17 - It all fell down

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El hombre llevó a Lis hasta el carruaje de la policía. La hizo entrar y ella no se resistió, sabía que no había forma de escapar.
Las lágrimas que había estado intentando contener ya le resbalaban por las mejillas y todo su cuerpo seguía temblando. Ni siquiera sollozaba. Solo lloraba y se moría del miedo por dentro al pensar que tenía que volver a verlo, a convivir con él

Tenía pánico a ese hombre. Tenía pánico a esa casa.

No sabía lo que le haría o le diría su padre al tenerla allí de nuevo, pero sabía que nada bueno.
Y lo que más miedo le daba era no poder escapar nunca más de él.

(...)

Enola, Tewkesbury y Sherlock fueron al apartamento donde Lis y Enola habían dejado sus cosas por última vez.
Iban a entrar al edificio y al detective le recorrió un escalofrío al pensar que le podría haber pasado algo a Lis por su culpa.
Nunca se perdonaría a él mismo si algo le pasara a la chica.

-Puedo esperar en la entrada por si pasa por aquí- Propuso el Lord.

-Si, buena idea- Le respondió la menor.

Subieron hasta el apartamento de las dos jovenes y se lo encontraron vacío. Sin las pertenencias de Lis y Enola. Y tampoco estaba Lis.

-Deben tener nuestras cosas los dueños del edificio, no pagamos el alquiler el otro día- Comentó la pequeña Holmes.

El mayor ni siquiera escuchó a su hermana. Cada vez estaba más preocupado por Elizabeth. Y en esa habitación no había rastro de la chica.
Joder pero como podía ser que él, Sherlock Holmes, el detective más famoso de Londres, no fuera capaz de pensar con claridad cuando se trataba de esa chica.
No podía ser tan difícil.

Enola vio como su hermano seguía estresado.
-Oye- Lo llamó -La encontraremos ¿vale?

El pelinegro tampoco estaba escuchando esas palabras. Su cabeza estaba en Lis.
Lis
Lis
Lis
"¿Por qué te he dejado marchar Lis?"

-Sherlock- Le llamó la atención la menor por segunda vez. Esta vez, él sí la miró -La vamos a encontrar. Te lo prometo.

Él intentó ocultar un suspiro entrecortado y su mirada de preocupación pero Enola lo notó igual.

-Estará bien- Dijo ella con una sonrisa tranquilizadora.

De repente Holmes cayó en una cosa.
Su padre.
Su casa.
Policías.
"Jo-der"
¿Cómo no había pensado antes en esto?
¿Cómo puede ser capaz una chica de trastornar la mente de un detective?

Empezó a imaginar miles de posibles escenarios que podrían estarle pasando a Lis si es que estaba en su casa.
Por no mencionar el pánico que Lis le tiene a ese hombre.

Sin darse cuenta, Sherlock empezó a dar vueltas por la habitación y su respiración se volvió más agitada.

-Sherlock. ¿Qué pasa?- Le preguntó Enola preocupada y confusa.

-Su casa. Su padre. Ella...- Lis no tenía por qué estar ahí pero Holmes tenia un presentimiento de que, por lo que fuera, había acabado ahí y él tenía que sacarla de allí.
Empezó a sentir, otra vez, esa rabia hacia el padre de la joven. Le haría pagar por todo lo que le ha hecho a su hija.

La pequeña Holmes no entendía muy bien lo que quería decir su hermano pero empezó a atar cabos.
Lis huyó de su casa.
Pero ¿por qué querría volver?
Lis no querría volver.

-¿Qué sabes que yo no sepa?- Le dijo la menor. Pues sabía que Sherlock sabía algo más sobre el pasado de su amiga. Ella nunca quería hablar de ello, pero supuso que le habría contado algo al detective. Porque sino no habría forma de saber eso.

Eyes don't know how to keep secrets - Sherlock Holmes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora