chapter three ; family problems

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Dark Paradise — chapter three

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Dark Paradise — chapter three








UN PAR DE AÑOS HABÍAN PASADO desde todo lo ocurrido en Driftmark, Arella se había marchado a Arkesk con su abuelo Lord Castiel, quien la recibió gustosamente, pues aquel anciano apreciaba bastante a la primogénita de su hija, algo que no era muy parecido a su relación con Aleanerys, a quien en ocasiones evitaba completamente. La joven ahora era una bella adolescente, su cabello se encontraba algo largo, casi a la cintura, mientras sus rasgos eran muy distintos a cuando era más joven.

Aleanerys trataba de evitar a todos, en especial a Aegon, quien le había preguntado sobre su hermana y el porqué de su repentina desaparición, pero la platinada lo había ignorado completamente, su padre le había ordenado en no acercarse a los hijos de Alicent, y estaba dispuesta a obedecerlo completamente, aún que eso se había roto un poco en cuanto se topó con Aemond, a quien no dudo en molestar ni por un segundo. Justo en estos momentos, la platinada caminaba por el patio del castillo, notando una multitud a lo lejos, por lo que se acercó. La joven rio bajamente al ver que se trataba de su primo, el cual luchaba con Sir Criston Cole.

— ¿Acaso alguien se quisiera enfrentar al príncipe? — preguntó Sir Criston a sus alrededores, pero claramente ninguno respondió —. Anímense, señores...

El hombre emitió una sonrisa al ver a la joven frente suyo, haciendo una pequeña reverencia.

— No esperaba verla por aquí... — dijo el caballero, mientras se acercaba —. Me alegra verla.

— El gusto no es mutuo, Sir. — respondió Aleanerys sin más.

— Ignore a mi prima, Sir... siempre ha sido una irrespetuosa. — dijo Aemond al acercarse.

— Aemond, como siempre es todo un horror volver a verte. — añadió la platinada, fingiendo una sonrisa la cual rápidamente se fue.

— Lo mismo...

— Veo que Sir Criston no está del todo bien como para seguir, ¿o me equivocó?

— Para nada, solamente me gustaría luchar contra alguien más. — respondió el Targaryen.

Aleanerys asintió con ambas cejas alzándose con ironía mientras su mirada se posaba en la espada que se encontraba al lado de Sir Criston, a lo que se acercó.

— ¿Me permite, Sir? — pidió. El hombre la miró dudoso, pero terminó por hacer lo que la joven pedía —. Veamos si en verdad eres bueno... o Sir Criston es muy malo.

Aemond dejo salir una pequeña risita mientras miraba a su prima, pero antes de que esta levantara la espada, el platinado tomó el mango de la espada.

𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐏𝐀𝐑𝐀𝐃𝐈𝐒𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora