Historias Brawl Stars

Acordes de Amistad

Melodie entró en Starr Park con una mezcla de emoción y nerviosismo. Su elegante atuendo de escenario, un vestido resplandeciente con notas musicales bordadas, destacaba entre la multitud. Con cada paso, podía sentir las miradas curiosas de los otros Brawlers, quienes se preguntaban quién era esta nueva adición al parque.

Después de explorar el área durante un rato, Melodie decidió que era momento de empezar a conocer a sus nuevos compañeros. Mientras caminaba por un sendero bordeado de flores, escuchó unas risas que llamaron su atención. No muy lejos, dos Brawlers estaban inmersas en un juego, disparándose y saltando alrededor de los árboles. Eran Piper, la elegante francotiradora con su paraguas mortal, y Janet, la piloto acrobática con una energía desbordante.

Melodie se acercó tímidamente. Piper fue la primera en notar su presencia y, con una sonrisa cálida, se dirigió hacia ella.

—¡Hola! Eres la nueva Brawler, ¿verdad? —dijo Piper con su característico acento sureño—. Me llamo Piper, y esta es Janet. Bienvenida a Starr Park.

Melodie sonrió, aliviada por la amabilidad de Piper.

—Gracias, Piper. Soy Melodie. Es un placer conocerte —respondió con una ligera reverencia, un hábito de su vida pasada como idol.

Sin embargo, Janet no compartía la misma emoción que Piper. Al ver a Melodie, su expresión cambió de entusiasmo a desconfianza.

—Oh, así que tú eres Melodie —dijo Janet, cruzando los brazos—. Recuerdo haber oído hablar de ti. Nuestras antiguas empresas solían competir todo el tiempo.

Melodie sintió una punzada en el pecho. Recordaba aquellos días; las guerras mediáticas, las comparaciones constantes, y cómo ambas fueron empujadas a verse como enemigas, a pesar de no conocerse realmente.

—Eso fue en el pasado, Janet —respondió Melodie con voz suave—. Estoy aquí para empezar de nuevo.

Pero Janet no parecía convencida. Con una mirada fría, dio media vuelta y se alejó.

Piper notó la incomodidad de Melodie y trató de animarla.

—No te preocupes por Janet. Puede ser un poco testaruda a veces, pero es una gran amiga cuando llegas a conocerla.

Melodie asintió, aunque no podía evitar sentirse decepcionada. Había esperado que su llegada a Starr Park fuera un nuevo comienzo, libre de las rivalidades pasadas. Afortunadamente, Piper no permitió que el ambiente se volviera incómodo.

—¿Te gustaría que te muestre el parque? Hay muchos lugares geniales por aquí —sugirió Piper.

—¡Claro, me encantaría! —respondió Melodie, agradecida por la amabilidad de Piper.

A medida que paseaban juntas por Starr Park, Piper le mostró a Melodie algunos de los lugares más emblemáticos, desde la Torre Brawl hasta el Bosque Encantado. Durante su recorrido, Melodie no pudo evitar sentirse cómoda con Piper, quien rápidamente se convirtió en su primera amiga en este nuevo mundo.

—¿Siempre fuiste cantante? —preguntó Piper en un momento, curiosa por conocer más sobre Melodie.

—Sí, desde que era pequeña —respondió Melodie—. Siempre soñé con ser una idol. Pero la vida de cantante no es tan fácil como parece. Hay muchas presiones, y a veces sientes que te están utilizando más que valorando.

Piper asintió, comprendiendo el peso de las palabras de Melodie.

—Aquí en Starr Park, no hay presiones. Todos somos únicos y valorados por lo que somos. Te acostumbrarás a este lugar.

Melodie sonrió, sintiendo un rayo de esperanza. Sin embargo, la sombra de Janet aún pesaba sobre ella. Sabía que, para poder empezar de nuevo realmente, tenía que reconciliarse con Janet de alguna manera.

Los días pasaron y, aunque Melodie comenzó a adaptarse a su nueva vida en Starr Park, la relación con Janet no mejoraba. Piper, quien no quería ver a sus dos amigas distanciadas, intentó varias veces acercarlas, pero Janet siempre encontraba una excusa para evitar a Melodie.

