Descubrí bastante tarde el significado de los tótems animales, y aún hoy en día mi conocimiento sobre el tema es el justito.
Para mí, un tótem animal es probablemente una manifestación más del universo, una forma de reflejar cualidades intrínsecas de los seres vivos. Fiel a la idea del inconsciente colectivo de Jung, considero que los animales actúan como portadores de virtudes específicas. De alguna manera, cuando un animal en particular llama poderosamente tu atención, se aparece en tus sueños o tiene un impacto significativo en tu vida, es porque te está mostrando algo profundo sobre ti mismo.
Esto me hace recordar el sueño del rayo de Agatha, que mencionaré en más detalle más adelante. En ese sueño, aparecía una larga serpiente negra que formaba parte de la cola de un gato negro malherido. La serpiente se deslizó a escasos centímetros de mí, y la experiencia fue aterradora. Pero al despertar, lo que más me impactó no fue la serpiente, sino el gato herido. La sola presencia del gato me producía un profundo rechazo.
Más tarde, siguiendo los pasos de Jung, descubrí que en muchas culturas los gatos representan la belleza femenina inmaculada. La idea de que en mi sueño el gato estuviera "maltratado" me hizo pensar que era una metáfora de heridas que tal vez no quería reconocer, relacionadas con los abusos que sufrí en el instituto. En el sueño, no solo sentía temor hacia el gato; también me repudiaba a mí misma, por no hablar de la serpiente que llevaba como cola.
Anecdóticamente, después de ver una mañana Desayuno con diamantes, entendí por completo lo que ese sueño me estaba diciendo: me invitaba a amarme a mí misma, de la misma manera que Holly, la protagonista, aprende a amar a su gato. Me pareció bonito pensar que el inconsciente nos envía símbolos y mensajes para ayudarnos a comprender qué es lo que nos está lastimando, incluso cuando no somos capaces de verlo por nosotros mismos.
Y para acabar este fragmento, otra anécdota graciosa: el año pasado, los sueños con serpientes comenzaron a intensificarse para mí. En uno de ellos, se me mostró la imagen de una serpiente negra enroscada. Pocas semanas después, acabé visitando a un hermano de otra vida, después de siete años de haberlo conocido. Lo primero que vi al entrar en su casa fue un cuadro con la imagen de una serpiente negra enroscada, igual a la de mis sueños.
Para mi sorpresa, antes de ir a visitarle y descubrir el cuadro, también ocurrió que una pequeña "serpientilla" negra – en realidad una lombriz gorda de más de 30 centímetros – apareció en mi portal. Entré en pánico y salí corriendo. Cuando regresé a ver si seguía allí, había desaparecido. Más tarde me enteré de que, lamentablemente, la pobre criatura había acabado en el fondo de la piscina comunitaria.
Pensé: "¡Vaya! Ha venido aquí a morir, justo en mi casa, coincidiendo sincrónicamente con mis sueños serpentiles." Lo viví como una casualidad muy reveladora, que me llevo a todo lo posterior que contaba antes.
Quería aprovechar esta última anécdota para introducir cómo ésto, me recordó la famosa historia de Carl Gustav Jung y el escarabajo dorado. Para profundizar en ese tema, comparto el material de Jorge Benito, quien me ayudó enormemente a entender mucho mejor el trabajo de Jung.
Si te interesa, te animo a seguir su contenido en YouTube y a darle play al enlace en este capítulo.
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Cuéntame tus 'te cuento' y te cuento un cuento
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