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Lovely Woonie era un lindo preescolar con demasiada vainilla. En el plantel solo dominaban los colores pasteles y bellos dibujos caricaturescos decoraba las coloridas paredes y hacia llamar la atención de los pequeños niños.

Como era de costumbre en el primer día de clases, los padres de los pequeños niños despedían a sus hijos en sus respectivos salones de clase. Ya sea dejándolos llorando o enojados, los maestros pacientemente lograban que los niños terminaran por reírse y sonriendo, en especial una tierna parejita de profesores que amaban con locura su profesión.

Patricio no lloró y no se enojó. En cambio... Su pequeño se había mostrado sumamente emocionado al conocer quien sería su profesor, un lindo omega risueño que rápidamente había captado la total atención del menor. Yuki Tsunoda , así se llamaba aquel encantador profesor.

Despedirse fue difícil para ambos, pero en especial para el omega quien no contuvo sus lágrimas al regresar a su hogar al ver a su pequeño crecer tan rápido... Su memoria no tardó mucho en hacerle recordar la primera vez que tuvo entre sus brazos a Pato, tan pequeño y frágil, pero tan etéreo a la vez.

Felizmente, había cumplido su promesa y había estado junto a su hijo en un día sumamente importante para él, para ambos.

Regresando a la actualidad, Sergio corría despavorido en su habitación de aquí y allá arreglándose lo más rápido posible, pues nuevamente estaba tarde. Y justo el día menos indicado para estarlo... Su alarma no sonó y apenas le dio tiempo de ducharse, cambiarse, ponerse algo presentable y preparar el desayunode su amado hijo.

En esta ocasión se fue por prepararle algo más sencillo y menos laborioso. Le preparó pequeños hotcakes con Nutella en cima, fruta en sus características formas de dinosaurios pues así era cómo le gustaba al menor y para beber le metió en su termo de el hombre araña su amada leche con chocolate.

Tan pronto se despidió de su hijo y cuñado salió disparado hacia la estación de autobuses. Y al llegar al enorme edificio no dudó en correr hasta la recepción de la empresa. La mayoría de empleados ya se encontraban en sus puestos y temió por supuesto por si mismo unos momentos. Rápidamente negó y pensó positivo sonriendo de vuelta al ver la sonrisa amable de Hannah.

—Buenos días, Hannah — saluda recuperando el aliento después de haber corrido.

—El señor Verstappen aún no llega, estas de suerte— le dice Hannah al ver el rostro preocupado del omega.

—¿En serio?— Checo suspira aliviado —Entonces corrí para nada— dijo y la beta rió.

—¿Recibiste la llamada para la compra del terreno que pidió el señor Verstappen? — preguntó Hannah.

—Sí— respondió —Aunque al principio no sabía si aceptar la compra... Era costoso, el terreno lo es.

—Es un terreno grande y está bien porque el señor Verstappen quiere comprar sólo y exclusivamente ese lugar.

—Oh... Perdona mi falta de conocimiento— el omega forma una mueca —No sabía sobre el terreno así que me puse a discutir con él Señor de la línea por 30 minutos...

—Tranquilo— la beta le calmó comprensiva —Me sorprende aún que le tengas paciencia al jefe, hasta hora eres el asistente que más tiempo ha durado con él— contó Hannah.

—¿Por qué lo dices?

—Todo los asistentes del Señor Verstappen no duran ni tres días... La mayoría renuncia porque no soportan al jefe o el jefe los despide por ya sabes, "incompetentes"

—¿Es tan malo?

—Bueno... Sólo un poco— responde —Cuando lo conoces un poco más... Te das cuenta de que no es tan malo y grosero cómo parece. Si haces bien tu trabajo... no tendrás ningún problema con el señor Verstappen— aseguró.

Stupid Boss ❤️ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora