Capítulo 4

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Diluc estaba apunto de sufrir un colapso.

Al ser criado bajo ciertas comodidades y modales no podía soportar ver a otra persona hacer cosas de "Salvajes".

Sus pensamientos.

Así que el solo hecho de ver a su única hija comer con las manos un trozo de carne ahumada le estaba creando un tic en el ojo.

Aunque a la pequeña se le veía feliz, no puede evitar observar sus manos grasientas y su boca toda sucia. Y si no se ensució la ropa ha sido porque él mismo se atrevió a poner varias servilletas en el cuello, pareciendo un babero.

Quizás debería hacer como hizo Kaeya y ayudarle a comer, pero en su propia cabeza le parece inédito que una niña de 5 años no sepa comer con cubiertos.

Que falta? Que no sepa leer y escribir?

"Oye... sabes leer?" -soltó Diluc sin poder aguantarse la duda-.

"Nop" -responde Kyoko con simpleza mientras sigue comiendo-.

La niña parece haber olvidado por un momento el miedo que le tenía a su tío.

El pelirrojo se dio un golpe internamente.

Y cuando pensó que la situación no podía empeorar observó a Kaeya llegar corriendo a ellos con una sonrisa fastidiosa.

"Hola de nuevo!!" -se sienta al frente de ellos-.

"Hola tío Kaeya, quieres?" -la pequeña le pasa una presa de la carne ahumada-.

El moreno acepta gustoso, agarrándolo con la mano, sabiendo perfectamente que a su ex hermano no le gustaba eso.

"No estabas con la Gran Maestra?" -bufó el ojirojo-.

"Me dejó librarme de esta por hoy, le expliqué la situación y lo entendió" -se encoge de hombros mostrando indiferencia y felicidad-.

"Así que estás libre?" -con tono de cansancio soltó el mayor-.

"Si, no es genial?, podré estar más tiempo con Kyoko!!" -le guiña un ojo a la mencionada-.

"Que bien!! Ah! Tío Kaeya..."

"Que ocurre?"

"Podemos mandarle una carta a mamá? Quiero avisarle que te encontré aunque me costara mucho llegar aquí, también quiero contarle de los globos que tengo y de mi nueva amiga Klee!!" -menciona con entusiasmo para luego tomar su jugo de uvas-.

Los adultos se quedan en silencio y se miran por breves segundos, la situación les había tomado por sorpresa que les costó responder.

"Claro, quizás más tarde la escribamos, y tienes que contarle que tu tío Kaeya es muy divertido" -suelta con leve melancolía el del parche-.

"Si si!! Y que el tío Diluc tiene muchas moras que puede comprar todos los globos del mundo!!" -extiende las manos hacia el cielo-.

"..."

El bartender mantiene su mirada hacia la nada, el recordar a su ex novia le hace sentir una opresión en el pecho.

Ahora le tocará cargar con el peso de su posible muerte por el resto de su vida.

Y todo por haberse dejado llevar por sus emociones en un momento vulnerable.

"Bien, entonces ya tenemos planes para la noche, mientras deberíamos hacer algunas compras" -propone el capitán de Favonius- "Te hace falta algo de ropa no crees?".

"Ropa?" -la pelirroja observa su desgastada vestimenta que llevaba puesta- "Pero esta me la compró mamá".

"Le falta ropa?".

El mayor finalmente vuelve a unirse a la conversación.

Al momento de oír que a su menor hija le faltaba algo lo hizo recobrar la consciencia.

Él no podía permitirlo.

"Le pediré a Adelinde que consiga algo de--"

"Ah ah ah~ Diluc, es mejor ir de compras, lo divertido de tener ropa nueva es el momento de ir a escogerla" -alza un dedo queriendo parecer más listo-.

"Entonces compra lo que quiera Kyoko, le dices a la costurera que lo cargue a mi cuenta, pasaré más tarde a pagarlo" -mientras habla, el ojirojo se levanta de su asiento-.

"No nos acompañas?".

"Ya he estado fuera del trabajo toda la mañana, debo ir a ver que todo esté en orden y encargarme de lo que hace falta".

Luego de que paga por la comida a Sara, se dirige a su taberna con pasos firmes.

"Tío Kaeya".

"Si?".

"El trabajo hace a los adultos aburridos".

"Lo sé, por eso hago lo posible por trabajar el mínimo! Ahora vamos a limpiarte, como es que Diluc te dejó comer sola?".

[...]

La noche se acerca cada vez más.

Aunque lo normal es que el Joven Maestro Ragnvindr se quede a tan altas horas de la noche, lo cierto es que esta vez no podría.

Debe primero estabilizarse con Kyoko antes de regresar a su normalidad. Y aunque no le gustara perder tiempo, en detalles pequeños, prefiere encargarse él mismo para que así la niña le agarre más confianza y cariño.

Quiere hacer las cosas bien, como ya se lo había propuesto antes.

Y referente a Kaeya...

Está dudando.

Habrá hecho bien en pedirle que volviera al Viñedo?

Fácilmente pudo decirle que visitara a Kyoko cuantas veces quisiera, pero entonces porque se lo pidió? Usar las palabras (escritos) de Nara fue una excusa para cumplir sus más internos deseos?

Hubo un tiempo corto, desde que regresó a Mondstadt, en el que quiso arreglar las cosas con Kaeya y pedirle perdón por lo que hizo aquella última noche de abril.

Pero luego volvía el recuerdo de lo que Kaeya le confesó y simplemente volvía a odiarlo.

Como podría ser él quien pida perdón?

"Perdón por lastimarte luego de que me dijeras que todos los años que viviste con nosotros fueron una mentira disfrazada para poder espiar Mondstadt ya que perteneces al Abismo"?

Y ahí es donde llega su otra duda más profunda.

Porque se queda callado? Porque no revela que Kaeya es un espía del Abismo?

Será porque no ha hecho nada aún, se convenció.

Alguien le creería? Es algo tan extremadamente loco que ni él mismo se lo termina de creer a pesar de haber pasado casi 6 años de haberse enterado.

Y si él lo dice, Kaeya se lo revelaría a todos? O se quedaría callado como la sucia rata que es?

Si no se hubiera ido de Mondstadt hace unos años posiblemente (en un 75%) hubiera gritado a todos la verdad. Se lo diría a cada persona que quisiera escucharle.

Por eso no se arrepiente de haberse dado un tiempo de todo en otras naciones. Aunque la pasara mal en esos lugares.

Aunque aún podría hacerlo, confesarle a Jean el verdadero causante de su desaparición.

Pero si las posibilidades de decirlo antes eran de 75% ahora han bajado a 10% de golpe.

Que necesidad habría de hacerle ese daño a Kyoko?, quien ya se encariñó con su ex hermano jurado.

Simplemente lo mantendría vigilado, protegería a Mondstadt y a su hija a toda costa.

Mientras Kaeya se quede fingiendo que es alguien bueno, él fingirá que le cree.

Pero su ojo siempre estará abierto, Kaeya Alberich.

Como Dos Gotas De Sangre - Diluc x KaeyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora