El Nacimiento de Lily y Cordelius

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En Starr Park, el bullicio del día se iba desvaneciendo mientras el sol se ocultaba tras las montañas. Las luces del parque comenzaban a apagarse una por una, y los Brawlers se retiraban a sus rincones para descansar después de un largo día de acción. Pero esa noche, algo inusual estaba a punto de suceder.

R-T, el vigilante de Starr Park, estaba revisando las cámaras de seguridad como siempre lo hacía antes de cerrar. Sus múltiples ojos electrónicos escudriñaban cada rincón del parque, asegurándose de que todo estuviera en orden. Pero algo captó su atención en la pantalla: dos pequeñas figuras que se movían sigilosamente entre las sombras. R-T amplió la imagen y vio a dos niños, no mayores de doce años, que se habían colado en el parque después de horas.

Sin perder tiempo, R-T activó su comunicador y envió una señal a Larry y Lawrie, dos Brawlers encargados de la seguridad. Eran un dúo peculiar; Larry, con su naturaleza vigilante y meticulosa, y Lawrie, el policia "malo". Ambos respondieron al llamado de inmediato, sabiendo que cualquier intrusión era algo que no podía ser tomado a la ligera.

-Tenemos dos intrusos -dijo R-T a través del comunicador-. Son rápidos, los he perdido de vista. Pero sospecho que se han dirigido hacia la nueva atracción en construcción. No tengo cámaras en esa área, es confidencial.

Larry y Lawrie intercambiaron una mirada. Sabían que el área en construcción era delicada, diseñada para una nueva Brawler cuya existencia aún no había sido revelada al público. Sin decir una palabra, se dirigieron hacia el lugar.

Mientras tanto, los niños, ajenos al peligro, habían encontrado su camino hacia una cueva oculta dentro del parque. Era parte de la nueva atracción, aún no terminada, pero que ya mostraba signos de lo que sería una experiencia mágica y misteriosa. Los niños, emocionados por su descubrimiento, subieron a un pequeño bote que flotaba en el agua dentro de la cueva y comenzaron a remar. A medida que avanzaban, el agua debajo de ellos comenzó a cambiar de color, pasando de un azul profundo a un rosado brillante que iluminaba la cueva con un resplandor etéreo.

R-T, desde su puesto de vigilancia, recibió la confirmación de Larry y Lawrie de que los niños habían ingresado en la atracción en construcción. Sin poder ver lo que sucedía, R-T solo podía imaginar lo que los niños estaban presenciando. Activó sus motores y se dirigió hacia la atracción a toda velocidad.

Larry y Lawrie llegaron a la entrada de la cueva justo cuando el bote de los niños estaba a punto de salir. Al ver que los niños intentaban huir, los dos Brawlers se lanzaron al agua para alcanzarlos, pero los pequeños, movidos por la adrenalina y el miedo, nadaron rápidamente hacia un oscuro túnel que los llevó fuera de la cueva y hacia un bosque encantado.

El bosque era un lugar extraño y mágico, lleno de hongos gigantes y árboles con hojas que brillaban en la oscuridad. Mientras corrían, los niños tropezaron y cayeron por una pequeña colina, aterrizando en un hongo azul brillante. Antes de que pudieran levantarse, algo extraordinario comenzó a suceder: el hongo emitió una luz intensa y los envolvió en una niebla brillante.

Larry y Lawrie llegaron justo a tiempo para ver cómo los niños se transformaban. Ante sus ojos, los pequeños intrusos comenzaron a mutar, sus cuerpos cambiando y adaptándose a su nuevo entorno. Cuando la luz finalmente se desvaneció, los niños ya no eran simples humanos; se habían convertido en Brawlers.

La niña, ahora con una apariencia encantadora pero poderosa, se giró hacia R-T, quien acababa de llegar. Sus ojos brillaban con una mezcla de sorpresa y felicidad.

-¿Podemos unirnos a Starr Park? -preguntó con una voz llena de esperanza.

R-T, acostumbrado a tomar decisiones rápidas, supo que no podía rechazar la solicitud. Después de todo, los niños habían sido transformados por la magia del parque, y ahora formaban parte de su esencia.

-De acuerdo -respondió R-T-. Bienvenidos a Starr Park. Larry, Lawrie, asegúrense de que tengan una buena bienvenida. Debemos hacer todo lo necesario para que se sientan como en casa.

Larry y Lawrie asintieron, llevando a los recién transformados hacia las oficinas para completar los registros. Mientras lo hacían, se dieron cuenta de que no sabían los nombres de los niños.

-¿Cómo deberíamos llamarlos? -preguntó Lawrie.

Larry pensó por un momento, mirando a los dos jóvenes Brawlers.

-Ella será Lily, como las flores que vimos en el bosque -dijo, señalando a la niña.

-Y él será Cordelius -añadió Lawrie, asintiendo con aprobación-. Un nombre digno de un Brawler.

Así fue como Lily y Cordelius fueron oficialmente aceptados en Starr Park. Aunque su entrada al mundo de los Brawlers fue inusual, pronto se adaptaron y comenzaron a entrenar junto a los demás. A partir de ese día, Starr Park no solo se convirtió en su hogar, sino en el lugar donde comenzarían sus propias aventuras y forjarían su propio legado.

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