Eyes don't know how to keep secrets - Sherlock Holmes

18 - Home

La chica apartó sus manos y abrió los ojos para ver a quién pertenecía esa voz.
Aunque ya lo sabía, pero no era capaz de creerlo.

Y allí estaba. El pelinegro de ojos azules de pie en frente de ella.
Un enorme alivio le recorrió todo el cuerpo al verlo.
Y entonces dejó de llorar en silencio para empezar a sollozar y soltar todo lo que acababa de vivir.
Quería ir a abrazar al detective pero no tenía fuerzas para levantarse.

Él la miró sintiendo una culpa inmensa por haberla dejado marchar.
-Ya estás a salvo- Le susurró mientras se agachaba y atraía el cuerpo de Lis hacia él para poder abrazarla.

Ella escondió su cara en el cuerpo de Sherlock y se agarró con fuerza a su abrigo mientras lloraba y temblaba.
Tenía miedo de que desapareciera, de que la dejara.

Holmes la abrazó con más fuerza mientras se le escapaba una pequeña lágrima.
Lis se estaba rompiendo en sus brazos y, en parte, era culpa suya.
Le acarició el pelo para tranquilizarla.
-Lo siento- Le dijo con un hilo de voz. La chica volvió a sollozar -Lo siento mucho Lis- Se disculpó de nuevo.
Se sentía muy culpable por lo que le había pasado a Elizabeth.

Ambos escucharon como el hombre del suelo se levantaba pero antes de que pudiera terminar de ponerse de pie alguien lo volvió a tumbar.
Esa era Enola, y Tewkesbury que entró después.

Lis escuchó ruido pero no se apartó de Sherlock.
Se sentía segura así, abrazada a él y sabía que no le pasaría nada si estaba con él.

La pequeña Holmes se quedó mirando como su amiga se derrumbaba en los brazos de su hermano.
Nunca la había visto así. El día que se conocieron, Enola la encontró en un callejón llorando y con frío. También parecía tener miedo, pero ahora, esto era diferente.
Dios mio que le había hecho ese hombre.

(...)

Sherlock llevó a Lis en brazos hasta un coche para poder llevarla a su apartamento y que pudiera descansar.
Ella no dijo nada. Ya había dejado de llorar pero se notaba que seguía un poco aturdida por como temblaba todo su cuerpo.

Ya ambos sentados, Holmes pasó un brazo alrededor de la chica y la atrajo hacia él.
Ella no se resistió, y apoyó su cabeza en el hombro del detective.

-Creía que...- Habló Elizabeth por primera vez, en un tono bajito -que él ser-sería capaz de... -Continuó con la voz entrecortada y con lágrimas de nuevo -Pensaba que esta vez me mataría- Terminó.

El pelinegro se tensó al escuchar esas palabras.
La miró a los ojos y no vio ese preciso brillo que le caracterizaba. Ese hombre era un monstruo.

-Lis lo siento mucho, de verdad que sí- dijo sintiéndose culpable.

-N-no es tu culpa.

-Si lo es. No debería haberte tratado así, no...

-Sherlock n-no es tu c-culpa- Levantó la cabeza para mirarlo. No quería que se sintiera culpable porque no era su culpa. Vio el arrepentimiento en sus ojos.

-Si te hubieras quedado en el apartamento no...
Pero yo te dije... Y no...- No le salían las palabras para expresar lo culpable que se sentía -Podría haberte protegido de él.

Lis notó como respiraba un poco más rápido, y dio cuenta de que no le había convencido, con decirle que no era su culpa. Él de verdad creía que todo esto era su culpa.
-Oye esto habría pasado igual, tarde o temprano me habría encontrado. Además, me has salvado.

"Me has salvado"
Esas palabras se quedarían grabadas en la mente de Sherlock para siempre.

-Puede, pero si no te hubiera dejado marchar...
No quería que te fueras.

Ella volvió a apoyar su cabeza en su hombro.
-Yo no quería irme.

Después de esas palabras de Lis se hizo un silencio, para nada incomodo, pero muy largo.

(...)

Ya en el apartamento del detective, los dos se sentaron en el sofá, Lis acurrucada en el cuerpo del pelinegro. Sin hacer ni decir nada, simplemente disfrutando de su compañía.
Todavía no era de noche pero ya había oscurecido.

Sherlock observaba a Lis. A pesar de los cansada que se veía, seguía siendo preciosa.
Todavía notaba un cierto temblor en el cuerpo de la joven, pero ahora estaba tranquila.
Él siguió mirándola y vio como poco a poco se le cerraban los ojos. Se sintió aliviado al ver que al fin se dormía porque sabía que Lis necesitaba descansar.

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acabado: 30/09/24
publicado: 07/10/24

743 palabras

Perdón