Capítulo 5

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Finalmente llegaron a la Bodega.

Todos demasiado cansados.

"Déjeme ayudarle con Kyoko, Joven amo Kaeya".

Adelinde carga a la niña, que ya llevaba un buen rato dormida.

En otras ocasiones Kaeya se hubiera negado, porque su caballerosidad es más grande que cualquier cosa, pero estaba tan cansado que aceptó la ayuda de la mucama.

Esta sube las escaleras llevándose a la pequeña a su habitación.

Kaeya se sienta en el sofá, inclinando su cabeza hacia atrás, suspirando del cansancio. Diluc hace su aparición luego de guardar la carreta y encerrar al caballo.

"Kyoko está en su habitación?" -pregunta el pelirrojo sentándose en una silla de la gran mesa-.

"Hm" -asiente el contrario sin moverse-.

Se quedaron unos minutos en silencio hasta que Adelinde bajó, dejó 2 tazas de té junto a cada uno y se retiró a su habitación.

"Mañana iré a Espinadragón, te quedarás en la bodega no?" -suelta el moreno, sorprendiendo un poco a su ex hermano-.

"Si pero porque tienes que ir a Espinadragón?".

"No es obvio? Sé que Jean avisó a Albedo sobre Nara pero necesito asegurarme de que reciba toda la información importante" -vuelve a suspirar- "Además que quiero hacer una búsqueda por mi cuenta, si Kyoko pudo llegar a la ciudad de manera sencilla, creo que, el cuerpo de Nara no debe estar tan lejos de la frontera. Y el campamento de Albedo está cerca, así que será matar 2 pájaros de un tiro".

"Ya veo... Entonces a que hora nos vemos para ir?" -el ojirojo toma su té de golpe-.

"Tú no vas a ir, porque irías?".

"Porque no iría? Nara es la madre de mi hija, este tema también me concierne".

"Y quien se va a quedar con Kyoko entonces?" -esta vez decide acomodarse y observar con confusión al barman-.

"Puedo decirle a Adelinde" -responde con simpleza-.

"El padre del año" -rueda los ojos (o el ojo)- "Kyoko apenas llegó a Mondstadt, no es momento de dejarla sola, de hecho, considero que es buen momento para que hagas migas con ella, en un solo día tu hija agarró más confianza conmigo que contigo".

"Pretendes que me quede cuidando a una niña que apenas conozco, y que no confía en mi, por un día? No puedo perder el tiempo, tengo que trabajar".

"No me acabas de decir que querías acompañarme a Espinadragón? Como puedes perder el tiempo con un viaje pero no para conocer a tu hija? Tu hija, no una niña cualquiera" -reclama algo fastidiado- "Esta mañana me diste un discurso de querer quedarte con ella, que ocurre?".

"Ese viaje sería trabajo realmente...".

"Si no quieres quedarte con Kyoko esta bien, ya me encargo yo".

Kaeya vuelve a acomodarse en el sofá, en la misma posición que antes.

Diluc nunca admitiría que tiene miedo, menos al contrario, quien aprovecharía en burlarse.

Ahora que él esta vulnerable, por el cansancio, le da miedo pensar en cuidar de Kyoko él solo (bueno, no del todo solo), sin Kaeya.

Y si Kyoko lo llega a odiar?

Él sabe que no tiene experiencia con niños, decir cualquier cosa incorrecta podría afectar la frágil estabilidad mental de la ojirosa.

Que hubiera hecho su padre en esta situación?

Casi no tiene recuerdos de su infancia, cada año que pasa va olvidando a aquel hombre tan admirable que lo crio.

Evadió todos esos pensamientos, no quería entrar en nostalgia, menos frente a ya saben quien.

"Kaeya" -se levanta del sofá dispuesto a ir a la cocina a llevar su taza-.

Este no contesta, lo que considera una falta de respeto.

Tan molesto está por la discusión absurda de antes que le está aplicando la ley del hielo?

Nunca mejor dicho.

Vuelve de la cocina dispuesto a golpear en el hombro al moreno por ignorarlo.

"KAE--".

Se queda abruptamente en silencio cuando observa que se había quedado dormido. Roncaba tan bajo y su respiración era tan lenta.

No sabía que hacer, lo miró por casi 1 minuto.

Lo levantaba? o lo dejaba dormir en esa posición tan incómoda?

Hay una opción 3, despertar a Adelinde para que se encargue de la situación.

Siempre que no sabía que hacer, Adelinde tenía una solución o venía al rescate.

Pero sería molestarla por las puras, por algo tan trivial.

Entonces recordó algo que hacía de niños, como "castigo" por quedarse dormido.

Diluc apretó la nariz de Kaeya por 5 segundos hasta que abrió los ojos más rápido que la luz.

"Q-Que pasa?!" -tratando de recuperarse-.

"... Yo me encargaré de Kyoko mañana" -se va rápidamente hacia el segundo piso-.

El capitán de caballería tardó en reaccionar.

Solo por eso lo despertaba?!

Bebió su té, ya frío, y va al baño.

Se quita toda la ropa y solo se pone el pantalón de pijama. Estaba lo suficientemente cansado como para ponerse lo demás o meterse a bañar.

Y al parecer también estaba lo suficientemente cansado como para fijarse que se equivocó de habitación, entrando al cuarto del dueño de la bodega.

5 minutos después Diluc regresa a su habitación, luego de ir a revisar a Kyoko, asegurándose que estaba durmiendo y que seguía viva.

Por si acaso.

Mientras se cambiaba en la habitación vio algo moverse en su cama, se asustó y agarró su arma.

Al acercarse lentamente suspiró de alivio al ver solamente a Kaeya dormir.

Un momento, Kaeya dormido en su cama?

Terminó de cambiarse y fue hasta su oficina, donde tenía un cómodo sofá el cual sería su cama esa noche.

No tenía ganas de molestarse ahora, ni pensar el porque él estaría ahí.

Igualmente podía darse una idea.

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⏰ Última actualización: Oct 20 ⏰

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Como Dos Gotas De Sangre - Diluc x KaeyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora