Después de un largo vuelo, Marc y Marta finalmente llegaron a Alemania. Mientras el avión aterrizaba, Marc se quedó sentado con un rostro neutro y un aire de fastidio. No mostraba emoción alguna, solo una expresión de resignación.
Marta, por otro lado, parecía emocionada de estar en un nuevo país. Miraba por la ventana del avión, admirando el paisaje alemán.
- Marta: (emocionada) ¡Mira, Marc! ¡Estamos en Alemania!
Marc no respondió, solo se encogió de hombros y siguió mirando al frente.
- Marta: (preocupada) Marc, ¿estás bien? Pareces un poco... distante.
Marc suspiró y se levantó de su asiento.
- Marc: (indiferente) Estoy bien, Marta. Solo estoy cansado del viaje.
Marta lo miró con preocupación, pero no dijo nada más. Sabía que Marc estaba molesto con su madre y que necesitaba tiempo para procesar sus emociones.
Después de un largo viaje en coche, llegaron a la casa de su abuelo, un impresionante edificio que combinaba modernidad y antigüedad. La casa era grande y majestuosa, con columnas y arcos que recordaban a una época pasada.
Marc miró la casa con seriedad, sin mostrar emoción alguna. Pero cuando vio a su abuelo salir de la casa y mirarlo con rostro serio, algo cambió en su expresión. Su abuelo era un anciano, pero aún mantenía su forma y elegancia. Llevaba un traje típico alemán, con un chaleco y un sombrero que le daban un aire de autoridad.
El abuelo de Marc se acercó a él y lo miró fijamente, como si lo estuviera evaluando. Marc se mantuvo firme, sin bajar la mirada. Por un momento, los dos se miraron sin decir una palabra, como si estuvieran midiendo fuerzas.
Finalmente, el abuelo de Marc habló, con una voz firme y autoritaria.
- Abuelo: (seriamente) Bienvenido, Marc. Me alegra verte. Pero debes saber que aquí las cosas serán diferentes. Aquí, te enseñaré a ser un hombre de verdad.
Marc asintió, sin decir una palabra. Sabía que su abuelo era un hombre estricto y exigente, pero también sabía que era su oportunidad para cambiar y mejorar.
Los días pasaron y Marc se encontró viviendo una vida completamente diferente a la que estaba acostumbrado. Su abuelo era exigente en todo, desde la hora de levantarse hasta la forma de vestir. Marc debía cumplir con un horario estricto, sin espacio para la relajación o el ocio.
Pero lo peor era el trato que recibía de su abuelo. Si no cumplía con las expectativas, era castigado con golpes de varilla. Marc intentaba evitarlo, pero no siempre podía. La varilla dejaba marcas en su piel, y el dolor era intenso.
Marta observaba todo desde un segundo plano, sin intervenir directamente. Pero cuando Marc estaba solo, ella se acercaba a él y lo ayudaba a recuperarse. Le curaba las heridas, le preparaba baños relajantes y le hablaba con suavidad para calmar su mente.
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𝔾𝕠𝕝 𝔻𝕖 𝔸𝕞𝕠𝕣 • Jenna ortega x Male Oc •
Fanfiction"𝑀𝑎𝑟𝑐 𝐽𝑜𝒉𝑎𝑛𝑠𝑠𝑜𝑛, 𝒉𝑖𝑗𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑓𝑎𝑚𝑜𝑠𝑎 𝑎𝑐𝑡𝑟𝑖𝑧 𝑆𝑐𝑎𝑟𝑙𝑒𝑡𝑡 𝐽𝑜𝒉𝑎𝑛𝑠𝑠𝑜𝑛, 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝒉𝑎 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑑𝑜 𝑎 𝑙𝑎 𝑠𝑜𝑚𝑏𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝑚𝑎𝑑𝑟𝑒. 𝐶𝑜𝑛 10 𝑎𝑛̃𝑜𝑠, 𝑀𝑎𝑟𝑐 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑗𝑜𝑣𝑒𝑛 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑙...