Hoy conocí a mi futura esposa

Capítulo 18

Creo que podría estar en problemas.

Estaba bien después de recibir ese increíble mensaje de Rosé, hasta que me di cuenta de que estaría sola, con Jennie, en mi departamento, sin nadie más alrededor, durante la noche, solo las dos, y estoy aterrorizada.

Le dije a Jennie que me iba a cambiar a algo más cómodo y eso desató una ola de terror dentro de mí porque no quería que sonara tan cursi. Corrí a mi habitación y he estado enloqueciendo desde entonces.

Quiero con todas mis fuerzas divertirme con Jennie, no, no de esa manera, diversión limpia y sana, por ahora.

Para que eso suceda, creo que necesito una charla motivacional al estilo Jisoo.

Primero que nada, tengo que recordar respirar.

Inhala.

Exhala.

Inhala.

Exhala.

¡Jennie en bikini!

Maldición, lo estaba haciendo tan bien.

Voy a intentarlo de nuevo.

Inhala.

Exhala.

Inhala.

Exhala.

¡Siiiiiii!

¡Tengo a Jennie solo para mí!

¡Siiiiiii!

Estoy segura de que mi respiración se regulará sola, necesito seguir adelante.

Tengo una lista de cosas que debo y no debo hacer para esta noche que me ayudará a evitar cualquier tropiezo que parece surgir cuando estoy a pocos metros de Jennie.

Aquí vamos.

Sé tu misma, encantadora y divertida.

No te esfuerces demasiado y lo digo en serio esta vez.

Piensa antes de hablar. Es un concepto increíble que me he propuesto dominar.

No mencionar a Dylan, por ninguna razón, en absoluto.

Mantén los ojos abiertos para cualquier peligro que pueda causar daño corporal.

Hmm, eso probablemente debería ser la regla número uno.

Y la última y probablemente más importante cosa que necesito recordar...

Redoble de tambores, por favor.

¡No lo arruines!

Ah, creo que estoy lista para enfrentar a Jennie ahora.

—¿Estás bien ahí dentro?— grita Jennie desde la sala.

¡Siiiiiii!

¡Jennie en bikini!

Me doy unos golpes en la cara y, cuando me siento suficientemente compuesta, giro el pomo de la puerta de mi habitación—. Puedes hacerlo— susurro en voz baja antes de dar el último paso y comenzar mi noche con Jennie, a solas.

Por cierto, me cambié. Llevo puestos unos pantalones de yoga negros y una camiseta blanca. Pensé en ponerme algo un poco más elegante, pero luego recordé cómo quedó esta camiseta la última vez que la lavé. Me queda bastante ajustada y muestra mi bronceado también.

¿Qué?

Mira, si puedo tentar a Jennie con algo atractivo para la vista, y ese atractivo soy yo, no puede hacer daño.

¿Verdad?

Doy unos pasos y luego me detengo. Escaneo mi departamento en busca de cualquier bolso en el suelo, o clavos salidos del piso, básicamente cualquier cosa con la que pueda tropezar o lastimarme. Es más fácil cuando no veo nada, así que continúo mi camino hacia el sofá.