Finalmente, Melodie decidió que la única forma de resolver las cosas era enfrentarlas de frente. Sabía que Janet no iba a ceder fácilmente, así que pensó en una idea que podría funcionar.

Un día, cuando Janet estaba practicando sus acrobacias aéreas en el campo de batalla, Melodie se acercó a ella con determinación.

—¡Janet! —llamó, alzando la voz para ser escuchada por encima del ruido de los propulsores de Janet.

Janet aterrizó suavemente frente a Melodie, levantando una ceja.

—¿Qué quieres? —preguntó, todavía desconfiada.

—Quiero proponerte un desafío —dijo Melodie, sin rodeos—. Un PvP amistoso. Si ganas, no volveré a molestarte y seguiremos nuestras vidas como si nada. Pero si yo gano, te pediré que me des una oportunidad para ser tu amiga.

Janet la miró sorprendida, no esperaba una propuesta así. Sin embargo, su espíritu competitivo no le permitió rechazar el reto.

—Acepto —respondió Janet, esbozando una sonrisa desafiante—. Pero no creas que te lo pondré fácil.

El día del PvP llegó, y la noticia del desafío se había esparcido por todo Starr Park. Muchos Brawlers se reunieron alrededor del campo de batalla para ver el enfrentamiento entre Melodie y Janet. Piper, aunque preocupada por cómo podría afectar esto a su incipiente amistad, decidió confiar en Melodie y apoyarla desde las gradas.

Ambas Brawlers se prepararon, cada una con su propio estilo único. Janet con su equipo aéreo, lista para usar su agilidad y maniobrabilidad, mientras que Melodie, con su micrófono en mano, estaba lista para luchar con las ondas sonoras de su música.

El combate comenzó de manera explosiva. Janet, con su velocidad y habilidades acrobáticas, intentó tomar la delantera desde el principio, lanzándose sobre Melodie con una ráfaga de disparos y gritos ensordecedores. Melodie, sin embargo, no era una novata. Utilizó su micrófono para amplificar su voz y crear una barrera sonora que desvió los ataques de Janet.

Janet no se dejó intimidar y cambió de táctica, moviéndose en patrones impredecibles, atacando desde el aire y desde los flancos. Melodie respondió con canciones que alteraban el ritmo de la batalla, ralentizando el tiempo y confundiendo los sentidos de Janet.

El enfrentamiento fue feroz y parejo. Durante casi una hora, ambas Brawlers intercambiaron golpes, esquivaron ataques y se enfrentaron con todas sus habilidades. Los espectadores estaban al borde de sus asientos, asombrados por la intensidad del combate.

Finalmente, cuando ambas estaban al límite de sus fuerzas, Melodie decidió usar su carta de triunfo. Cantó una nota alta y sostenida que resonó a través del campo de batalla. La vibración de la nota desestabilizó a Janet, obligándola a aterrizar. Con un último esfuerzo, Melodie lanzó una ráfaga de ondas sonoras que alcanzó a Janet antes de que pudiera reaccionar.

El silencio cayó sobre Starr Park cuando Janet cayó al suelo, derrotada. Melodie, exhausta pero victoriosa, se acercó lentamente a ella.

—Cumplí mi parte del trato —dijo Melodie, extendiendo una mano hacia Janet—. Ahora, ¿serás mi amiga?

Janet la miró durante un largo momento. Luego, una sonrisa se formó en sus labios y tomó la mano de Melodie.

—Supongo que no tengo elección —respondió Janet, levantándose con la ayuda de Melodie—. Pero admito que eres una luchadora increíble. Tal vez... tal vez no sea tan malo ser tu amiga.

La victoria de Melodie no solo marcó el fin de la rivalidad, sino también el comienzo de una profunda amistad entre las tres Brawlers. Janet, aunque al principio lo dudó, se dio cuenta rápidamente de que tenía mucho en común con Melodie. Sus gustos por la música, la moda y su enfoque hacia la vida eran sorprendentemente similares. Poco a poco, la barrera que Janet había construido se fue desmoronando, dejando espacio para una relación más genuina y cercana.