forma lenta, leyendo un libro de texto de la castaña.

— ¿Vuelve a estar ida? — Murmura Jennie con la voz ronca, saboreando el agua que sube por la pajita que Ji-Cheol le facilita. Al verlo tan cerca, Jennie jadea al ver las profundas heridas de bala que tiene el Alpha.

— No estoy ida — Dice Lisa sobre Jennie sin querer moverse ni un centímetro — Pensé que ibas a morir.

— Pensé que tú ibas a morir, recibiste una bala amarilla en el pecho — Dice Jennie recordando con claridad el momento en el que pensó que Lisa iba a morir — ¿Cómo demonios hemos acabado tan rápido con Mina y sus cazadores? Necesito que me expliquen, porque les juro que me estoy volviendo loca poco a poco.

— Ji-Cheol, dile lo que has hecho para acabar con Mina — Murmura Lisa contra la piel del cuello de Jennie, sin querer moverse, ha estado a punto de perderla y no quiere ni pensar en qué sería de ella sin Jennie.

— Llamé a Lee Dong Wook cuando supimos que era una trampa, él nos ayudó a parar a Mina, y gracias a él pudimos obtener el acónito con el que nos dispararon para quemarlo y así no morir — Dice Ji-Cheol, y Jennie asiente pensando en ello hasta que cae en algo.

— ¿Lee Dong Wook? — Pregunta Jennie, y Lisa se pierde la mirada de Ji-Cheol, pero no Kim — Me gustaría darle las gracias por salvarme, él no me dejó atada y como regalo para que su hermana viniera a por mí.

— Eso fue totalmente mi culpa, y me disculpo, cachorra — Dice Ji-Cheol, y Lisa hace un ruido roto desde su garganta, como un lobo triste — Y si, Lee Dong Wook. Está descansando en tu sofá, ya que quiere hablar contigo.

Jennie asiente y luego se da cuenta de que ese era el ruido que lleva escuchando todo el tiempo, el corazón de Dong Wook latiendo. La humana frunce el ceño y se queda pensando en porqué puede escuchar el latido del cazador, pero lo deja a un lado ignorando todo para después.

— ¿Conmigo? — Pregunta Jennie y le guiña un ojo al Alpha, que gruñe y finge seguir leyendo mientras hace un ruido que se puede tomar como una afirmación o una negación — Vale, primero quiero que levantes la cabeza, Lisa.

Lisa gruñe y levanta la cabeza lo justo para darle un pequeño beso a Jennie, luego vuelve a acurrucarse sobre Jennie y comienza un gruñido bastante bajo y constante que hace que Jennie se vuelva a dormir, cálida, contenida y con una parte nueva dentro de ella que se relaja rodeada del Alpha y de su compañera.