Capitulo 4. Sunflower

22 5 3
                                    

Ray, ¿vienes a jugar con nosotros?.—Emma formulo.

—No. Puedes jugar con Norman.

—Pero quiero que juegues con nosotros.... Te pasas todo el tiempo leyendo...

—Ese no es mi problema... tú... pareces divertirte más con Norman. Así que déjame en paz, Emma. No lo diré de nuevo.

Emma suspiró y se fue a buscar a Norman, que la esperaba con una sonrisa en la cara.

—¿Entonces?.—preguntó.

—No quiere.

—Lástima... ¡tendremos que preguntarle a Don y Gilda!

—¡Sí, de acuerdo!

Norman cogió de la mano de la Emma y la condujo al interior del orfanato.

Mientras tanto, Ray continuó su lectura. Pero estaba teniendo problemas para concentrarse. Sólo podía pensar en Norman y Emma.

—Tch... Como si necesitara jugar con ella.... tiene a Norman.

No entendía su comportamiento. Una extraña sensación le recorrió el estómago. Vio salir a Emma y Norman acompañados de Don y Gilda.

Al ver a sus mejores amigos cogidos de la mano, no pudo evitar cerrar violentamente su libro y levantarse, antes de unirse a ellos.

—Vale, Emma. Voy a jugar. ¿Cuál es el juego?.

—¡Oh es tan bueno!. Por fin juegas con nosotros!.

—Si, si...

—¡Si, el juego es verdad o reto!.— Exclamó Norman.—¿Verdad o reto, Gilda?

—Mh... ¡Reto!.

El juego había comenzado. Ray finalmente accedió a jugar.

Muy bien... Tienes que dar la vuelta al orfanato... ¡5 veces!

—¡Bien! ¡Es simple!.

Gilda cumplió y empezó a dar vueltas alrededor del orfanato. Norman se rió al ver a Gilda hacerlo. ¡Estaba sin aliento!

Ray, en cambio, miraba al suelo, esperando a que Gilda terminara. Emma al ver a Ray, decidió hablarle.

—¿Estás bien, Ray?, ¿No te diviertes con nosotros?.

—¿Mh? Sí... no te preocupes... sólo estoy esperando mi turno.

—Ok... si tú lo dices... te creo...

Emma bajó la cabeza. Realmente no le gustaba ver a Ray así. Parecía aburrido. Al ver a la pelinaranja con esa cara de preocupación, Ray le puso la mano en la cabeza, mirando hacia otro lado.

—Idiota... te ves fea con esa cara... ¿dónde está la Emma feliz que conozco...?

Emma se sonrojó ligeramente antes de sonreír.

—¡Hey!, ¡Es el turno de Gilda!, ¡Ha terminado las 5 vueltas!.— Exclamó Don.

—Mh.... entonces.... elegiré..... ¡Ray, ¿Verdad o reto?.

—Verdad.—Respondió Ray.

—Mh... ¿Por qué en los últimos días no has hecho otra cosa que mirar a Emma?.

Ray se sorprendió por la pregunta de Gilda y empezó a sonrojarse violentamente.

—¡NI SIQUIERA LA MIRO!.

—Cálmate Ray, está bien, es una broma.— respondió Norman.

—Tch. Este juego me es inútil, lo dejo.

—¿Qué?, ¡No, quédate!.

—Nop.

Se levantó y entró en el orfanato. Fue a la biblioteca y cogió un libro.

—Pff... que jueguen ellos solos... y me dejen en paz.... este estúpido juego me pone de los nervios....

Suspiró e intentó concentrarse en las páginas que tenía delante. Pero no pudo. No podía pensar en otra cosa que no fuera Emma.

¿Por qué no podía?, ¿Por qué pensaba en ella?, ¿Por qué se le aceleraba el corazón cada vez que ella le hablaba?, ¿Por qué...?.

Todas estas preguntas sin respuesta lo enfurecían. Oyó pasos que se acercaban cada vez más a él. Levantó la vista.

—¿Emma...?

—Ray...

—¿Qué quieres, Emma?.

—¡Yo... quería decirte algo importante Ray...

—Te escucho.

Dejó el libro junto a sus piernas. Y miró fijamente a los ojos de Emma, esperando una respuesta. Ella dudó en abrir la boca. No se atrevía a mirar a Ray a los ojos.

—Yo... por cierto... Gilda.... me abrió los ojos...

—¿Abrír los ojos a qué?»

—¡Gilda... me dijo que estabas celoso de Norman...!

—¡¿Y tú la escuchas?! Es todo mentira.

—Ah... Ah bueno...

Parecía decepcionada. Ray se dio cuenta rápidamente.

—¿Qué pasa?

—Y... ¡Gilda me abrió los ojos a... mis sentimientos...!

—Tus sentimientos por Norman, ¿es eso? Me alegro por ti... Me tengo que ir.

Se levantó y empezó a irse rápidamente. Emma lo tomó del brazo.

—¡No Ray!, Norman no...

—¿Hm?...

Emma clavó su mirada en la del chico antes de ponerse de puntillas y posar sus labios sobre los del azabache.

—Te quiero Ray...

—¡¿H-hm?! Yo... pero... tú... Mh... Yo... también Emma...

Sonrieron y se abrazaron. Don, Gilda y Norman estaban escondidos detrás de la puerta. Estaban contentos con su acción.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 13 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Páginas Compartidas | Rayemma | The Promised Neverland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora