‧₊˚ ❝ DARK PARADISE
aemond targaryen 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧 !
⋆𐙚₊˚⊹ ⸻ 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 𝐀𝐋𝐄𝐀𝐍𝐄𝐑𝐘𝐒 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍 odiaba con todo su ser a su primo, pero algo entre ellos la hará cambiar de parecer
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Dark Paradise — chapter two
DESDE LOS APOSENTOS DEL príncipe Bastian en Dragonstone, varios gritos de frustración se escuchaban a unos cuantos pasos de esta, mientras cualquiera que pasaba por ahí huía rápidamente para evitar toparse con el dueño de aquellos gritos. El Targaryen se había enterado sobre la repentina "relación" entre su hija, y el príncipe Aemond, cosa que era una vil mentira, ya que Aemond se había encargado de hacer que mandaran un cuervo a su tío, mintiendo sobre la razón de la estadía de Aleanerys en King's Landing.
El platinada pasó sus manos por su rostro, se encontraba bastante molesto, y por una parte traicionado. Pero por alguna razón, no pudo sentir sorpresa, el hombre recordó a su primogénita en la misma situación que su hermana, ambas enredadas con los hijos de Viserys y la reina viuda, Alicent.
— Padre... — la voz de su único hijo varón resonó por el lugar, captando su atención.
El joven Targaryen llevaba una carta en sus manos, la cual su padre rápidamente tomó para leerla.
Querida familia...
Lamento no poder acompañarlos en estos momentos, se que todo a sido muy doloroso y difícil de afrontar, pero recuerden que se tienen entre ustedes, yo no podré regresar en un poco tiempo, quizá más. No vengan a buscarme, no terminaría bien.
Los quiere, Aleanerys.
Al terminar de leer la carta, Bastian arrugó el pergamino y lo dejó caer sobre el escritorio cerca suyo, el hombre pasó sus manos por su cabeza completamente fastidiado. Mientras Artemis lo miraba con una ligera confusión, ya que el chico no estaba al tanto de la situación con su hermana mayor.
— Ve con tu madre, avísale que Aleanerys no vendrá... — murmuró hacia su hijo, el cual asintió para después girarse y comenzar a salir de los aposentos.
Mientras Bastian se encontraba en sus aposentos pensando en cómo hacer que su hija recapacite y regrese a Marcaderiva. Aleanerys intentaba idear algún plan para escapar y así poder marcharse de una vez por todas.
La platinada se encontraba en sus aposentos mientras escribía otra carta para su familia, pero rápidamente guardó el pergamino al notar como la puerta se abría con fuerza, dejando ver a un Aemond un tanto molesto.
— ¿Ahora que? ¿Mami te regaño? — se burló, haciendo un pequeño puchero con los labios, en cual se convirtió en una risita.
— Cállate. — ordenó, mientras se acercaba con pasos rápidos a Aleanerys, y la tomaba fuertemente del brazo para levantarla —. ¿Acaso crees que soy idiota?
