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El amor no aparece con ninguna señal de advertencia. Caes en él como si te empujaran desde un trampolín alto y no hay tiempo para pensar en lo que está pasando. Es inevitable. Un evento que no puedes controlar y una loca montaña rusa loca para el corazón del que sólo tienes que seguir su curso.

El amor es un sentimiento, un sentimiento de felicidad. El amor es poderoso, demasiado poderoso para jugar. Este sentimiento es extraño y difícil de describir, pero cuando te enamores, lo sabrás por dentro. 

Y Max lo sabía pues cada día su amor por Checo se hacia más profundo, tan profundo de lo que nunca antes había imaginado. Daría todo, hasta lo imposible para que su amado omega fuera feliz por siempre.

En este último mes se había esforzando como nunca en hacer que su cortejo fuera digno para su amado omega, quien con unos dulces besos en los labios y sus hermosos ojitos brillantes le agradecía por sus maravillosas citas. Ver su rostro de felicidad, hacia que valiera la pena absolutamente todo.

Y el amor de ese lindo cachorrito, de Patricio, le hacia sentir tan pleno, tan amado.

Sonríe recordando las maravillosas citas exitosas al lado de Sergio y los bellos momentos en familia que ha pasado al lado de su omega y su pequeño en las tardes-noche de maratones de películas y pizza.

Pero pronto sus lindos recuerdos se ven esfumados al instante de pegar un brinco ante el repentino ruido del teléfono sonando, bufa y malamente responde.

Era Hannah

—Señor— la escuchó decir, pero frunce el ceño al notar el timbre de voz de su recepcionista en un tono preocupado —Lo busca Esteban Ocon, dice que es urgente y que no se moverá de aquí sin hablar antes con usted o Sergio...

Max maldice y suspira frustrado. Para su buena suerte, Checo hacia unos minutos se había ofrecido a salir en busca de sus almuerzos y aquello le tomaría un buen tiempo. Un tiempo que aprovecharía.

—Hazlo pasar, Hannah.

Ordena y la línea se queda en un corto silencio, para después escuchar un "está bien, Señor Verstappen" y colgar.

No pasan más de unos cortos minutos cuando escucha el ruido de su puerta ser tocada y abierta al mismo tiempo, dejando así ver la desagradable vista del cuerpo de Esteban.

Observa con rabia y desagrado como el alfa pasa con confianza por su oficina, mirando con detalle y sorpresa el lugar. Max retoma su postura y egocéntricamente mira a Esteban quien al notar que Verstappen le miraba con burla ante su sorpresa, cambió su expresión a una neutra.

—Se que esto es nuevo para ti, pero con mirar no obtendrás todo esto.

Después de todo, la soberbia y egocentrismo se le daba muy bien a Max Verstappen.

—¿Dónde esta Sergio?— pregunta Esteban aparentando fuertemente sus puños, pasando de largo las palabras de burla de Sergio.

—Dónde este mi omega no te debe de importar — responde secamente, pero sonríe al ver como el otro alfa aprieta su mandíbula fuertemente del enojo.

—Él es el padre de mi hijo, quiero hablar con Checo— dice marcando el "mi" en un intento de molestar al alfa, quien en vez de hacerlo suelta un estruendosa carcajada."

—Patricio Pérez.

—¿Qué?— pregunta confundido el alfa y eso solo hace ensanchar la sonrisa burlesca de Max.

Mi pequeño se llama Patricio Pérez, por ende solo tiene un padre y ese padre es el maravilloso Sergio Pérez. Legalmente Sergio es su único padre, así que déjate de estupideces y ve al grano de tu visita.

Stupid Boss ❤️ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora